En esta versión, mí primera historia, "La herencia de la abuela", se explica desde los ojos de Max, explicando algunos interrogantes inconclusos
NovelToon tiene autorización de Cecilia Ruiz Diaz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 16: "De regreso de Roma”
Ya llevaba días en Roma, había habido algunos eventos, los cuales lo mantuvieron ocupado, pero cuando Max se encontraba con la soledad de su cuarto todo remontaba sobre él, el recuerdo de su esposa, sus celos, ¡Dios! cómo la extrañaba.
Recordaba que la vez anterior que estuvo en Roma hablaban mucho por teléfono, pero esta vez tomo distancia... realmente le estaba costando no saber nada de ella.
De la que si tenía noticias era su madre. Joys estaba dejando varias llamadas perdidas en su celular... ¿Qué quería?, la verdad que no sabía, pero no tenía ganas de soportar sus manías.
En la última noche ahí, había organizado una cena o un evento con todo el elenco de la serie. Así que mientras se preparaba para asistir, decidió llamar a su mamá.
-¡Hasta que al fin apareciste!- exclamó su madre antes de saludar.
-Hola madre, ¿Cómo has estado?- pregunto él.
-Tratando de deducir el porqué de que mí hijo menor no viene de visitas.- ironizo Joys.
-Estuve muy ocupado, madre...-
-¿O con tu esposa?- lo sorprendió preguntando.
-Madre... ¿A qué se debe eso?-
-Es que estuvimos hablando con tu hermano...-
-¿Hablaron con Alex?- pregunto irritado -¿De qué hablaron?-
-Lo siento ¿Pero hay algún tipo de problema con tu hermano?- pregunto la mujer desconfiando.
-Nada, madre, nada...-
-Bueno... pero cuéntame ¿Cómo te ha ido en Roma?-
-Tengo que decidir si quiero el personaje principal o el secundario...- respondió él.
-Supongo que te has decidido por el principal.-
-No, madre, sabes que no.-
-¡¿cómo es posible que un hijo mío...- estaba diciendo la mujer?.
-Este hijo tuyo cree que con el otro papel puede aprender más...-
-Tendrías que ser como tu hermano que solo quiere principales...-
-Al parecer queremos cosas muy diferentes con mí hermano...- respondió Max -Bueno... No tan diferentes.-
-¿Por qué lo dices?- pregunto la mujer.
-Nada, madre, tengo que ir a una cena... cuando regrese voy de visitas.- finalizo Max y colgó. Estaba siendo muy obvio con su disputa con su hermano.
Estaba sentado en la mesa, tomando un refresco y comiendo algo... había estado hablando con su compañero de reparto, Roger, que desde que se enteró de que sería el personaje principal se había apagado mucho a él. Si había buena afinidad entre ellos podrían demostrar mejor su amistad delante de cámaras.
Cuando Roger se marchó a hablar con un muchacho, se acercó Carola, la muchacha que sería la protagonista, con quién él había tenido tan buena química, se sentó a su lado.
-Hola guapo...- le dijo y él Sonrió.
-Hola.-
-Me preguntaba en qué estarías pensando tan serio... Pareces triste.-
-En cosas. De la vida, por ejemplo.- respondió Max.
-La verdad es de que me desilusionó un poco el enterarme que decidiste rechazar el papel principal... Deseaba tenerte cerca.- confesó Carola tomándole la mano.
-Pero creo que fue lo mejor...- respondió Max quitándole la mano izquierda y ella se quedó mirando si anillo.
-No sabía... Eres casado.-
-Me quito el anillo en el casting para las pruebas.-
-Bueno... Pero a mí no me importa.- dijo ella provocativa.
-Pero a mí si.- la evadió Max con una sonrisa.
-Oh... entiendo.- se retractó la mujer -Es mujer muy afortunada...-
Max pensó por un momento y sonrió.
-El afortunado soy yo.- finalizo
Carola Sonrió y se marchó... Con que pesar tenía que finalizar su matrimonio.
Al otro día regreso junto a Esteban a Barcelona. Muy conforme con su vida laboral, pero la personal... No paro de pensar en como enfrentar a Camí y decirle que deberían finalizar con esta locura. ¡La amaba! ¡Le dolía tanto perderla! Pero no tenerla o tenerla y desconfiar de ella o en si mismo tampoco era bueno.
Al llegar prefirió ir a casa de sus padres primero. Ya el avión había llegado más tarde de lo pensado, pero quería enfrentarse a su esposa al otro día. Necesitaba más tiempo, así que pensó que mejor llegaba cuando ella ya esté durmiendo.
-¡Al fin llegas!- exclamó la mujer al verlo.
-Hola madre... dije que vendría ¿Verdad?- pregunto él.
-Sí, estás dejado ¿tienes hambre? Haré que te preparen un sándwich.- dijo ella.
-No, mamá, estoy bien.-
-No acepto un no por respuesta.- insistió joys. Así que le pidió a la empleada que le prepare un sándwich de atún y huevo a su hijo.
Su madre no paraba de hablar de cosas como de lo que había hecho en esos días, de una discordia entre sus amigas del salón, algo de su padre y de la inminente boda de su hermano, pero él solo pensaba en que quería regresar a su casa, solo estaba haciendo tiempo para que Camí esté dormida al llegar.
Cuando lo creyó conveniente se despidió de su madre con el sándwich a mitad de comer, los nervios le había cerrado el apetito.
En el viaje camino a su casa, la cabeza se aceleró más y el corazón empezó a palpitar. Abrió la puerta convencido de que no habría nadie, así que entro y dejo sus cosas en el sofá, se dirigió a la cocina para beber un vaso de agua, pero a medidas de que se acercaba podía tomar una lumbre tenue por debajo de la puerta... Eran las 11 de la noche ¿Camí aún estaba despierta o tendría visitas?.
Entro a la cocina con mucha incertidumbre y se quedó admirado. Allí se encontraba su esposa, de pie, vestida con un hermoso vestido rojo de encaje, junto al desayunador. ¿Qué estaba ocurriendo?
-¿Hola?... ¿Esperas a alguien?- pregunto Max viéndola intrigado.
-¡No!- exclamó ansiosa -Es decir si... Si, a ti.- continuo con una sonrisa.
-Está... está bien.- respondió él -Entonces... Me lavo las manos y regreso.- y ella asintió con una sonrisa.
Fue hasta el baño, se lavó las manos, pero no sabía en pensar... En realidad tenía la mente en blanco.
Para cuándo regreso su esposa ya había servido dos platos con carne asada y patatas.
Camino hacia ella y se sentó a su lado. Camí lo miraba con una sonrisa. Había un aire de tensión en el ambiente.
-Pensé en comprar vino, pero...- estaba diciendo ella y él solo la miro -mejor compré limonada, pero no sé si te gusta.-
-Sí.- respondió él.
-¿Y como te va ido?- pregunto ella para conversar.
-Bien...- respondió solo viéndola comer.
¿Que estaba sucediendo allí? ¿Cómo le diría que tenían de disolver su matrimonio? ¿Seria Que ella lo amaba?