El Último Contratado

Estaba a punto de empezar a pintar, cuando sonó su teléfono, como el aparato estaba dentro de la casa, Carolina cerró la puerta rápidamente y corrió hacia la casa, agarró su celular y al ver que era Ana quien la llamaba, rápidamente contestada.

Carolina- Hola Ana, ¿le pasó algo a mamá?

Ana- Lo siento, pero lamentablemente tu madre falleció.

Carolina- ¿Qué broma tan aburrida es esta? Estuve allí por la mañana y el doctor Estevão dijo que estaba bien.

Ana- Lo sé, todo pasó muy rápido, el doctor Estevão dijo que la causa de la muerte fue “rechazo de órgano”, lo siento mucho.

(Silencio)

Ana- Carolina di algo, Carolina, Carolina, ¡joder!

Ana siguió llamando a Carolina por mucho tiempo y ella no respondió, resulta que Carolina se desmayó al enterarse de la muerte de su madre, muchos tal vez no entiendan su relación, pero Carolina vio a Luiza como su refugio seguro, su madre. Era su fuerza y ​​todo lo que Carolina quería era ir con ella, estar a su lado cuando cruzara las puertas de la eternidad.

Las personas que crecen en orfanatos son muy propensas a apegarse demasiado, son arrojadas al mundo real a los 18 años y por falta de estructura emocional y apoyo, algunos terminan perdiéndose en el camino, pero Carolina luchó contra el sistema, los prejuicios y la soledad para poder ser alguien en la vida y cuando fue salvada por Luiza y se la llevó a vivir con ella, Carolina vio una luz al final.

Debido a que Luiza llegó cuando ya no había esperanza, Carolina se encariñó con ella de una manera intensa, un amor puro y verdadero, ella solo quería que fuera una pesadilla, pero como era realmente cierto, no pudo soportarlo y Cayó con demasiada fuerza sobre el suelo frío.

...

Ya era de noche cuando Carolina despertó, sentía dificultad para respirar, le dolía la garganta y le ardían los ojos, estaba sudando y sentía el cuerpo caliente, la casa estaba en llamas. Resulta que Carolina había puesto el almuerzo al fuego, ese es su único recuerdo, no sabe cómo pasó todo y tampoco pensó mucho en ello.

Al recordar las palabras de Ana, Carolina se quedó allí, en medio de la habitación, abrazó sus rodillas y lloró cada vez más, Luiza se fue y Carolina se sintió sola en el mundo, nuevamente, estaba esperando que el fuego quemara su cuerpo y quitarse la vida, de repente alguien derribó la puerta y entró.

Carolina miró un rato al hombre frente a ella, pero no lo reconoció, el hombre levantó a Carolina y la llevó afuera, una vez afuera la colocó en el suelo y dio dos pasos hacia atrás y luego dijo:

Hombre- Buenas noches señorita, mi nombre es Paulo, soy el conductor del señor Ethan, ¿se encuentra bien?

Las palabras de Paulo no lograron sacar a Carolina del trance en el que se encontraba en ese momento, ella no dijo nada, solo caminó hacia el otro lado de la calle, se sentó en una acera y volvió a llorar, mientras veía su casa ser consumida por el fuego. .

Carolina ahora se encuentra completamente destruida, perdió a su madre, su trabajo y su casa, todo en un solo día y todavía tiene que cumplir el maldito contrato.

**

Mientras tanto en la mansión Villar, Ethan se ríe a carcajadas, parece estar burlándose de sus padres por la falta de compromiso de Carolina, Miranda y Daniel suspiran impotentes, cada vez que Ethan firma un nuevo contrato, el corazón de sus padres se llena de esperanza.

Ethan seguía sonriendo burlonamente cuando sonó su celular, miró la pantalla y se dio cuenta que era Paulo quien llamaba, se volvió hacia sus padres y les dijo sonriendo:

Ethan-Paulo me está llamando, lo voy a poner en altavoz para que escuches la tonta excusa que se le ocurrió a Carolina para justificar el retraso.

Después de decir eso, Ethan respondió a la llamada y cumplió lo prometido.

Ethan- ¿Qué fue Paulo?

Paulo- Perdón por molestarlo Sr. Ethan, cuando llegué su casa estaba en llamas, entonces miré por la ventana y la vi sentada en medio del fuego, la saqué, pero no se ve muy bien. Bueno,qué debo hacer?

Ethan- ¿Está herida?

Paulo- Al parecer no, pero está muy conmocionada.

Ethan: Vete a casa ahora mismo, es sólo un desastre menos en Boston.

Al escuchar las palabras de su hijo, Miranda y Daniel intercambiaron miradas complicadas, era como si estuvieran frente a un extraño, Miranda siempre fue una buena madre, cariñosa y servicial y Daniel era un padre presente con un corazón más grande que su propio cuerpo, pero ¿de dónde? ¿De dónde viene este hombre cruel y desalmado? Cuya apariencia revelaba parentesco, pero en nada se parecía a sus padres.

Daniel, temiendo perder los estribos y agredir a su hijo, simplemente se fue sin decir una palabra, mientras Miranda no pudo contenerse y dijo:

Miranda- No me hagas sentir vergüenza por ser tu madre, ve allí y apóyala, haz lo que mejor sabes hacer, finge que amas a alguien más que a ti mismo.