Malmcon es un hombre lleno de prejuicios al que le sale caro querer jugar con Lourdes, una joven inexperta en el amor
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Dolor
Abro los ojos poco a poco, siento como si un camión me hubiera arrollado. Recuerdo entonces lo que me pasó en el restaurante, unas ganas de llorar vienen a mí. Ninguna mujer debería vivir una experiencia así, ser violentada y denigrada a solo ser un pedazo de carne para satisfacer los deseos sucios de un asqueroso. Agradezco a Dios que Malmcon hubiera llegado antes de que ese tipo hubiera llegado más lejos.
Me doy cuenta que estoy en una habitación de hospital, la puerta se abre y por ella entran Cindy y Latifa, sus rostros son de total preocupación mas tristeza. Ambas llegan hasta mí para abrazarme.
- Aauuth... - me quejo de dolor
- Lo siento, lo siento - dicen a la par mientras hacen gestos con sus manos - ¿cómo te encuentras cariño? - me pregunta esta vez Cindy
- Siento como si hubiera sido arrollada por un camión - mi voz es rasposa.
La puerta es tocada, luego abierta e ingresa un Malmcon con rostro tenso, pero en cuanto me ve, su expresión se relaja un poco.
- ¿Cómo te encuentras pelirroja? - pregunta llegando a la piesera de la cama.
- He estado mejor - trato de suavizar el ambiente - ¿qué pasó con ese bastardo? - me atrevo a indagar.
- Ahora mismo está detenido por violencia de género e intento de abuso sexual, no pienso permitir que salga, ni con fianza.
Me quedo mirando su hermoso rostro un largo rato, creo que lo he juzgado mal.
- Gracias por haberme ayudado, no podía contra él, ese hombre...
No puedo continuar porque las lágrimas se vuelven a apoderar de mis ojos. La sensación de sentirme tan vulnerable me sobrepasa, jamás había pasado por algo similar..Sí, existen tontos que quieren llevarte a la cama, más ninguno usó violencia física.
Las chicas vuelven a abrazarme, me doy cuenta que más que dolor físico, me duele el alma al saber que ese cretino hubiera hecho lo que quería.
- Va a pagar lo que te hizo, te prometo que no va a querer volver a tocar a ninguna mujer más.
- Gracias, de verdad muchas gracias Malmcon.
Después de un rato el médico dio su reporte, dándome luego el alta. Malmcon nos llevó a nuestro apartamento, él mismo me llevó a mi habitación y me ayudó a recostarme en mi cama sencilla.
Vi curiosidad al observar mi habitación, que es de paredes negras y decorada con afiches de grandes bandas de rock y en el techo uno de Jimi Hendrix.
- Por lo menos tienes buen gusto en la música - bromea un poco - el mejor de todos los tiempos - señala con su dedo índice hacia el techo, regalándome una perfecta sonrisa de lado.
- Jamás elegiría a otro, mi esposo siempre será el mejor nene.
- JAJAJAJA... ¿le dijiste a Jimi que te besuqueas conmigo? - eso último me lo dice bajito.
Mi rostro se calienta de la vergüenza y le lanzó mi pequeño cojín.
- Basta! No me avergüences, no quiero que las chicas escuchen que mi jefe me acosa.
Suelta otra carcajada, su risa me hace olvidar por el momento el mal rato que pasé en manos de ese tipo.