Casada Con El Ceo Cruel

La chica inocentemente golpeo el hombro de Edwin, en el momento en que sus pulmones dejaron de recibir el aire necesario, solo así él iba a entender que ella necesitaba separarse para poder respirar.

Por un momento, Edwin no tomó encuentra los golpes que Diana le daba. No podía dejar de besar sus labios, eran tan diferentes al los de otra mujer…

_ Soy realmente exquisitos ..._ Pensó Edwin.

El chico ejerció un poco más de fuerza en la cintura de Diana, mordió el labio interior de la chica con mucha sensualidad que al comienzo.

Lo más divertido fue que al besar a Diana fue que ella estaba muy nervios, ¿Y cómo no, si ella jamás había besado tan apasionadamente a un hombre?...

Diana no sabía dar un beso, sus labios estaban tensos, se contrajeron, luego su lengua entró en la boca de Edwin, recorriendo exageradamente cada parte con torpeza.

Edwin limpió los labios de Diana, luego que se marcharon con el lápiz labial. Acarició su mentón, de una manera tierna.

_ Debes a aprender a besarme, este beso es de los peores que me han dado..._ Edwin regaño a Diana, mientras una sonrisa se dibujó en las comisuras de sus labios.

Diana bajó la cabeza, avergonzada por lo que acaba de hacer. Sus mejillas se pusieron rojas, al igual que sus labios, que demostraban el beso de pasión que Edwin le dio.

Un fuerte sentimiento se apoderó del corazón de Edwin, la chica delante de él, era demasiada inocente, sus pequeñas acciones, provocaban en Edwin un sentimiento diferente al que había sentido por cualquier mujer.

_ Eres demasiado inocente... _ Mencionó Edwin, elevando la cabeza de Diana.

Diana movió sus manos, para preguntarle a Edwin, el porqué la había besado de esa manera.

_ ¿Por qué, lo has hecho?...

Edwin no lograba entender cada una de las señas que Diana hacía con sus manos. Colocó sus manos encima de las de Diana, para detener sus movimientos.

_ No entiendo nada de lo que me tratas de decir...

Edwin fue sincero, luego metió su mano a la pequeña bolsa que traía al interior de su saco, tomó un trozo de papel, y se lo entregó a Diana, para que escribiera lo que trataba de decirle.

Diana tomó el trozo de papel de las manos de Edwin, también agarró la pluma, y rápidamente escribió unas palabras.

_🗒 Muchas gracias, eres hermoso...

Diana le entregó el trozo de papel a Edwin, fue inevitable para él no sonreír luego de leer lo que Diana había escrito.

_ Eres diferente ha cualquier otra mujer a la que haya conocido... _ Respondió Edwin, echando en mechón de cabello detrás de la oreja de Diana.

Diana estaba muy emocionada con ser la esposa de Edwin, él se estaba portando como todo un príncipe con ella.

Nunca en toda su vida fue tratada con tanta amabilidad, por alguien que no fuera Teresa.

_ Vamos a dentro, a llegado la hora de convertirnos en marido y mujer... _ Dijo Edwin, sin antes volver a besar los labios de Diana.

Edwin agarró gentilmente la mano de Diana, y la colocó en su brazo, para entrar al registro Civil

Rápidamente, la noticia de la boda de Edwin Shop, con una mujer desconocida, se comenzó a regar por todas la ciudad. En poco tiempo; ya todos estaban enterados de que el primogénito de Fernando Shop, se estaba casando con una mujer que nadie conocía...

Al entrar; Edwin se encontró con un hombre que rápidamente se detuvo frente a la pareja. Miró de reojo a Diana, y luego bajo la cabeza frente a Edwin.

El hombre, se llamaba Teo. Era el secretario personal de Edwin, el chico era el encargado de llevar a cabo cualquier orden de su jefe, y además, tenía prohibido cometer cualquier error, o sería despedido...

_ Señor Shop, el juez ya lo está esperando... _ Le informó el secretario.

_ Vamos... _ Edwin acompañado de Diana entraron a la oficina donde se iba a llevar la acabo la boda.

_ Buenas tardes, es un placer para a mí, llevar a acabo esta ceremonia... _ El juez saludo amistosamente.

_ Comencemos, solamente tengo menos de media hora para esta ceremonia, debo hacer un viaje al extranjero, y necesito que esto sea lo más breve posible... _ Edwin contestó en un tono serio.

Diana volteó a ver a Edwin, la chica se llevó una enorme desilusión al escuchar que Edwin se iba a ir al extranjero luego de terminar la ceremonia.

_ Si es así, demos comenzó a esta ceremonia... _ El juez fue lo más breve posible, el secretario de Edwin, ya le había explicado como iban a hacer las cosas, así que el juez no pudo negarse.

Después de algunas palabras por parte del Juez, el hombre colocó los papeles delante de Diana, para que ella firmara.

_ Por favor, ponga su firma en estas líneas... _ El juez señaló los lugares donde Diana tenía que firmar.

Diana tomó la pluma de las manos del Juez, se inclinó un poco hacia delante, para llevar a cabo su firma. Diana puso su nombre en cada uno de los papeles que le dieron a firmar, luego, fue el turno de Edwin, que en segundos, firmo con frialdad.

_ ¡Los declaró marido y mujer, puede besar a la novia!... _ Terminó de decir el juez.

Edwin volvió a poner sus manos en la cintura de Diana, acercó lentamente sus labios a los de ella, cuando Edwin estaba por volver a besar a Diana, la puerta de la oficina se escuchó abrirse.

Una hermosa de cabello negro, rostro hermoso; cuerpo de diosa, y una mirada sensual.

_ ¡Edwin!... _ La voz de una mujer joven se escuchó, y rápidamente, Edwin volteó a ver hacia la puerta, luego de reconocer la voz.

Su nombre era Sara, Sara fue la única mujer a la que Edwin amó intensamente, mantuvieron una relación por muchos años a escondidas de sus padres, ya que Sara no contaba con el mismo nivel económico que él...

Sara se fue del país en busca de una oportunidad que le ayudara a tener el mismo nivel económico al cual Edwin pertenecía. Sin embargo, a su regreso se encontró con la noticia de que él estaba a punto de casarse con otra mujer, sin pensarlo Sara corrió al sitio donde se estaba llevando a cabo boda.