Renace en un mundo mágico con una nueva oportunidad de conocer el mundo.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción
26) La venganza de Leia
27) Recuerdos de mi futuro
28) Una esposa para el príncipe maldito
29) Una madrastra reencarnada
30) Entre la equitación y la pasión
** Toda
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Mucho cielo
Al amanecer, Arya ya estaba en el santuario de pegasos.
Silverwind la recibió con un suave relincho, casi como si supiera exactamente por qué venia tan temprano.
Arya: Vamos… Necesito aire. Mucho aire. Mucho cielo.
Silverwind inclinó la cabeza, entendiendo sin palabras, y la dejó subir con delicadeza.
Un golpe de alas. Viento frio en el rostro. Y Arya ya estaba lejos del templo.
No voló hacia pueblos ni lugares habitados.
Solo hacia las montañas, los lagos, los bosques mágicos.
No queria ver a nadie. Especialmente no a él.. Voló horas.. Daba vueltas...
Silverwind, normalmente tranquilo, incluso la miró varias veces como si no entendiera lo que pasaba..
Arya: No puedo quedarme cerca del templo… si no me escondo del duque, me va a encontrar en cada esquina.
Después de un par de horas, volvió solo para dejar que Silverwind bebiera agua fresca y comiera un poco.
Lira la esperaba en la entrada del santuario, agitando los brazos como una madre estresada.
Lira: ¡Mi lady, tiene que comer! ¡Lleva horas arriba del pegaso! ¿No tiene frio? ¿No está mareada?
Arya bajó la cabeza, sintiéndose un poco culpable.
Arya: Estoy bien… solo… necesitaba aire.
Lira: Voy a traerle un panecillo y algo caliente. ¡No se mueva de aqui!
Arya asintió.
El duque escucha todo
Kiran habia salido del salón del Consejo a tomar aire también.. El templo estaba lleno de discusiones tensas y él preferia caminar en silencio por los patios para despejar la mente.
Desde detrás de una columna, sin querer interrumpir, escuchó claramente:
Lira: ¡Tiene que cuidar su salud! ¡No ha comido nada desde ayer! ¡No puede pasar el dia entero huyendo del templo y sin alimentarse!
Kiran frunció el ceño. No con molestia.. Sino con… preocupación sincera.
[¿Está evitando comer… por evitarme?]
Suspiró, llevándose una mano al cabello.
[…esto se me está saliendo de las manos.]
No pretendia incomodarla tanto.. Si, se divertia molestándola un poco… pero no esperaba que huyera al cielo entero para escapar de él.
Kiran miró hacia el santuario.
Arya estaba alli, sentada en una roca, con la frente apoyada en sus manos mientras Silverwind bebia agua con calma.. Parecia cansada.. Demasiado cansada.
[Quizá… deberia dejar de provocarla por un dia.]
Kiran se quedó un largo momento escondido entre las columnas, observándola.
[Se ve preciosa ¿Por qué siempre tiene que verse asi…?]
él se sentia frustrado. En cualquier otro lugar, en cualquier otro reino, en cualquier corte noble… Kiran Page habria tenido opciones infinitas.. Princesas.. Damas de alto linaje.. Herederas.. Todas libres.
Pero Arya…
Arya era la unica prohibida para todos.
La Santa Blanca.
La elegida por los pegasos.
Protegida por el templo.
Intocable por decreto.
Intocable por tradición.
Intocable… por todos.
Incluso para un duque.
[Prohibida… justo como todo lo que más deseo.]
Porque en el fondo, él lo sabia.. No solo le gustaba.. No solo lo entretenia.. No solo lo intrigaba.. La queria.. No como un capricho.. No como un juego.. No como una aventura.. La queria para él.. Y eso era un problema enorme.
Era la peor elección posible.. La más complicada.. La más peligrosa.. La más improbable.
Pero cuando la veia asi, con las mejillas rosadas por el viento, las manos apretadas sobre la falda y la mirada perdida mientras luchaba consigo misma… Cuando la veia huir de él… solo para que él quisiera seguirla más…
Kiran sintió que algo dentro de su pecho se tensaba.
[¿En qué momento me pasó esto…?]
Él no creia en profecias.. No creia en destinos.. No creia en santos.
Pero en Arya… no podia dejar de creer.
Ella giró la cabeza y por un instante sus miradas se cruzaron a la distancia.
Como si lo hubiera sentido.. Sus labios temblaron.
Ella se apresuró a mirar hacia otro lado, nerviosa como siempre cuando él estaba cerca.
Kiran sonrió, pero esta vez… no era una sonrisa burlona.. Era suave.. Dolorosa.. Deseosa.
[Lo siento, pequeña santa… pero no pienso renunciar a ti..]
Arya estaba concentrada acariciando el lomo de Silverwind cuando escuchó pasos detrás de ella.
No tuvo que voltear para saber quién era..Su cuerpo lo reconocia antes que su mente.
Pero esta vez… no huyó.. Estaba demasiado cansada para correr otra vez.
Kiran se acercó despacio, sin esconderse.
Silverwind levantó la cabeza, las alas plegadas, y observó al duque con esos enormes ojos azules.
Arya contuvo el aliento.
Esperaba un bramido, un aleteo inquieto, cualquier señal de rechazo.
Pero Silverwind simplemente… lo observó.
Luego dio un suave golpe con la nariz en el brazo de Arya, como diciendo: “Tranquila.”
Kiran alzó una ceja, sorprendido.
Duque Kiran Page: Oh… pensaba que me lanzaria por los aires.
Arya tragó saliva.
Arya: Silverwind… no suele dejar que otros se acerquen mucho cuando yo estoy con él.
Kiran sonrió de lado.
Duque Kiran Page: Lo noto.
Arya frunció el ceño.
Arya: Entonces… ¿por qué está tan tranquilo?
El duque dio un paso más, ahora cerca de ambos.
Silverwind no se movió.
No pateó.
No agitó las alas.
Solo inclinó la cabeza, como evaluando al duque… y luego apoyó suavemente su hocico en el hombro de Arya.
Kiran sonrió aun más.
Duque Kiran Page: Bueno… quizás… Porque a ti te gusto…
Arya lo miró, horrorizada.
Arya: ¡¿QUÉ?! ¡Eso no es verdad!
Kiran contuvo una carcajada.
Duque Kiran Page: Silverwind lo siente, ya sabes. Los pegasos perciben las emociones de sus elegidos. Y si tu pegaso no me está pateando… es porque tu no quieres que lo haga.
Arya abrió la boca para replicar… pero Silverwind soltó un suave relincho que sonó sospechosamente parecido a un “es verdad”.
Arya: ¡S-Silverwind! ¡No te pongas de su lado!
Kiran rió, por fin sin esconderlo.
Duque Kiran Page: Arya… tu pegaso me aprueba antes que tu. Eso debe significar algo.
Arya apretó los labios, roja como una manzana.
Arya: No significa nada.
Kiran dio un pequeño paso más, ahora tan cerca que Arya sintió el calor de su presencia.
Duque Kiran Page (mirándola a los ojos): ¿Segura?
Arya retrocedió un paso.
Silverwind, traidor absoluto, solo los observaba como si viera una escena romántica de teatro.
Arya: S-Segurisima.
Kiran sonrió con esa expresión lenta, segura… peligrosa.
Duque Kiran Page: Entonces… ¿por qué te tiembla la voz?
Arya enterró la cara en las manos.
Silverwind bufó feliz.
Duque Kiran Page: A mi me gusta que te guste. Y prometo no decirselo a nadie más… por ahora.
Arya sintió que se derretia en un charco de vergüenza y corazón acelerado.
Y Silverwind… dio un suave empujón a Arya en dirección al duque, como si dijera:
“Admite lo que sientes.”
Lira volvió cargando una bandeja enorme con panecillos calientes, agua de frutas y una sopa ligera que humeaba suavemente.
Lira: ¡Mi lady! ¡Por fin traje comida! Tiene que comer algo antes de seguir volando
Se detuvo en seco.
Porque frente a Arya, a una distancia muy cercana, estaba el duque Kiran Page, sonriendo relajado… mientras Silverwind permanecia tranquilo, casi amistoso.
Lira abrió la boca.
Lira: Ah… eh… mi lady… ¿qué está…?
Miró al pegaso, esperando ver alas agitadas, relinchos furiosos, cualquier reacción protectora.
Pero Silverwind… solo estaba ahi.
Lira parpadeó, confundida.
Lira: Qué extraño… Silverwind no suele permitir que nadie se acerque cuando está usted. Debe tener… un dia especial.
Kiran escondió una sonrisa victoriosa detrás de una expresión respetuosa.
Arya, roja hasta las orejas, deseaba desmayarse para evitar cualquier explicación.
Arya: Silverwind está… de buen humor. Eso es todo.
Lira se encogió de hombros.
No entendia nada, pero tenia prioridades más importantes.
Lira: Bueno, lo importante es que usted coma. ¡Esos magos la van a tener todo el dia ocupada y necesita energia!
Duque Kiran Page: ¿No ha comido desde ayer?
Lira: Mi lady está tan nerviosa estos dias… que apenas ha probado bocado. Pero yo me encargaré de alimentarla, no se preocupe, duque Page.
Kiran ladeó la cabeza, claramente preocupado… pero también intentando no revelar demasiado.
Duque Kiran Page: Me alegra que la cuides.. Ella… necesita comer.
Arya sintió que queria desaparecer en el aire.
Lira: ¡Claro! Mi lady siempre depende de mi para mantener la salud. A veces es tan delicada…
como una princesa de cuento.
Lira, totalmente ajena a la tensión, continuó:
Lira: Duque, ¿gusta un panecillo? Recién horneados por las cocineras del templo.
Kiran sonrió amable.
Duque Kiran Page: Gracias… pero ya cené..
Lira asintió y se volvió hacia Arya.
Lira: ¡Mi lady, coma! No quiero verla desmayarse otra vez.
Duque Kiran Page: Si, Lady Arya… coma algo. Por favor.
Arya sintió el corazón encogerse.
Sin saber cómo manejar esa mezcla de ternura y provocación, tomó un panecillo y dio un mordisco para que Lira dejara de insistir.
Lira aplaudió feliz.
Lira: ¡Muy bien! ¡Asi se hace!
Y seguia sin tener ni la menor idea de que estaba presenciando una tormenta emocional, romántica y absolutamente prohibida entre el duque y la “Santa Blanca”.
Exito escritora, que bella imaginación.
Quiero más, mucho más
Gracias, gracias, gracias por tus historias ☺️🙏