Cuando piensas que todo acabó para ti, que el amor y la felicidad no eran para ti.
Encuentras a quien te enseña en tan poco tiempo a amar, pero no es tan fácil.
Fernanda renuncia a su amor, por complacer
a quien solo le interesa el dinero, aunque se niega en el último momento.
¿La vida puede ser tan buena como para amar también en otra época, de la misma manera?
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Capitulo 9
El camino era largo y silencioso, el viaje de Renata fuera de su reino, serían más de quince días, pero estaba segura qué valdría la pena, de por sí, la historia empezaba a cambiar mucho, el joven duque ya no era como lo describía la historia, Raquel actuaba muy descuidada, el príncipe empezaba a tener sentimientos por su escolta y ella no estaba enamorada del príncipe, eso era un gran avance, solo esperaba llegar al final de la historia con todos vivos.
_¿Qué tienes en mente?_
Le hablo Rainer.
_Muchos negocios que hacer, para lograr que padre pague su deuda._
_¿No hablo de eso, por qué quieres que la señorita Rose sea la heredera, acaso no quieres que tu hermana se case con el príncipe, sea la emperatriz y así quedes tú como mi esposa, sin concubina?_
Interrogó Rainer.
_Con todo respeto joven duque, pero mi hermana es una mujer frívola, no es apta para emperatriz, no ama a su pueblo, solo le importa el estatus y dinero y sobre eso del matrimonio, estamos en una época donde el amor no es una opción, solo debes aceptar tu destino y nada más._
Rainer se quedó en silencio viendo la forma en que Renata se expresaba, como podía solo una señorita de 15 años, hablar así, el silencio volvió a reinar en todo el camino, serían tres días más de camino, Renata dormía a ratos, Rainer salía de vez en cuando a caballo y otras en el carruaje.
_Joven amo, nos atacan._
Grito él escolta de Rainer, El sonido de las espadas sonaban, los caballos relinchando de los golpes que recibían para llegar adentro del carruaje donde se encontraba Renata dormida, estaba agotada y su cuerpo era aún joven.
_Señorita._
La movió su doncella.
_No la despiertes._
Interrumpió Rainer a su doncella que moría de miedo.
_Cuiden al joven Amo y la señorita Bonnie._
Grito Artemio, el escolta personal de Rainer, Zera estaba muy asustada, pero no dejaba que se acercaran a su señorita, Renata despertó cuando sintió una cosa fría en su cuello y vio lo mismo en el cuello de su doncella.
_Haga silencio, señoritas, les daré una muerte rápida._
_Aaaaahh._
Fue la respuesta de Renata, levantándose de golpe, eso hizo que el asesino perdiera equilibrio, justo entró Rainer y la mató atravesando la espada en el pecho.
_¿Están bien?_
Renata seguía en shock, estaba a punto de morir y sabía bien quién era la responsable.
_Si joven amo, solo que mi señorita no reacciona._
Hablo Zera asustada.
_Me quiere ver muerta._
Hablo en un susurro
_¿Quién te quiere ver muerta?_
Pregunto Rainer abrazándola.
_Mi Hermana._
Hablo en un susurro para caer desmayada en los brazos de Rainer, la doncella salió del carruaje dejándolos solos, Rainer tocaba su mejilla, le traía paz tenerla a su lado.
_¿Está bien señorita?_
Pregunto Artemio a Zera que lucía asustada aún.
_Un poco._
Respondió ella viendo a todos lados.
_Tome un poco de vino, la calmará un poco._
Bromeó él, pero Zera no lo tomo así, tomando un gran sorbo que la dejo mareada.
_Oiga, se caerá._
Acercando el caballo al carruaje para tomarla del brazo.
_Qué bello es usted, ¿se hará responsable de mí? Ha tocado mi brazo._
Zera hablaba sin saber lo que decía.
_Ah._
Reaccionó sorprendido.
_Pero si solo la toque._
Artemio no encontraba que hacer, mientras sus subordinados se burlaban de él, le tocó llevar en brazos a la doncella hasta que le pasara lo ebria.
El viaje seguía, Rainer seguía con Renata en brazos, tocaba su mejilla para luego arrepentirse como si no quisiera enamorarse, su corazón pertenecía a alguien más y ni él lo sabía.
En el reino oeste ya el conde Bonnie hablaba amenamente con su amigo, el conde Bill, uno más ambicioso que él, su riqueza era grande, aun así no podía obtener un título de duque por sus malas costumbres.
_En un año tus emperadores deberán elegir a la nueva emperatriz, espero no me defraudes y tu hija sea la elegida._
_Por supuesto que así será, también tendremos la ayuda del duque del norte, será el esposo de mi otra hija._
Hablo el duque muy seguro de su triunfo y sorprendiendo al otro.
_No podemos fallar, mi ejército es grande y si logras obtener el apoyo del ducano del norte, no perderemos la batalla, solo espero mi hija también termine convenciendo al duque de ser una concubina._
El conde se quedó algo confundido.
_Mande carta al ducano del norte ofreciendo a mi hija como esposa, pero su respuesta fue que ya estaba comprometido, así que mandé a mi hija como una posible concubina, lo que no sabía es que era tu hija su prometida._
Comento el conde sin importancia.
_Vaya sorpresa, solo espero no tener problemas en esto._
Ambos sonrieron hipócritamente, el duque Bill recordando sus palabras.
Flashback
_Ve y asegúrate de quedar como la esposa del joven heredero, debes ser la duquesa Johnson y obtener todo el apoyo._
Le exigió el conde.
_Si padre, no lo defraudaré._
Hablo Kenia segura de su belleza y su inteligencia.
Fin de flashback
Los condes seguían charlando de sus planes para obtener el reino Este y poder disfrutar de sus riquezas, pero cada uno con metas diferentes, solo uno podía ser el jefe y eso no podía fallar.
Hay q seguir leyendo 🙃