"Mi vida cambió en un abrir y cerrar de ojos. Tenía todo lo que siempre había deseado: padres amorosos, una hermana que era mi mejor amiga y un novio que se suponía que me amaba desinteresadamente. Pero un día, al descubrir secretos ocultos que giraban en torno a mí, sentí que el suelo se desvanecía bajo mis pies. ¿Cómo podría haber estado tan ciega?, ¿cómo puede confiar tanto en esas personas?; estos secretos estaban a punto de sacudir los cimientos de mi familia y destruir mi relación."
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Capitulo XXIII La despedida
Punto de vista se Sergey
Decidí seguir a mi hermana para saber cuáles eran sus movimientos. La vi salir temprano de la casa así que fui en mi carro tras de ella, llegó a una clínica en la que estuvo más de una hora. Cuando salió se le veía muy feliz. Estaba seguro de que nunca se iría con nosotros a Rusia, ella era feliz con el imbécil de Gabriel. Porque si Kristen era mi hermana y pensar que casi le hago daño. Ese recuerdo me iba a perseguir toda la vida.
Seguí viéndola, subió a un taxi, decidí seguir sus pasos, necesitaba el momento exacto para poder abordarla y hablar con ella. Mientras conducía vi que el taxi se alejaba de la ciudad, eso se me hizo extraño. ¿A dónde irá pensé?”, cuando estábamos lejos de la ciudad perdí el taxi. Sentí que algo no andaba bien, así que decidí buscarla, le pedí a mis hombres que rastrearan el GPS del taxi, para nosotros eso era pan comido, pues teníamos muchos contactos en las fuerzas de seguridad. Después de media hora mis muchachos me pasaron la información, los regañé fuerte por la demora. No estaba lejos del lugar. Pero cuando iba llegando vi el auto del imbécil de Linares salir de una casa que estaba bastante retirada de la ciudad. Tenía curiosidad y estaba preocupado por Kristen sabía que algo le había pasado. Llegue lo más rápido que pude a ese paraje y encontré a mi hermana luchando con un sujeto con todas sus fuerzas. Al ver esa escena me llene de ira y agarre al fulano y le propine la paliza de su vida. Estaba irreconocible y no lo mate, ya que vi a Kristen entre las sábanas temblando de miedo. Me acerqué a ella, pero estaba tan asustada que se desmayó en mis brazos. La arrope con la sábana y la saqué de aquel lugar llevándola a la mansión de mi madre, de nuestra madre. Conduje a toda velocidad, en el camino llamé a Catalina, le expliqué lo que había pasado y para cuando llegamos a la casa ya nos estaba esperando el doctor sé la familia. Este sé apresuró a revisarla, por como la encontré estaba temiendo lo peor, ese idiota se atrevió a abusar de mi hermana, debí matarlo, pensé con ganas de romperle en cuello a alguien y de paso el mxxxxxx de Linares se atrevió a dejarla sola con ese desquiciado. Pero me las va a pagar, haré que se arrepienta toda su vida de esto.
El doctor salió media hora después y mi madre junto con él.
“¿Cómo está mi hermana doctor?”, pregunte transmitiendo temor.
“Tranquilo Sergey, tu hermana está bien, solo se desmayó debido al fuerte trauma psicológico que vivió”, respondió el doctor dejándome más tranquilo.
“'Cuando la encontré ella estaba en una situación bastante difícil, no sé cómo preguntar este doctor”, dije temiendo a la respuesta.
“Sé lo que quieres saber, pero tranquilo le hice un examen para detectar un abuso y todo fue negativo, a tu hermana no la abusaron sxxxxxxxxxx”, explico el doctor con seguridad.
Sus palabras trajeron alivio a mi corazón, pero aún la rabia no se me quitaba, si no hubiera llegado a tiempo, ese mxxxxxx hubiera logrado su propósito. Linares pagará muy caro el haber dejado a mi hermana ahí con ese desquiciado, eso lo juro.
Punto de vista de Gabriel
Estaba en mi oficina trabajando cuando recibí un mensaje, me pareció extraño que Leonardo me pasará una imagen, la abrí para saber de qué se trataba, al ver la foto mi cabeza empezó a dar vueltas, en esta se veía a Kristen metida en la cama con él. El muy infeliz me dijo que ella era de él y que ahí tenía las pruebas. Me envió la dirección del lugar donde estaban para que fuera y lo comprobará con mis propios ojos. Salí como un demonio de mi oficina y conduje a gran velocidad hasta aquel lugar, cuando llegue entre directamente a la casa, ya que no tenía seguro. Entre a la habitación y encontré a mi Kristen, a mi esposa metida en la cama desnuda con el infeliz de mi sobrino. Me sentí nuevamente engañado, hace cinco años pasó lo mismo con Patricia y ahora Kristen lo vuelve a hacer. Ella intentó decirme una sarta de mentiras, pero yo no la quise escuchar, lo mejor que hice fue salir de ahí antes de que los matará a los dos. Subí a mi coche y conduje de regreso a la ciudad, me fui a un bar a ahogar mis penas y a acostarme con una mujer de esas que siempre me había gustado. Quería olvidar el dolor tan grande que me estaba causando la traición de mi esposa. Sentía que mi pecho se partiría en dos. Así que bebí toda la noche sin control, pensando en cómo se revolcaban esos dos traidores.
Al día siguiente me desperté en una habitación de hotel, había una rubia despampanante a mi lado y los recuerdos del día anterior invadieron mi mente, lleno de odio me vestí y salí sé aquel sitio sin mirar atrás. Llegue a mi casa y pedí que recogieran todas las cosas de la zxxxx de Kristen y las botaran a la basura. Estaba de tan mal humor que ni siquiera María se atrevía a acercarse.
Minutos más tarde vi que mi querida esposa entraba a mi habitación. “Que demonios haces aquí?”, le pregunté poniéndome de pie, ya que estaba acostado.
“Tienes que escucharme, entre Leonardo y yo no hay nada, él me...”, no la dejé terminar de hablar me puse de pie la agarre por el cuello quería acabar con ella.
“Por favor suéltame, me haces daño”, me dijo casi sin poder hablar.
“¿Daño?, lo que quiero es matarte”, le dije lleno de odio.
“Por favor suéltame. Estoy embarazada”, escucharla decir esas palabras me hizo soltar mi agarre, ella cayó al piso tratando de recuperar el aire en sus pulmones.
“Lárgate de mi casa, antes de que me arrepienta y te mate”, dije furioso.
“Este hijo es tuyo, tienes que creer en mí, déjame explicarte cómo pasaron las cosas”, sus palabras hicieron que mi rabia creció dentro de mí.
“Ve y busca al padre de tu hijo, porque estoy seguro de que ese bastardo no es mío”.
Cuando dije esas palabras vi como la mirada de Kristen cambio, su expresión se volvió fría y con una voz dijo las palabras más duras que nunca pensé escuchar. “Un día te vas a arrepentir de todo esto que me estás diciendo, vine con la intención de explicar lo que pasó, pero tu estupidez y ceguera no te deja ver más allá de lo que crees espero que cuando sepas la verdad te duela tanto como a mí me está doliendo en este momento. No pienso rogarte más me voy para nunca más volver”, dijo dándose la vuelta para salir de la que una vez fue nuestra habitación.
“Una última cosa. Nunca te perdonare que me dejaras a merced del desquiciado de tu sobrino”, tras decir esas palabras salió de mi habitación, de mi casa y de mi vida.