En un mundo donde los Alphas están arriba de todo y los Omegas abajo, Aria Vance una trabajadora de un club exclusivo para Alphas dominantes, donde se ofrecen servicios para ayudarlos a liberar la carga de sus feromonas, siendo que todos los empleados de la servidumbre estrictamente son Betas, por lo cual ella tuvo que mentir en su sub genero para poder trabajar allí, escondida en la cocina como ayudante. Todo iba bien hasta que un día de trabajo una serie de eventos inesperados la pusieron frente a Liam Vidal, un Alpha dominante, que llevado por sus instintos se abalanza sobre ella. Después de allí comienzan a ocurrir sucesos que la obligan a correr lejos de la vida de aquel hombre, entre ellas es el hijo que ahora llevaba en su vientre.
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Capitulo 2. Mirada de Bestia Hambrienta
Desde que Aria tenia memoria, su madre siempre había sido así de enérgica, positiva y alegre, algo que contagiaba a todos los que la rodeaban, incluyendo el padre de Aria, quien por desgracia había fallecido hacia seis años atrás, dejándolas a ellas dos solas en aquella casa, ya que ella era hija única y no tenían contacto alguno con los familiares de su madre, mucho menos los de su padre.
- Pero mirate la cara, ¿estuviste trabajando toda la noche de nuevo? – le dice tocando las mejillas de Aria, mostrando una expresión de preocupación
- Estoy bien, no es nada – le dice Aria restándole importancia – mejor dime, ¿Cómo te sientes el día de hoy? – le dice cambiando el tema
- Sabes que tu madre siempre estará bien – le dice pellizcando su mejilla y Aria se hizo hacia atrás
- Claro, creo que mejor le pregunto a los doctores – le dice Aria sobando su mejilla
- Esos solo te darán puras quejas, mejor cree en mi palabra – le dice despreocupada
- Ja, ja, claro – le dice Aria riendo
Los gastos médicos de su madre no eran nada baratos, pero por lo menos se le estaba notando una gran mejoría en su semblante.
Después de hablar con el doctor encargado del caso medico de su madre y quedarse algo de tiempo charlando cosas irrelevantes con su madre, era hora de ir a descansar por al menos unas horas antes de tener que entrar nuevamente a trabajar.
Su cuerpo se sentía algo pesado, producto del cansancio provocado por las largas horas de trabajo que debía hacer casi todas las noches para poder cubrir con la cuota.
- Acaban de reportarnos que uno de los mesoneros tuvo un accidente, por lo tanto, no podrá venir el día de hoy, tendremos que cubrir esa vacante – dice viendo un cuaderno mientras le hablaba a todo el personal – Aria Vance, tú fuiste mesera antes de trabajar aquí, ¿no es así? – le dice volteando a verla
- Si – le responde
- Bien, por esta noche necesito que cubras el puesto de Axel, no puedo dejar ese puesto en el aire, tendremos una visita estricta esta noche y no quiero que tengo algo de lo que quejarse – dice suspirando
- ¿De quién se trata? – dice el jefe de la cocina
- Liam Vidal – dice en tono de tedio – como saben es muy conocido por sus arrebatos de ira, además no parece satisfacerse con ningún tipo de servicio, siendo el cliente más difícil con el que hemos lidiado – dice estresándose – bien, tratemos de que esta noche nos vaya excelente – dice disolviendo la reunión con los empleados
- Señor – le dice Aria luego de que todos salieran de la oficina de reuniones
- ¿Sí?, ¿Qué sucede Aria? – le dice cerrando el cuaderno
- Pues, creo que no me siento capacitada para atender a los Alphas, además yo soy ayudante de cocina – le dice alterada, sabía bien que al aceptar ese trabajo será pasar de la sarten al fuego
- Sí, yo sé que tal vez te puedas sentir nerviosa – le dice el gerente en tono amigable – pero debes entender que no puedo pedirle a otro que tome ese lugar, todos en la cocina tienen demasiado tiempo de experiencia y tú eres la única novata con la cual puedo contar – le dice suspirando - sé que no es justo contigo, pero no tengo a nadie más con tus cualidades, sé que puedes hacerlo – le dice dándole ánimos
¿Cómo decirle el verdadero motivo por el cual temía acercarse a los Alphas?, lo más seguro era que sería despedida en cuanto contara su verdadero sub género, así que solo le quedaba rezar para que todo saliera bien esa noche.
Por suerte cargaba con ella sus supresores de feromonas, que la ayudarían a superar aquel desafío, incluso si tomar más de uno por día estaba contra indicado, no tenía más alternativa, tomo dos de ellos y comenzó con su jornada laboral.
El servir a los dominantes se volvió una tarea fácil teniendo la ayuda de los supresores, gracias a eso pudo sobrevivir bien durante horas, además, el gerente tenía razón, no era algo tan complicado, solo debía llevar los servicios de comidas o bebidas cuando eran solicitados y luego abandonar la habitación de huésped.
Todo iba a pedir de boca hasta llegada la media noche, todos parecían estresados con el huésped de la habitación “C cuatro” quien era exigente con todos y cada uno de los servicios.
- Ahora está pidiendo Wisky – dice uno de los mesoneros suspirando del cansancio
- Cada vez se pone peor el lidiar con ese tipo – dice uno de los empleados de la cocina, ya era la quinta vez que se quejaba de su comida y mantenía a los mesoneros de un lado a otro
- Aria, ¿podrías ir tu esta vez? – le dice el compañero entregándole el servicio – necesito un momento para reponerme de tener que lidiar con ese hombre – dice en tono de tedio
- Está bien, yo me encargo – le dice tomando el carro de servicio
- Gracias- le dice el hombre respirando profundo mientras se sienta en un banco
Aria salió llevando el carro de servicio, preparándose mentalmente para lidiar con el cliente problemático y salir viva de allí. Subió por el ascensor y llego al piso, camino por el pasillo y apenas llego a la puerta se abrió de forma abrupta casi dando con su cara.
- ¡Largo! – escucha un fuerte grito mientras una mujer Omega sale corriendo de allí.
- ¿Cuál es su estúpido problema? – dice la mujer pasando hecha una furia al lado de Aria
De la habitación sale un hombre alto, corpulento e imponente, Aria se sintió incomoda ya que el hombre se encontraba sin camisa frente a ella, su mirada era igual a la de una bestia hambrienta.
La respiración de Aria se hizo pesada al igual que todo su cuerpo, se sentía arder, su garganta se secaba y sus piernas se debilitaban, inmóvil ante la imponente presencia de aquel Alpha, padeciendo bajo los efectos de las feromonas de aquel hombre. Sintiendo por primera vez en toda su vida, la experiencia de estar frente a las feromonas de un dominante, sin que siquiera los supresores pudieran ayudarla.
por cierto espero no me salgan con groserías por opinar así. debemos respetar las opiniones de cada comentarios sin necesidad de ofender porque pensemos distinto. considero que no le estoy faltado el respeto a la escritora solo porque haigas cosas que no me gusten.