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El Diablo que Me Ama

El Diablo que Me Ama

Status: Terminada
Genre:Yaoi / Mafia / Doctor / Maltrato Emocional / Malentendidos / Reencuentro / Amante arrepentido / Completas
Popularitas:346
Nilai: 5
nombre de autor: Belly fla

Josh es un joven psicólogo que comienza su carrera en una prisión de máxima seguridad.
¿Su nuevo paciente? Murilo Lorenzo, el temido líder de la mafia italiana… y su primer amor de adolescencia.
Entre sesiones de terapia peligrosas, rosas dejadas misteriosamente en su habitación y un juego de obsesión y deseo, Josh descubre que Murilo nunca lo ha olvidado… y que esta vez no piensa dejarlo escapar.

NovelToon tiene autorización de Belly fla para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 2

Josh apenas había dormido. Los ojos pesados y la mente aún dando vueltas con la misteriosa llamada de Murilo. Se arregló mecánicamente: camisa de vestir, pantalón negro, la bata blanca que intentaba darle un aura de profesionalismo que aún no sentía.

El edificio del instituto parecía más sombrío hoy. El pasillo largo, las puertas cerradas, el silencio pesado.

— ¡Buenos días, Josh! — La recepcionista sonrió, pero su mirada era de lástima. Todos sabían con quién estaba lidiando.

— Buenos días, Clara — Él le devolvió la sonrisa, forzada.

— Ánimo hoy, ¿eh? — El guardia de seguridad, Marcos, se cruzó de brazos. — El *tipo* ya llegó hace media hora. Pidió café y todo.

Josh tragó saliva.

— ¿Está esposado, al menos?

— Ni siquiera fue necesario. Vino todo educado, como si fuera solo un paciente más — Marcos sacudió la cabeza. — Pero ya sabes cómo es. Cuidado, muchacho.

Josh asintió y caminó hasta la puerta de la sala de terapia. Respiró hondo. *No muestres miedo. Mantén el control.*

Al abrir la puerta, Murilo ya estaba allí, sentado en el sillón como si fuera el dueño del lugar. Esta vez, sin el traje, solo una camisa de vestir abierta en el cuello, las mangas arremangadas, revelando tatuajes discretos que Josh no tuvo tiempo de descifrar.

— *Doctor Josh.* — Murilo sonrió, los ojos oscuros brillando como brasas. — Qué bueno que viniste.

— Buenos días, Murilo — Josh cerró la puerta y se dirigió a su silla, tratando de mantener la postura profesional.

— Buenos días, *señor* Josh — El tono era casi provocativo, como si Murilo supiera exactamente cuánto perturbaba eso al joven terapeuta.

Josh abrió el bloc de notas, evitando el contacto visual prolongado.

— ¿Cómo te sientes hoy?

— Como todos los días — Murilo se recostó en el sofá, relajado. — *Bien.* Pero quiero salir de aquí.

— Saldrás tan pronto como mejores — Josh repitió la línea estándar, pero sonó falso incluso para él mismo.

Murilo se rió suavemente, como si aquello fuera una broma particular.

— *Doctor Josh...* — Él se inclinó hacia adelante, los codos apoyados en las rodillas. — ¿Puedo hacerte una pregunta?

Josh dudó. *No caigas en sus juegos.*

— Claro. ¿Cuál es la pregunta?

— Vas a ser mi amigo, ¿verdad? — La voz de Murilo era dulce, casi infantil, pero los ojos eran de un depredador.

Josh sintió un escalofrío en la espalda. *Esto es una trampa.*

— Sí, claro — Respondió, automático, antes de que su cerebro pudiera procesar el error.

Murilo se rió, una risa suave, pero que resonó por la sala como un trueno.

— Genial — Él se recostó, satisfecho. — *Porque me encanta hacer nuevos amigos.*

Josh miró las notas, pero las palabras se borraban ante él. Ya había cometido su primer error.

Y Murilo lo sabía.

La sesión apenas había comenzado, y el juego ya estaba perdido.

Josh respiró hondo antes de comenzar la sesión de verdad. Necesitaba mantener el control, no dejar que Murilo percibiera lo nervioso que aún estaba.

— Bueno, empecemos nuestra sesión.

— Claro — Murilo respondió, relajado en la silla, los ojos fijos en Josh como si estuviera estudiando cada movimiento suyo.

Josh decidió comenzar con algo simple, tratando de construir algún tipo de rapport.

— Murilo, quiero saber... ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Murilo no desvió la mirada, manteniendo aquella mirada intensa que hacía que Josh se sintiera como un ratón siendo observado por un gato.

— Me gustan... los juegos — Respondió, los labios curvándose en una sonrisa lenta.

— ¿Qué tipo de juegos? — Josh preguntó, tratando de sonar interesado, pero su voz salió un poco más tensa de lo que le gustaría.

— Ajedrez — Murilo se inclinó un poco hacia adelante, como si estuviera compartiendo un secreto. — *Adoro* el ajedrez.

Josh frunció el ceño. Ajedrez. Un juego de estrategia, de control, de prever los movimientos del adversario. Tenía todo el sentido.

— ¿Eres bueno?

Murilo rió, un sonido suave y peligrosamente encantador.

— *Soy excelente.*

Josh dudó por un segundo, pero entonces tuvo una idea. Si conseguía involucrar a Murilo en algo que le gustaba, tal vez podría ganarse su confianza, o al menos, entender mejor cómo pensaba.

— ¿Y si traigo un ajedrez para jugar contigo?

Los ojos de Murilo brillaron, como si Josh acabara de caer en una trampa perfectamente armada.

— Me *encantaría* jugar contigo, doctor Josh.

Josh anotó algo en su bloc, tratando de disimular el escalofrío en la espalda. No sabía si aquello era una buena idea, pero ahora no había vuelta atrás.

— Bien. En la próxima sesión, entonces.

Murilo sonrió, mostrando los dientes blancos y perfectos.

— Apenas puedo esperar.

El silencio que siguió fue cargado, como si el aire entre ellos estuviera eléctricamente cargado. Josh se aclaró la garganta, tratando de retomar el control de la sesión.

— Mientras tanto, hablemos sobre...

Pero Murilo lo interrumpió, inclinándose aún más hacia adelante, la voz baja e íntima.

— Sabes, doctor Josh... en el ajedrez, siempre juego para ganar. Siempre.

Josh sintió un escalofrío recorrer su columna.

— Eso es... bueno. Es importante tener objetivos.

Murilo rió nuevamente, como si Josh hubiera dicho algo gracioso.

— *Exactamente.*

Josh se dio cuenta, entonces, de que no estaba solo lidiando con un paciente peligroso.

Estaba sentado frente a un jugador de ajedrez.

Y él, Josh, era solo una pieza más en el tablero.

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