NovelToon NovelToon
Redención Nuestra

Redención Nuestra

Status: En proceso
Genre:Romance / Posesivo / Oficina / Malentendidos / Romance de oficina / Mujer despreciada
Popularitas:421
Nilai: 5
nombre de autor: Koh

Rose estaba decepcionada del sentimiento llamado amor y por mucho tiempo no creyó en el ni lo buscó hasta que se involucró con él.

Silvain James es un hombre de una familia rica y poderosa pero que tenía más suciedad que el desagüe de la ciudad. Tampoco creía en el amor hasta que se involucró con ella.

Ambos terminaron casándose bajo las condiciones y amenazas del abuelo de Silvain. Juntos tienen que lidiar con la familia James y sus intrigas por la herencia de la compañía y riqueza que dejaba en vida el patriarca de la familia.

Entre sus días de casados y evitando los esquemas de esas personas, surge un secreto que podría causar grandes controversias y el fin del amor entre Rose y Silvain.

NovelToon tiene autorización de Koh para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 2

Rose llegó a su apartamento que estaba en el centro de Nueva York. Tenía el dinero para pagar un departamento dentro de esa zona metropolitana, y se dejó desplomar en su amplia cama en cuanto llegó a su habitación en la segunda planta.

Cerró los ojos tratando de no recordar, pero su mente traicionera, le mostraba las imágenes más vividas de su memoria. Aun no podía creer que se había dejado embaucar por la provocación de ese hombre, tal vez fue debido al alcohol, o que desde hacía tiempo había estado fantaseando con él, en todo caso, terminar enredada entre las sabanas bajo su dominio lujurioso, la dejaba descolocada y ciertamente un poco feliz. Porque el juraba y perjuraba que jamás la tocaría, que no le agradaba, que no la veía con buenos ojos, pero al final se tragó sus palabras. Toditas sus palabras.

Giró sobre su cama sintiendo su sonrisa abarcar todo su rostro y enseguida se reprendió, había pasado una maravillosa noche con él, pero así como él había afirmado, no volvería a pasar. Estaba un poco decepcionada, pero ella no era una rogona, aunque le coqueteó, jamás imploró por algo más, además de que le gustaba sacarlo de quicio con su flirteo. Verlo enojado por algo tan trivial, le hacía sentir un tanto soberbia, pero debía parar. Sabía soltar si no había nada garantizado y Silvain no era nada seguro, su desprecio era una afirmación de su visión y prejuicio hacia ella, aunque no sabía por qué.

En todo caso dejó todo eso al fondo de su mente, las cosas debían avanzar y así debía ser, hasta que se volvieron a ver en la cita a ciegas organizada por el abuelo George James.

James estaba indignado. Fue vilmente engañado que su abuelo estaba enfermo y acudió con prisa para ver cómo estaba el anciano, pero resultaba ser solo una treta para que se conociera con una candidata a esposa. Casi maldice, pero sabiendo el carácter del anciano y el respeto que le debía, se aguantó, mascullando palabrotas.

En cambio Rose estaba desconcertada con la propuesta del anciano, es cierto que le debía la gracia de sacarla de ese lugar horrible, pero hacer una cita a ciegas para su nieto, y que se trataba del mismísimo Silvain, la dejaba incomoda. Luego de haberse jurado no mirar de nuevo a ese hombre, resultaba que el anciano los quería juntar. Debía estar volviéndose senil si no podía ver la cara negra de su nieto de lo enojado que estaba.

El anciano solo sonrió.

Ya sabía de la noche loca de esos dos, y no es por eso que los quería unir, sino que perdía la esperanza que el estúpido de su nieto se casara, luego de haber padecido los horrores familiares y la indiferencia de sus propios padres, esperaba que hubiera alguien que lo quisiera aunque a veces era insoportable. Silvain no era malo cuando era niño, era muy cariñoso con él y con su nana, incluso con las mascotas que tenía, era un niño lleno de luz, pero luego del pleito legal de su custodia, y de haber vivido unos meses con su madre quien lo había secuestrado para sacar más dinero, él se volvió sombrío, indiferente y cínico.

Y cuando llegó a la adolescencia fue un dolor de cabeza, era rebelde, violento, y se metía en problemas, no estudiaba como se debía y todo el tiempo estaba haciendo sufrir a los demás que se veían más felices que él. Intentó que tomara terapia pero solo logró que el mocoso escapara, dejando a todos con la angustia de que le pasara algo grave.

George tenía miedo que alguno de sus tíos intentara lastimarlo, ya que la herencia de las compañías que tenía él en su mano, eran demasiados llamativos como para querer compartir con los demás. Le partía el corazón al anciano tener esa clase de familia pero era su karma por ser un hombre sin escrúpulos e infiel, ahora, pendería una espada en su cabeza si no hubiese amenazado que si moría en una circunstancia sospechosa, todos sus bienes se irían a la caridad. Entonces, todos se portaban “bien”, aunque cabe decir que aun todos parecen lobos hambrientos ante su legado.

Aunque, ya había elegido su heredero y no por favoritismo, sino porque realmente Silvain era un hombre responsable. Luego de su fase rebelde, estudió y salió de la universidad bien preparado. Lo hizo trabajar desde lo más bajo hasta llegar como director de finanzas por su propia cuenta, estaba seguro que se ganaría la dirección general con su astucia, pero no quería que peleara solo. Con una compañera más que capacitada para ayudarlo en momentos y circunstancias difíciles, le vendría bien. Aunque había algo mucho más poderoso para querer unirlos.

-Silvain, ya sabes que estás en edad de casarte y quiero ver mis bisnietos antes de morir.

-Ya tienes cinco, ¿para qué quieres ver los de mi parte? – contestó molesto Silvain.

Odiaba que intentaran obligarlo a hacer cosas que no quería y más aún si se trataba de su matrimonio, cosa que jamás querría ejecutar porque no creía en ello. Era un pérdida de tiempo y energía dedicarse a otra persona que no sabrías si te apuñalaría por la espalda en cualquier momento.

En cambio Rose sentía que era una clase de chantaje por el favor que le debía al anciano. Ya había hecho muchas cosas para él, para su empresa, pensó que era suficiente como paga por haberla ayudado en su momento más difícil, pero parecía que el anciano quería abusar de ello. Quería protestar, pero el anciano dijo sus condiciones, que más parecían amenazas.

-Ya lo decidí – sentenció – Ustedes se casarán dentro de una semana.

-¿Qué?

-¿Pero abuelo?

El anciano emitió golpes con su bastón al piso, y ambos se callaron.

-No estoy preguntando, ya di la orden. La cumplirán o toda mi herencia se irá al gobierno.

-Por mí, hazlo – Silvain giró la cabeza a un lado molesto – tengo mi propia compañía, solo he venido al trabajo para darte gusto y nada más.

El anciano soltó una carcajada.

-Adivina quién es el segundo accionista con más poder dentro de tu empresa – lo miró con burla, – En cuanto sepan que yo tengo bastantes acciones, si yo lo pido, todos me venderán las suyas y seré el dueño de tu pequeña compañía, querido nieto.

Silvain se paró muy enojado y miró a Rose con furia, tenía la sospecha que ella quería amarrarlo.

-¡Lo planeaste! – afirmó.

Rose ni lo miró y no porque le diera razón, sino porque era un pobre diablo que ya la resentía, y jamás entendería razones y menos si ella intentara aclarar que no era así.

-No digas tonterías – dijo el anciano luego de beber un sorbo de su té – Ella tampoco sabía que yo quería que se casara contigo, pero si tu no quieres está bien – miró a Rose con cariño – Hay otro candidato adecuado, no es de la rama principal, pero sería de gran ayuda para ti cariño. Si te casas por un año, tu deuda será saldada.

Rose negó cansada, parecía que el anciano no desistiría en casarla. Quería negarse, pero aún le debía, si con esto saldaba toda su deuda, accedería únicamente si luego del año, podría divorciarse sin escándalos ni impedimentos.

-¿Quién es el otro candidato?

El enojo de Silvain se disipó en cuanto ella preguntó por otro hombre. No podía creer que ella haría lo que fuere para estar casada con un hombre rico.

-Y dices que…

-Zaphyr Diamantis – interrumpió el abuelo antes de que su nieto la cagara – Ya hablé con él antes, está dispuesto si eres tú querida.

Rose asintió. Conocía a Zephyr desde hacía tiempo. Era un buen tipo, caballeroso, galante y guapo. No se había acostado con él, pero las oportunidades nunca se dieron. Antes de que ella aceptara, Silvain se interpuso.

-Acepto tu propuesta abuelo.

Ambos miraron con duda al hombre que cambió de opinión.

-¿Por qué cambiaste de parecer?

-Si de todas formas vas a buscar a otra mujer para obligarme a casarme, prefiero a esta, al menos ya conozco sus mañas.

El abuelo sonrió. Rose quería negarse, pero el abuelo George habló más rápido que ella.

-Bien, la fecha de la boda será en una semana como dije. Ya tengo la casa para que vivan juntos.

En cuanto terminó su sentencia, el anciano se puso de pie con ayuda de su mayordomo y entró a su habitación. Hablar con esas cabezas duras lo habían dejado agotado, pero estaba feliz que todo saliera tan bien, conocía al testarudo de su nieto y se daba cuenta que le gustaba Rose, solo que era un imbécil para darse cuenta por sí mismo, así que le daría una ayudadita.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play