La Gordita Será Mi Reina

"Contigo, cada momento es mágico",

💝

El viento azotaba los muros del puerto francés cuando un carro oscuro se detuvo frente a un hotel sencillo.

Del auto descendió una mujer con un abrigo negro y el rostro oculto bajo un velo. No era otra que Bárbara Montilla.

Sus pasos eran firmes, calculados, aunque en sus brazos sostenía un pequeño bulto cubierto con una manta gris.

* Tranquilo, bebé susurró con voz fría. Nadie tiene que saber quién eres todavía.

Sus ojos, una mezcla de rabia y locura contenida, reflejaban el fuego de quien ha perdido todo… y está dispuesta a recuperarlo con sangre.

" Tan descarada, la loca esa" 🤭

Sobre la mesa del cuarto que alquiló, abrió un periódico inglés.

* Los reyes celebran el nacimiento de los príncipes reales. Y los presentan a su pueblo, tres meses de felicidad.

Dos rostros preciosos en la portada, dormidos entre los brazos de su madre.

Isayel. susurró Bárbara apretando el papel con tanta fuerza que sus uñas rompieron la hoja.

¿Feliz? 🤣, Pues no por mucho tiempo.

Luego bajó la vista hacia el bebé de un mes que cargaba en sus brazos.

Tú, mi pequeño, serás mi venganza. Mi arma secreta 😎

No deje mi país y sufrí como una condenada para terminar sin nada, Adrick será mío, así como lo han sido todos los que han pasado por mi cama 🤣

" Definitivamente está mujer, esta reloca"

En el palacio, la vida era una canción.

Los mellizos crecían rodeados de amor, protegidos por la familia y los fieles de la corona.

Adrick había jurado protegerlos con su vida, e Isayel, convertida en una reina amada por el pueblo, irradiaba luz y paz.

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El eco de las campanas reales se mezclaba con los rumores en los pasillos del palacio.

Decían que los reyes … ya no dormían en la misma habitación.

Que las discusiones se habían vuelto frecuentes.

Que el amor, ese que todos habían admirado, empezaba a romperse como una hoja de papel.

Bárbara sonreía desde las sombras de su nuevo refugio, convencida de que su plan estaba resultando.

La distancia es mi aliada susurró frente al espejo. El dolor siempre abre puertas.

Mientras tanto, en las habitaciones privadas del ala este, Kira, Isabella y Aimara observaban a los jóvenes esposos ensayar la siguiente parte de su “pequeño teatro”.

Adrick, con el ceño fruncido, practicaba su papel.

No me mires así, mi reina. Si alguien te ve sonreír, sabrán que todo es mentira.

Ella se mordió el labio para no reír.

* Pues debería enojarse un poco menos, su alteza. No quiero que el reino piense que te has convertido en un ogro.

* Eso ya lo piensan algunos. bromeó él, levantando una ceja.

Isabella tosió con elegancia.

Niños, concéntrense. Bárbara debe creer que su matrimonio se está desmoronando. Solo así mostrará sus verdaderas intenciones.

Kira asintió, con esa calma que imponía respeto hasta en los guardias.

Así es mis niños ya sabemos que ella se encuentra aquí y tenemos qué hacer que salga por sí sola.

Isayel, confía en tu intuición. Y tú, Adrick … haz lo que tu padre haría sin dudar: protege lo que amas sin perder la razón.

Isayel respiró hondo, más fuerte que nunca.

Que empiece el juego.

Días después, los rumores estallaron.

* ¡Los reyes Adrick e Isayel se distancian!.

Se dice que el rey duda de la paternidad de los mellizos.

Los tabloides, las redes, los nobles... todos hablaban.

Bárbara, encantada con el caos, decidió hacer su movimiento final presentar al niño de cuatro meses como el verdadero heredero.

El supuesto hijo de Adrick, nacido en secreto durante su matrimonio con Isayel.

Pero mientras ella preparaba su golpe maestro, Kira y Arthur ya tenían en su poder los documentos del laboratorio real.

La prueba de ADN.

Y con una sonrisa cómplice, Aimara susurró:

Pobre ilusa… cree que mueve las piezas, sin saber que ella es la jugada.

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😍

El Palacio brillaba como un diamante aquella noche.

Era la gala más esperada del año, la celebración por los seis meses de los herederos reales.

Los nobles, diplomáticos y periodistas llenaban el salón principal, murmurando entre copas de champán y cortinas de terciopelo.

En el centro, Isayel conversaba con una sonrisa amable, luciendo un vestido de seda azul claro, sencillo, pero tan elegante que parecía tejido con luz.

Lejos de ahi, Adrick, impecable con su uniforme real, tenía esa expresión serena y segura que el pueblo tanto admiraba.

pero la verdadera pregunta aquí era, ¿se divorciarian los reyes?

Los mellizos, en brazos de sus niñeras, robaban miradas y suspiros.

* Mira esos cachetes, idénticos al rey Adrick decía una con risita.

Y esa sonrisa… igualita a la de la reina Isayel respondía otra.

Todo era armonía … aparentemente

Hasta que el murmullo cambió de tono.

Las puertas del salón se abrieron de golpe.

Los guardias se tensaron.

Y allí estaba ella, la manzana 🍎 de la discordia. Bárbara Montilla.

Enfundada en un vestido dorado que casi cegaba, con un collar tan grande que parecía una cadena de 🐕 perro🤭.

Avanzó lentamente, con su bebé en los brazos, envuelta en una nube de perfume y arrogancia.

* Su Majestad dijo con una sonrisa venenosa. Lamento no haber sido invitada… pero creo que mi hijo también tiene derecho de conocer a su padre.

A la final tiene más derechos que esos bebés que no son tuyos mi amor.

entregándole un sobre

Un silencio sepulcral cayó sobre el salón.

Los flashes de las cámaras empezaron a estallar como relámpagos.

Adrick apretó la mandíbula.

Isayel permaneció inmóvil, serena.

Desde el fondo, se escuchó la voz de una anciana entre el público:

*¿Padre, dice? ¡Pero si ese niño no se parece en nada a nuestro rey Adrick!

* ¡Ni a los abuelos!, agregó otra, entre risas contenidas. Los verdaderos herederos están ahí, mírenlos… ¡Dos góticas de agua parecidos a sus padres!

Las risas se extendieron como un murmullo incontenible.

Bárbara palideció.

Intentó recuperar la compostura.

* No necesitan creerme. Las pruebas lo dirán.

Adrick abrió el sobre siguiendo el plan ya sabía lo que ese sobre contenía, Bárbara había falsificado la prueba.

Mostró el contenido del sobre donde decía que el bebé era suyo.

Kira, desde el palco real, se levantó con un aplomo digno de su linaje.

Nosotros también las tenemos, querida, alzando un sobre cerrado con el sello de la corona.

Y te aseguro que los resultados no te favorecerán.

El salón estalló en murmullos.

Kira cruzó los brazos, imponente.

Te dimos la oportunidad de cambiar y decir la verdad, Bárbara. Pero elegiste venir aquí con tus mentiras … otra vez.

Kira también abrió el que tenía en su poder, enseñando su contenido.

Los presentes estaban asombrados 😲

La de Bárbara era falsa porque la corona no mentiría en algo tan delicado. Decían todos.

El niño en brazos de Bárbara comenzó a llorar, como si presintiera la verdad que se habia revelado.

Y mientras ella intentaba calmarlo, Adrick e Isayel se miraron con ternura.

Adrick tomó la mano de Isayel y le susurró a Bárbara:

Fin del juego.

El público, que adoraba a su reina, comenzó a aplaudir.

Y entre los aplausos y la música, Bárbara comprendió que no había perdido solo el poder… ¡¡NO!!

Había perdido la batalla contra el verdadero amor💘.

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Hola mis querid@s lector@s 👋 🤗

Les deseo una feliz tarde