𝖤𝗌𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗊𝗎𝖾 le 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖾 
𝖸 𝗊𝗎𝖾 𝗆𝖾 𝖺𝗉𝗈𝗒𝖾𝗇 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗅𝖾 𝖺𝗉𝗈𝗒𝗈 𝖺 𝗎𝗌𝗍𝖾𝖽𝖾𝗌
NovelToon tiene autorización de Lobita Dulzura para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
24
Los dos chicos que estaban hablando frente a Nikolai miraron hacia él, notando su aspecto desaliñado y su expresión de satisfacción. Uno de ellos, un tipo alto y delgado, levantó una ceja y se rio entre dientes.
—Vaya, parece que alguien se divirtió durante el receso. ¿Qué tal fue la clase de hoy, campeón?
El otro chico, más bajo y con gafas, se unió a la burla.
—Sí, ¿qué hiciste con esa chica para dejarla así? No la hemos visto desde que sonó la campana.
Nikolai se enderezó y se pasó una mano por el cabello, con un gesto despreocupado pero orgulloso. Su mirada se oscureció ligeramente mientras pensaba en Elica y lo que acababa de hacerle.
—La chica se ofreció voluntaria para un proyecto especial. —respondió con una sonrisa burlona, su voz llena de insinuaciones. —Digamos que fue... muy participativa.
El alto chico soltó una carcajada y le dio un codazo a su amigo.
—¿Voluntaria? Suena como si hubiera disfrutado más que tú, ¿no crees? —se burló, guiñando un ojo.
Nikolai se rio entre dientes ante el comentario del alto chico, sin negarlo. Su mirada se volvió hacia la puerta por donde Elica había salido, imaginando cómo estaría ahora, llena de su s∆men y marcada por él. La idea lo llenó de satisfacción y orgullo, y sintió cómo su miembro se endurecía un poco más dentro de sus pantalones.
El chico más bajo se acercó un poco más, observando los moretones en el cuello de Nikolai y las marcas de uñas en su espalda.
—Parece que ella te dejó un poco marcado también, amigo. ¿Fue tan buena como para que te quedaras sin palabras?
༶•┈┈⛧┈♛ 𝐸𝑙𝑖𝑐𝑎 ♛┈⛧┈┈•༶
Elica estaba sentada en su pupitre de matemáticas, intentando concentrarse en la clase pero fallando miserablemente. Su mente seguía en el salón con Nikolai, recordando cada detalle de lo que había sucedido. Su cuerpo aún palpitaba con las sensaciones de su orgasm∆y el nudo que había soportado. La semilla de Nikolai se sentía caliente dentro de ella, y cada vez que se movía, sentía cómo se filtraba un poco más.
Cris se sentó junto a ella y notó su estado distraído. Se inclinó hacia ella y le susurró al oído.
—Hey, ¿estás bien? Pareces un poco... ida
Elica se sobresaltó ligeramente al escuchar la voz de Cris, sacada de sus pensamientos. Parpadeó un par de veces y trató de enfocarse en su amiga, pero no pudo evitar que su mirada se desviara hacia la ventana, recordando cómo Nikolai la había follad∆ contra ella.
—Sí, estoy bien. —mintió, con la voz un poco temblorosa. Intentó sonreír, pero no pudo ocultar el rubor en sus mejillas ni la forma en que se retorcía incómodamente en su asiento debido al semen que aún llenaba su interior.
Cris la miró con sospecha, notando la incomodidad y el rubor. Frunció el ceño y se inclinó más cerca, bajando aún más la voz para que nadie más escuchara.
—No te creo. Parece que acabas de ver un fantasma o algo así. ¿Qué pasó? Y no me digas que nada porque puedo ver que estás distraída. —dijo, señalando el uniforme rasgado y desaliñado de Elica.
Elica se mordió el labio inferior y miró hacia abajo, notando por primera vez el estado de su uniforme. Su falda estaba desgarrada en la parte de atrás y manchada con fluidos. Su camisa estaba desabotonada hasta el ombligo y su sostén se veía claramente. Su cabello estaba despeinado y sus labios estaban hinchados por los besos de Nikolai. Sintió una oleada de vergüenza y culpa invadirla, pero también un extraño sentimiento de orgullo por haber sido tomada tan brutalmente.
Intentó pensar en una excusa increíble, pero su mente estaba nublada por el recuerdo del nudo y la posesividad de Nikolai.
—N-nada, de verdad. Solo... me distraje con mis deberes en el almuerzo. —mintió nuevamente, evitando el contacto visual con Cris.
𝐸𝑙𝑖𝑐𝑎 𝑠𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑠𝑜́ 𝑎𝑢́𝑛 𝑚𝑎́𝑠 𝑎𝑙 𝑑𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝐶𝑟𝑖𝑠 ℎ𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑣𝑖𝑠𝑡𝑜 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑎. 𝑅𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑜́ 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑜 𝑎𝑙 𝑐𝑢𝑒𝑙𝑙𝑜, 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑢𝑏𝑟𝑖𝑟𝑙𝑎, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑜 𝑡𝑎𝑟𝑑𝑒. 𝑆𝑢 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑠𝑒 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑖𝑜́ 𝑚𝑎́𝑠 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑎 𝑦 𝑛𝑒𝑟𝑣𝑖𝑜𝑠𝑎 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑙𝑢𝑐ℎ𝑎𝑏𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑦 𝑛𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑎𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑑𝑖𝑑𝑜. 𝐸𝑙 𝑠𝑒𝑚∆𝑛 𝑑𝑒 𝑁𝑖𝑘𝑜𝑙𝑎𝑖 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖́𝑎 𝑔𝑜𝑡𝑒𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑙𝑙𝑎, 𝑢𝑛 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑟𝑑𝑎𝑡𝑜𝑟𝑖𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑏𝑟𝑢𝑡𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑦 𝑑𝑜𝑚𝑖𝑛𝑖𝑜.
𝑀𝑖𝑟𝑜́ 𝑎 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑎𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑚𝑎́𝑠 ℎ𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑛𝑜𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑎 𝑜 𝑠𝑢 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑙𝑖𝑛̃𝑎𝑑𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑢𝑑𝑖𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑟𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑐𝑢𝑟𝑖𝑜𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑.
𝐶𝑟𝑖𝑠 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑜́ 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝐸𝑙𝑖𝑐𝑎 𝑦 𝑛𝑜𝑡𝑜́ 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑢𝑑𝑖𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑠𝑢𝑠𝑢𝑟𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑦 𝑠𝑒𝑛̃𝑎𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑟𝑒𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑒𝑙𝑙𝑎. 𝐴𝑙𝑔𝑢𝑛𝑜𝑠 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑎𝑛𝑒𝑟𝑎 𝑏𝑢𝑟𝑙𝑜𝑛𝑎, 𝑦 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑖́𝑎𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠𝑡𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑠𝑢 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎.
—¿𝑉𝑒𝑠? 𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎́ 𝑑𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎. —𝑑𝑖𝑗𝑜 𝐶𝑟𝑖𝑠 𝑒𝑛 𝑣𝑜𝑧 𝑏𝑎𝑗𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑓𝑖𝑟𝑚𝑒. —𝐴𝑙𝑔𝑜 𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝑖𝑡𝑖𝑣𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑜́. 𝑌 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑒𝑜, 𝑓𝑢𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑒. 𝑁𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟 𝑛𝑒𝑔𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑙𝑜, 𝐸𝑙𝑖𝑐𝑎. 𝐸𝑠𝑡𝑎́𝑠 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑎 𝑢𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑠𝑡𝑟𝑒.
𝐸𝑙𝑖𝑐𝑎 𝑠𝑖𝑛𝑡𝑖𝑜́ 𝑢𝑛 𝑛𝑢𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑔𝑎𝑟𝑔𝑎𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑙𝑎𝑠 𝑙𝑎́𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑎𝑐𝑢𝑚𝑢𝑙𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠. 𝑁𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖́𝑎 𝑎𝑑𝑚𝑖𝑡𝑖𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑑𝑖𝑑𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑚𝑝𝑒𝑧𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑜. 𝑆𝑢 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖́𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑙 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑁𝑖𝑘𝑜𝑙𝑎𝑖, 𝑠𝑢 𝑐𝑜𝑛̃∆ 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑖́𝑎 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑠∆𝑚∆𝑛 𝑑𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑠𝑢 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖́𝑎 𝑟𝑒𝑝𝑟𝑜𝑑𝑢𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑠𝑎𝑙𝑜́𝑛. 𝑆𝑢 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑠𝑒 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑖𝑜́ 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒𝑐𝑜𝑟𝑡𝑎𝑑𝑎 𝑦 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑡𝑜́ 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑢𝑠𝑙𝑜𝑠, 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑒𝑙 𝑓𝑙𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑚𝑒𝑛𝑎𝑧𝑎𝑏𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑔𝑜𝑡𝑒𝑎𝑟.
𝑆𝑢𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑡𝑒𝑚𝑏𝑙𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑏𝑎𝑗𝑎𝑏𝑎 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑏𝑒𝑧𝑎, 𝑖𝑛𝑐𝑎𝑝𝑎𝑧 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎𝑟 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑢𝑟𝑚𝑢𝑙𝑙𝑜𝑠.
𝐶𝑟𝑖𝑠 𝑛𝑜𝑡𝑜́ 𝑞𝑢𝑒 𝐸𝑙𝑖𝑐𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑎𝑙 𝑏𝑜𝑟𝑑𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑙𝑎́𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑦 𝑠𝑢 𝑒𝑥𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑠𝑒 𝑠𝑢𝑎𝑣𝑖𝑧𝑜́ 𝑢𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜. 𝐴 𝑝𝑒𝑠𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑝𝑟𝑒𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛, 𝑠𝑒 𝑎𝑐𝑒𝑟𝑐𝑜́ 𝑚𝑎́𝑠 𝑦 𝑙𝑒 𝑡𝑜𝑚𝑜́ 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑.
—𝐸𝑙𝑖𝑐𝑎, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟, 𝑑𝑖𝑚𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑. —𝑝𝑖𝑑𝑖𝑜́ 𝑐𝑜𝑛 𝑣𝑜𝑧 𝑚𝑎́𝑠 𝑔𝑒𝑛𝑡𝑖𝑙 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑓𝑖𝑟𝑚𝑒. —𝑁𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒́ 𝑠𝑒𝑎, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑛𝑒𝑐𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑠𝑖 𝑒𝑠𝑡𝑎́𝑠 𝑏𝑖𝑒𝑛. 𝑌 𝑛𝑒𝑐𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑞𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑡𝑒 ℎ𝑖𝑧𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑜.
Elica apretó la mano de Cris, buscando algo de consuelo en su amiga. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras luchaba internamente con la vergüenza y el miedo. No quería traicionar a Nikolai, pero tampoco podía seguir mintiendo. Su voz salió entrecortada y apenas audible.
—Y-yo... yo no... no puedo decirlo... —susurró, sollozando suavemente. —Él me dijo que no dijera nada a nadie... que era nuestro secreto...
kiero más capítulo