...no tengo donde ir, no tengo nada , lo he perdido todo, la familia que creía tener, la que verdaderamente me amó y encontró su fin por mi culpa, el patrimonio dejado por mis padres, mi esposo, mi amiga, lo perdí todo y también mi vida ya que se han encargado de quitármela y lo peor es que no solo la mía...
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Pasión desenfrenada
Omar: lo siento no debí. *Cuando intento soltarme no me lo permite.*
Alejandra: no te alejes. *Lo abrazo fuerte, como un náufrago que se aferra para no ahogarse.*
Omar: esta bien, pero salgamos de la lluvia. *La guío hasta mi auto*. ¿A dónde debo llevarte?
Alejandra: no lo sé.
Omar: *no pregunto más y pongo rumbo a mi hogar. Aún no puedo creerlo, la reconocí de inmediato cuándo la vi caminar bajo la lluvia tan abatida, supe de inmediato que no estaba bien. Llegamos, la ayudo a bajar, entramos. Solo se queda parada, parece no tener voluntad, solo se deja llevar por mí*. ¿Qué sucedió contigo?. *Levanto su rostro para que me mire a los ojos, solo para descubrir una expresión ahogada en llanto.*
Alejandra: ¿aún sientes algo por mí?
Omar: ¿acaso eso importa?
Alejandra: sí
Omar: siempre serás alguien especial para mí. Pero no seré el remplazo de nadie. Si las cosas no van bien en tu matrimonio solo puedo brindarte mi amistad y apoyo.
Alejandra: *siempre fue sincero, ojalá lo hubiese conocido primero*. Las cosas con Julián no van bien, pero no lo dije por eso. No eres el remplazo de nadie, tampoco lo hago por desquite. Mas bien, es mi primer y último acto de rebeldía.
Omar: ¿rebeldía?
Alejandra: sí, déjame ser egoísta aunque sea injusto para tí. Pero lo necesito, en verdad lo necesito.
Omar: ¿qué necesitas?
Alejandra: sentirme amada aunque sea solo una vez.
Omar: *no me esconde su fragilidad. No sé qué sucede, pero debió pasar algo grave para que esté en este estado.*
Alejandra: *tomo mi teléfono y le escribo a mi "esposo"*. No iré en unos días no me siento bien. Estaré en un sanatorio volveré cuando me sienta mejor ,se que estas ocupado así que no te preocupes no es nada grave. *Un mensaje tan lleno de hipocresía como me han mostrado. Estoy segura que le gustará está noticia, dejo caer el teléfono. Poco me importa si se rompe ahora mismo. No quiero saber de nadie.*
Omar: ¿qué te sucedió?
Alejandra: al fin me golpeó la realidad.
Omar: no entiendo a qué te refieres, pero primero deshagamonos de la ropa mojada. No quiero que te refríes.
Alejandra: es cierto. *Comienzo a quitar toda mi ropa, pero soy detenida.*
Omar: *se empieza a desnudar pero la detengo*. ¿Qué haces?
Alejandra: ¿no quieres?
Omar: *no lo puedo creer, no sé cuánto tiempo una escena como esta solo era posible en mis más locas fantasías. Pero que en verdad suceda me deja completamente perplejo*. ¿Qué es lo que quieres de mí?
Alejandra: a tí
Omar: ¿por qué?
Alejandra: porque nunca nadie me ha mirado con esa intensidad.
Omar: no estás pensando con claridad, obviamente no estás bien. No hagas algo de lo que te avergüences después.
Alejandra: supongo que ya no soy de tu agrado, ni siquiera cuando te lo pido de esta manera.
Omar: ¿hablas en serio? *No me responde, pero no muestra dudas*. No te arrepientas después. *No me aguanto más y la beso, mentiría si dijera que no estoy ansioso y desesperado por ella. Por cumplir lo que creí que solo sería un sueño, pero no puedo evitar pensar que me estoy aprovechando de un momento de debilidad y que luego llegará el arrepentimiento y no quiero eso.*
Alejandra: *es dulce, atento, pero siento que está en conflicto. Pero no quiero que se detenga.*
Omar: *debo parar, no quiero aprovecharme. Pero soy detenido por sus manos temblorosas y esos ojos que piden a gritos una muestra de cariño. Si lo que quiere es sentirse amada yo puedo darle eso. Llegamos a la cama entre besos y caricias dejando un rastro de ropas mojadas tras nosotros. Acaricio su cuerpo dejando marcas por dónde quiera que pase. Ésta noche es solo mía.*
Alejandra: *nunca me había sentido así. Me toca como si me conociera de toda la vida, mi cuerpo reacciona a él. No tenía idea de que se pudiera sentir tanto placer solo con su toque. Con Julián era bueno, pero esto no tiene comparación. Es como si borrara las huellas de ese malnacido de mi cuerpo y lo moldeara solo para que responda ante él. No tiene prisa, se toma su tiempo para llevarme al límite. Me acomoda a su antojo, recorre mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza. Puedo sentir su piel contra la mía, su aliento que me hace erizar, no se cuántas veces me llevó al clímax solo jugando con mi cuerpo. Pero muero por unirnos mas físicamente y como si adivinara mis pensamientos.*
Omar: aún no, después de ésta noche tu cuerpo no reconocerá otras manos que no sean las mías y no aceptará la cercanía de otro hombre que no sea yo.
Alejandra: *finalmente después de tanto tiempo puedo sentirlo por completo. Ese vaivén lento y tortuosamente placentero, siento que mi corazón va a explotar y cuando pienso que no puede ser mejor da rienda suelta a su deseo. Creo que perdí la noción del tiempo, de mi misma, me entregué como nunca antes lo había hecho, me olvidé de todo y de todos. Esta noche solo él es el dueño de cada pensamiento que se cruza por mi mente en los pequeños momentos de lucidez que rápidamente son devorados por el deseo, la pasión y ese toque de inmoralidad que produce una aventura. La cuál deseo no sea de solo una noche, porque tengo la impresión que no habrá otro hombre que me haga sentir como él.*
Mientras Alejandra se descubría a si misma desde una perspectiva diferente. Julián leía el mensaje enviado horas atrás.
Lidia: ¿qué quiere la tonta ahora?
Julián: parece que el veneno ya está en su fase final, no estará por un tiempo.
Lidia: mejor, así tenemos más tiempo para nosotros. Pero es extraño usualmente estaría pegada a tí.
Julián: ya me encargaré de encontrarla y dar una actuación dinga de un Óscar. Aprovechemos su ausencia en algo más productivo.
Lidia: desde luego.
Alejandra: *despierto, estoy sola. A mi mente llegan los recuerdos de la apasionante noche que ambos tuvimos, solo me saca de mi mundo el ruido producido por la puerta al abrirse y por ella entra Omar con una bandeja con algo de comer para ambos. La coloca en mis piernas y se sienta a mi lado.*