Isabela es una enfermera experimentada, especializada en cuidados especiales, acostumbrada a tratar con pacientes en condiciones graves y delicadas. Cuando es contratada para cuidar a Renato, un joven que lleva 10 años postrado en cama debido a un accidente, enfrenta el trabajo con la seriedad y profesionalismo de siempre. Sin embargo, lo que comienza como una rutina tranquila de cuidados pronto toma un giro extraño. Isabela empieza a escuchar una voz misteriosa dentro del cuarto de Renato, pero al mirar alrededor, se da cuenta de que está sola con el paciente. Inicialmente escéptica sobre la posibilidad de que existan espíritus, se ve desafiante a enfrentar algo que no puede explicar. La voz parece dirigirse a ella, como si el propio Renato, en su estado inmóvil, fuera capaz de comunicarse de una manera que ella jamás imaginó posible. La enfermera se ve dividida entre su cordura y lo que parece una conexión sobrenatural. ¿Es víctima de un delirio, o Renato realmente está intentando hablar con ella, de una forma que trasciende la lógica médica? Día tras día, la línea entre lo real y lo inexplicable se vuelve más tenue, e Isabela debe enfrentar sus propios miedos y dudas para entender lo que está sucediendo.
NovelToon tiene autorización de R.R.Floriano para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 24
Cité con la doctora justo después del almuerzo porque es el horario en el que me siento un poco mejor. Todo lo que me ha mandado hacer, lo he estado haciendo, pero continúo sintiéndome muy mal.
Cuando llega la doctora, estoy durmiendo. Julia me llama y le pido que la doctora suba. Ella sube y comienza mi ultrasonido. Cuando el ruido invadió la habitación, me emocioné tanto que empecé a llorar.
_ Isa, tu bebé está creciendo fuerte y sano, y tu malestar pronto pasará. Intenta controlarte para no comer mucho y así controlar el peso, vuelvo el mes que viene.
Después de que la doctora se fue, Renato me dijo:
_ Nuestro bebé es un chico fuerte, ¿escuchaste su corazón? Parecía que las paredes iban a caerse, continúo con el sonido dentro de mi cabeza.
_ Podría ser una niña, todavía no lo sabemos.
_ Si es una niña tan linda como tú, seré muy feliz.
Me quedé allí abrazada a mi marido pidiéndole a Dios que le permita despertar para poder vivir la emoción de ser padre.
***Tres meses después.
Estoy entrando en el quinto mes de embarazo, hoy viene la doctora y nos dirá el sexo, creo que es un niño, Renato quiere una niña, dice que así tendré una amiga para aliviar mi soledad.
Duermo todas las noches con la mano de Renato encima de mi barriga, parece que así lo siento más cerca. No insisto más en que intente volver porque lo necesito conmigo, tengo miedo de que lo intente y entre muy profundo en el coma y yo ya no pueda hablar con él.
… La doctora entra en la habitación y está tan acostumbrada a oírme hablar con Renato que también habla con él…
_ Buenas tardes, Renato, debes estar emocionado porque hoy vas a saber el sexo de tu bebé. Isa cree que es un niño, veamos si está en lo cierto.
Preparó el equipo y comenzó el examen, tomó las medidas, escuchamos el corazón y finalmente la vi fruncir el ceño y mover el aparato de un lado a otro de mi vientre.
_ ¿Ya tienen los nombres?
_ Si es niña, Alina, y si es niño, Rodrigo.
_ Pues, Alina, tu madre creía que ibas a ser un niño, pero no es así.
_ Es una niña, ¿lo ves, Renato?, tendrás a tres mujeres mandándote, a mí, a tu madre y a tu hija.
Cuando pasé la mano por su rostro, sentí las lágrimas, sé que debe estar culpándose porque no estará aquí para sostener a nuestra bebé en brazos.
La doctora terminó el examen y se fue. Intenté hablar con Renato, pero no me respondió. Bajé a hablar con Julia porque ahora sí podemos preparar la habitación.
Pasaron dos meses más, me siento como una pelota. D.ª Aurora contrató a una enfermera para que me ayudara con los cuidados de Renato, no lo dejo solo con ella ni un minuto, parece una locura, pero siento celos, tengo miedo de que la encuentre más guapa que yo ahora que estoy gorda.
Pero lo único que siento es que él está incómodo e intenta bromear sobre la situación.
_ Ahí viene tu amiga queriendo ponerme sus manos encima, dile que la única que puede hacerlo eres tú, querida.
Casi no puedo hablar con él, la enfermera siempre está ahí, incluso por la noche duerme en la habitación. Pero solo faltan dos meses y, después de eso, la echaré y cuidaré de los dos.
_ Doña Isabela, ¿podría dormir en una cama separada del señor Renato?, porque necesito revisar sus signos vitales y termino interrumpiendo su sueño.
_ No te preocupes por mi sueño, no dormiré separada de mi marido y, si te está incomodando, puedo buscar a otra que no encuentre esto un impedimento.
_ No me malinterprete, su marido es un paciente postrado en cama y usted necesita cuidarse, para que su parto sea tranquilo.
_ Puedes estar segura de que yo me cuido muy bien.
_ ¿Puedo hacerle una pregunta personal?
_ Hazla.
_ ¿Cuánto le están pagando por tener un hijo del señor Renato?
_ Te estás metiendo en un asunto privado.
_ Es que me quedé pensando, nadie en su sano juicio aceptaría tener un hijo de un hombre en las condiciones en las que se encuentra el señor Renato, a no ser que fuera por mucho dinero.
_ Puedes bajar y hablar con Julia, estás despedida.
_ Pero, señora Isa, usted me necesitará.
_ No, necesitaré una enfermera y puede ser cualquiera.
_ No me despida, necesito el trabajo.
_ Deberías haber pensado en eso antes de meterte en mi vida privada, sal de aquí ahora mismo.