¿Qué harías si un día despertaras en un mundo totalmente desconocido?
Andaira, una joven del siglo XXI, despierta en la majestuosa mansión Valois sin memoria y con más preguntas que respuestas. En un reino de magia y misterio, deberá desenterrar los secretos de su pasado y descubrir su verdadero destino. Rodeada de intrigas y peligros, Andaira se encuentra con Kaiden, un valiente príncipe y poderoso general, quien la ayudará a enfrentar las sombras que amenazan su existencia.
A medida que Andaira explora este mundo mágico, se dará cuenta de que su vida está entrelazada con fuerzas antiguas y poderosas. ¿Podrá encontrar su verdadera identidad y salvar al reino de una oscura amenaza?
NovelToon tiene autorización de Mariana Contreras para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 13
Cuando desperté, Kaiden se había ido y yo ya lo extrañaba. Su ausencia se sentía como un vacío en mi corazón. La habitación parecía más fría sin su presencia, y el recuerdo de su abrazo aún flotaba en mi mente.
Me levanté lentamente y me acerqué al balcón, donde la brisa de la mañana acariciaba mi rostro. El cielo comenzaba a teñirse de tonos rosados y dorados, anunciando un nuevo día lleno de incertidumbres. Sabía que teníamos muchos desafíos por delante, pero también sentía una renovada determinación para enfrentar lo que fuera necesario.
Miré hacia el horizonte, esperando que Kaiden estuviera bien y que pronto pudiéramos encontrar una solución a nuestra situación. El amor que sentía por él me daba fuerzas, y estaba decidida a no dejar que nada ni nadie nos separara.
—Señorita —Anna entró llamándome con urgencia.
—¿Qué pasa, Anna? ¿Por qué estás tan agitada? —le pregunté acercándome a ella.
—Señorita, ha sido llamada al palacio —dijo, aún intentando recuperar el aliento—. Debe prepararse de inmediato.
Sentí un nudo en el estómago al escuchar sus palabras. Algo importante debía estar ocurriendo para que me llamaran tan temprano al palacio. Rápidamente me dirigí hacia el vestidor para ponerme un vestido adecuado y arreglarme lo mejor posible.
Mientras Anna me ayudaba a vestirme, mi mente no dejaba de pensar en Kaiden y en lo que podría haber sucedido. ¿Habría algún cambio en la decisión del emperador? ¿Tendría algo que ver con el compromiso con el segundo príncipe, Evander?
—Anna, ¿sabes algo más sobre por qué me están llamando al palacio? —pregunté, esperando obtener alguna pista.
—Lo siento, señorita. Solo sé que fue una orden urgente del emperador —respondió Anna, visiblemente preocupada.
Una vez lista, me dirigí hacia la puerta principal donde un carruaje ya me esperaba. Me despedí rápidamente de mi madre y mi padre, quien también parecía inquieto por la inesperada convocatoria.
El trayecto al palacio fue breve, pero cada minuto se sintió eterno. Finalmente, llegué y fui recibida por un sirviente que me condujo a una sala de espera. Sentía mi corazón latir con fuerza mientras esperaba la llegada del emperador o de algún mensajero que pudiera darme más detalles.
La puerta se abrió y un hombre que a juzgar por su ropa era un noble. Su expresión era seria, y eso solo aumentaba mi ansiedad.
—Princesa Andaira, soy Caleb, el consejero del emperador —se presentó el hombre—. El emperador la espera —dijo, haciendo un gesto para que lo siguiera.
Asentí, intentando mantener la compostura, y lo seguí por los largos pasillos del palacio. El silencio era casi palpable, solo interrumpido por el suave eco de nuestros pasos. Mi mente seguía dando vueltas, intentando adivinar la razón de esta repentina convocatoria.
Finalmente, llegamos a una gran puerta adornada con intrincados relieves. Caleb se detuvo y me hizo un gesto para que entrara. Tomé una profunda respiración y empujé la puerta, encontrándome en una majestuosa sala del trono. El emperador estaba sentado en su trono, con una expresión seria en su rostro.
—Princesa Andaira, gracias por venir tan rápido —dijo el emperador, su voz resonando en la sala—. Tenemos asuntos urgentes que discutir.
Me acerqué y me incliné ligeramente en señal de respeto.
—Estoy a su servicio, Su Majestad —respondí, tratando de ocultar mi nerviosismo.
El emperador me miró con intensidad antes de continuar.
—No es ninguna broma su belleza, princesa. Ahora entiendo por qué Kaiden hizo un escándalo pidiendo que se rechace el acuerdo con el reino de Eldoria, rechazando a la princesa Veridia —dijo, con una mezcla de curiosidad y seriedad en su voz.
Sus palabras me tomaron por sorpresa. No esperaba que Kaiden hubiera actuado de manera tan vehemente en contra del compromiso con la princesa Veridia. Sentí una mezcla de alivio y preocupación al escuchar esto.
—Su Majestad, Kaiden es una persona apasionada y con fuertes convicciones. Estoy segura de que actuó de acuerdo a lo que consideraba mejor para ambos reinos —respondí, tratando de mantener la compostura.
— ¿Sabes que el reino de Eldoria se ha negado a cualquier tratado de paz si no hay un acuerdo de matrimonio? —preguntó el emperador, su tono grave subrayando la importancia de la situación.
Sentí un escalofrío al escuchar esas palabras. La magnitud de las decisiones que debían tomarse se hacía cada vez más evidente.
—Su Majestad, entiendo la gravedad de la situación y la necesidad de encontrar una solución pacífica. Sin embargo, creo que debemos explorar todas las opciones posibles antes de tomar una decisión tan drástica —dije, tratando de mantener la calma y la sensatez en mi respuesta.
—Pero he llegado a un acuerdo con Kaiden —dijo mientras su mirada estudiaba mi rostro—. La princesa Veridia llegará por la tarde usando un pergamino de teletransportación. Quiero que se conozcan y que le dé una oportunidad. Si esto no funciona, él deberá ir a la guerra como general a cargo —explicaba cada detalle, mientras yo luchaba por no mostrar cobardía—. Nuestro ejército es un orgullo, pero déjeme decirle que el ejército de Eldoria tampoco es un juego y muchas personas morirán en esta guerra, y mi hijo podría resultar herido —dijo, aún observando. Imaginar eso hizo que me diera un vuelco el corazón—. Por eso le pediré lo mismo a usted: debe conocer a mi segundo hijo, el príncipe Evander.
Sentí un nudo en el estómago al escuchar esas palabras. La magnitud de lo que estaba en juego se hacía cada vez más evidente.
—Entiendo, Su Majestad. Haré lo que me pide y conoceré al príncipe Evander —dije, tratando de mantener la compostura.
El emperador asintió, satisfecho con mi respuesta.
—Aprecio su disposición, princesa Andaira. Le avisaré tan pronto como el príncipe Evander llegue al palacio —dijo, haciendo un gesto para despedirme.
Me incliné en señal de respeto y me retiré de la sala del trono. Mi mente estaba llena de preguntas y emociones encontradas. Caminé por los pasillos del palacio, tratando de procesar todo lo que acababa de escuchar. La idea de conocer al príncipe Evander me llenaba de inquietud, pero sabía que debía mantener la calma y enfrentar esta situación con valentía.
Al salir del palacio, subí al carruaje que me esperaba y regresé a la mansión Valois. Durante el trayecto, mis pensamientos volvían una y otra vez a Kaiden. Me preguntaba cómo estaría y qué estaría haciendo en ese momento.
Al llegar a la mansión, me encontré con Anna, quien me esperaba ansiosamente.
—Señorita, ¿todo está bien? —preguntó, preocupada.
—Sí, Anna. Pero hay muchas cosas que debemos preparar. El príncipe Evander llegará pronto y debo conocerlo —dije, intentando mantener la calma.
Anna asintió y comenzó a ayudarme con los preparativos. Sabía que los días siguientes serían cruciales para el futuro de nuestros reinos y, sobre todo, para el futuro de Kaiden y mío.
no lo sé... tal vez estoy paranoica
es fantástica
porque su madre no la sano???
pero me gusta