Tú, Mi Bello Tesoro 1

Karen llega a la mesa y se encuentra con dos hombres muy elegantes, y le llama la atención que uno de ellos está limpiando la mesa con un pañuelo descartable.

⎯ Buenas noches, hoy seré su mesera por lo que dure el resto de la noche.⎯ dice con una sonrisa fingida, mientras que su labio inferior no deja de temblar.⎯ Mi nombre es Cielo y estoy para servirles.

⎯ Hola Cielo, él es Santiago y yo soy Trevor.⎯ se presenta y saluda con su sonrisa habitual

Ella se pierde en esos hermosos dientes y se distrae en lo claro que son sus ojos, restándole importancia a su acompañante.

⎯ Hola Trevor.⎯ responde tímidamente.

⎯ Buenas noches.⎯ interrumpe Santiago con voz fuerte y manteniendo su habitual seriedad para llamar su atención al percibir que esa joven ni lo registra.

⎯Buenas noches Santiago.⎯ responde por cortesía y le sostiene la mirada.⎯ Permítame señor, yo me encargo de la mesa.⎯ ella recoge los vasos y el cenicero que estaban en uso, los coloca en su bandeja y luego saca del bolsillo de su delantal un repasador y comienza a limpiar.⎯ ¿Desean la carta o ya decidieron que van a beber?

⎯ Queremos dos whiskys a las rocas y un par de los mejores habanos cubanos del lugar.

⎯ Muy bien señor, enseguida regreso.

Karen le devuelve la sonrisa a Trevor y se aleja en busca del pedido. Santiago lo fulmina con la mirada una vez que la joven se aleja y mira a su celoso acompañante.

⎯¿Qué ocurre? ⎯ pregunta el moreno, mientras regresa su mirada a la joven que se encuentra a lado de la barra hablando con el barman.

⎯ Yo la vi primero, guarda tu sonrisa de guasón para tu vaquera.

⎯ Como quieras, aunque si ella me coquetea, tendrás que conformarte con tu Estrella fugaz.⎯ comenta y mira como la bailarina se abre paso entre la gente, buscando a Santiago.⎯ Por cierto, ahí viene.⎯ la señala.⎯ Ya se dio cuenta que estás aquí.

⎯ ¡Por Dios, que fastidio!⎯ golpea la mesa.⎯ Hoy no tengo ganas de estar con ella, por eso me quise esconder aquí. Dile que mejor no se acerque o lo pasará muy mal.

⎯ Eres insoportable, seduces a la pobre mujer y luego la desechas como si nada.

⎯ Solo fueron dos veces y se volvió una tóxica que no me deja en paz.  Además ni siquiera fue tan buena en la cama y le di una muy generosa propina para que se olvide de mi.

⎯ ¿Y necesitabas estar dos veces con ella para saber que no era buena en la cama?

⎯ La primera vez que lo hicimos había tomado demasiado, por eso no lo recordaba y la segunda, ella hablo tanto de lo genial que fue la primera que quise comprobarlo.

⎯ Jajaja, eres un tonto.

⎯ Cuidado, no me faltes el respeto.

⎯ Si no me puedo reír, ¿qué debo hacer?

⎯ ¡Haz tu trabajo! Eres mi mano derecha, te pago para que te encargues de estas tonterías. Así que hablé con ella mientras espero que traigan las bebidas.

Trevor, lo mira enojado, ese comentario estuvo demás, aunque no le responde, conoce perfectamente a su amigo y sabe que es muy directo y franco al hablar. Entonces se pone de pie y detiene a Estrella antes de que llegue a su mesa y lo moleste aún más.

⎯ Hola preciosa, hoy mi jefe no desea ser molestado, así que mejor acepta está propina y lárgate.⎯ le entrega varios billetes.

⎯ Pero… Yo soy exclusivamente de él.

⎯ Lo siento, pero hoy no quiere compañía.

⎯ Quiero hablar con él.

⎯ Será mejor que no insistas, no quieres verlo enojado.

Estrella mira como Santiago tiene puesta la mirada en la nueva y su cara se transforma, sus mejillas se tiñen de un rojo intenso y aprieta con rabia los billetes.

⎯ Entiendo.⎯ se gira sobre sus talones y maldice su mala suerte.

Karen regresa con la bebida a la mesa y ahora se encuentra con los ojos molesto de Santiago y se da cuenta que son de un azul profundo e intenta sonreír para apaciguar los ánimos porque algo en su mirada gélida le advierte que tenga cuidado.

⎯ Aquí tiene su bebida, espero que la disfrute.⎯ ella coloca un portavasos.⎯ Lo conseguí para usted, sin querer me di cuenta que es muy pulcro.⎯ lo mira y se disculpa por su imprudencia.⎯ Perdón estoy hablando de más.

⎯ Gracias.

⎯ De nada.

⎯ Eso quiere decir que me estabas observando.

 ⎯ Es extraño ver a un hombre limpiar una mesa en este lugar.⎯ coloca el vaso en la pequeña tela circular, con una tímida sonrisa, luego le entrega uno de los habanos y él roza su mano de manera seductora para agarrar el grueso cigarro. Karen siente un hormigueo, una sensación muy extraña en todo su ser al sentir su piel junto a la de ese extraño.⎯ Lo siento.

⎯ ¿Por qué? ⎯ preguntó con un tono más calmado y su rostro permanece serio.⎯ Por ser tan hermosa o por no prestarme atención cuando estaba mi amigo.

⎯ Yo… ⎯ no sabe qué responder, así que solo muerde su labio inferior y retira su mano para servir el otro vaso.

⎯ Guardaré tu secreto.

⎯ ¿Qué secreto?

⎯ Que te gusto hasta tal punto, que te mueres por conocerme.

⎯ Señor, creo que bebió demasiado y está alucinando.⎯ trata de responder con calma.

Santiago observa como su mano tiembla al dejar la bebida de Trevor junto al habano, así que toma su mano entre la suya y la acaricia suavemente para que se tranquilice. Karen lo mira sorprendida, no esperaba algo así y al ver que la sonrisa de ese hombre se amplía completamente mostrando su perfecta dentadura la retira como si le quemara su contacto.

⎯ Solo fue una caricia.⎯ le murmura al darse cuenta que no le es indiferente.

 ⎯ No vuelva a tocarme.

⎯ Descuida, aún es muy pronto para llevarte a la zona vip.

⎯ ¿Qué? ⎯ ella abrió grande sus ojos y lo miró a través del antifaz.⎯ ¡Yo no voy a ir con usted a ningún lado!

⎯ Ya lo veremos, nadie se resiste a mis encantos.

⎯ Bueno, siempre hay una primera vez para todo y le aseguro que conmigo no tendrá suerte.

⎯ Jajaja. Todas dicen lo mismo

⎯  Yo no soy como todas, aquí solo sirvo bebidas y si quiere divertirse, vaya del lado de las bailarinas.

⎯  Tienes carácter, eso me agrada y pronto serás mía.

Su risa a carcajadas llamó la atención de Trevor que se encuentra a unos metros de distancia hablando con unos colegas; entonces gira su rostro y se sorprende gratamente, es la primera vez en año que su amigo ríe.

⎯ ¡Nunca! Me escuchó, nunca seré suya.

⎯ Espérame esta noche en la zona vip y ya lo veremos, te puedo recompensar muy bien.⎯ ella abre más grande sus ojos y sus mejillas se tiñen de rojo.

⎯ ¡Ni en sus sueños me tendrá!⎯ responde Karen y se aleja.

⎯ Vamos a ver cuánto te resistes muñeca.

Santiago tomó el contenido de su vaso de una sola vez, dejó un par de billetes debajo del portavasos y se puso de pie. Esa joven despertó un interés especial y no quiere correr riesgos. Su solo contacto le produjo un calor en su interior difícil de explicar y ahora solo desea poseerla.