De Ángel A Princesa

_¡Para colmo el bastardo me engaño con mi hermana y mi prima y después tuvo hijos con ambas mujeres y me obligo a mantenerlos!

Explicaba una mujer de mediana edad, hermosa de cabello castaño bien recogido y ropa impecable, estaba sentada con un pañuelo en la mano mientras lloraba frente de una chica de Cabello plateado suave y ojos azules, lo más curioso de aquella chica era que tenía un hermoso par de alas y un distintivo Halo.

_Que desafortunada vida ha llevado mi querida Elvira -dijo Lionette mientras le ofrecía una taza de Té.

Ambas estaban sentadas en medio de un hermoso jardín, resulta que aquel era el cielo.

(Lamentablemente, no podrás saber qué a ese hombre le dio una enfermedad de transmisión sexual y termino muriendo sin un huevo y solo, ahora está en el infierno así que se hizo venganza por ti Elvira) pensó Lionette revolviendo el Terrón de azúcar sobre su té que se desmoronaba lentamente

_ En fin, bienvenida al cielo Elvira gracias por contarme sobre tu vida, fuiste una gran guerrera del señor y te damos la bienvenida.

Cuando Elvira se fue Lionette comenzó a reír en silencio hasta que una lágrima se le escapó, pero de pronto una mano tocó su hombro haciéndola girar.

_Sigues pidiéndole a las almas terrenales que te cuenten su vida para dejarlas ingresar al cielo -dijo Caleb uno de los arcángeles más poderosos del cielo mirando a Lionette de manera severa

_¿Qué?

_ No intentes hacerte la inocente.

Lionette se secó las lágrimas de la risa y se incorporó sobre su silla

_ Eso- solo es terapia para que cuando entren puedan superar todo lo malo que les ha ocurrido.

_ Eso no es terapia ¡Eres chismosa! Me sorprende que padre aún no te haya enviado al infierno de lo entrometida que eres.

(Desde que Lionette fue creada por padre nunca fue como las demás ángeles femeninas) pensó Caleb mirando a Lionette quien se cruzó de brazos, pero en ese momento antes de que Lionette pudiera responder algo una voz grave y profunda resonó en todo el cielo.

_ Lionette.

Era el creador, Lionette rápidamente supo que estaba en problemas.

...…...

_Lionette...

_ Si padre?

Dijo Lionette, frente a ella un hombre tan alto estaba sentado sobre un hermoso trono de color dorado con detallados de flores, su rostro era todo un misterio, pues una luz tan brillante como el sol siempre le cubría la cara, imponente y respetuoso, aquel hombre era el creador y padre de Lionette y de todo ser vivo, Lionette instintivamente se apartó un poco

_Lionette, lo preguntaré una sola vez¿revisaste los archivos de la tierra?

Lionette en ese momento recordó que en un ataque de curiosidad o mejor dicho chisme y deseo de saciarse decidió revisar los archivos de la tierra enterándose de todo tipo de cosas maravillosas y malas, la chica arrugó los labios ligeramente arrepintiéndose más de solo haber hojeado las primeras páginas.

_ Pues..., solo le di una miradita, no fue mucho -murmuro Lionette desviando la mirada un poco avergonzada -

_ Esto es sorprendente, tu curiosidad ha llegado a niveles demasiado altos y todo es mi culpa por no ponerte un límite.

_ Padre, recibiré mi castigo con gracia y enmendaré mis errores -dijo Lionette agachando la cabeza esperando que la pusieran a guiar ovejas y cosechar frutas del jardín sagrado.

_ Te haré reencarnar en el mundo humano para que aprendas de tus errores.

_¿Qué? -dijo Lionette sorprendida- pero padre!

_ Vivirás en el reino mortal y cuando regreses espero hayas entendido tu lección y ser más educada y respetuosa con las cosas privadas.

Lionette se quedó en silencio unos segundos y después suspiro.

_ Esta bien padre, solo iré a despedirme de Cleo y nubia -dijo dándose la cuenta, claramente hablaba de sus dos ovejas favoritas, pero en ese momento una risa profunda y rica la detuvo.

_ Creo que eso no será posible, te consentí demasiado.

En ese momento las alas y Halo de Lionette desaparecieron y las nubes en las que antes podía caminar desaparecieron llevándose a la chica dentro

_¡Ah!

Mientras caía no podía evitar sentirse como en aquel cuento que los humanos tanto leían sobre Alicia en el país de las maravillas, todo a su alrededor se volvió oscuridad y de pronto un estruendo la hizo abrir los ojos sobresaltada.

(¿Dónde estoy?)

pensó Lionette poniéndose de pie notando el lujo ostentoso de la habitación a pesar de ser una habitación sencilla, se acercó a la ventana mirando el cielo nublado y la lluvia que no dejaba de caer.

_Papa...

(Al menos debiste de darme una pista de donde estoy!) pensó Lionette haciendo muecas a la nada.

Lionette sabía que el chisme pudo más que la fe más grande.