Águila Harpía
Rakia es una joven que desde el día de su nacimiento es despreciada por su madrastra y su media hermana, y a su padre poco le importa lo que le ocurra, por lo que la joven debe de luchar cada día para sobrevivir, pero todo cambia un día en el que un antiguo poder despierta en su interior, lo que provoca que toda su vida cambie por completo, entrelazando su destino con el de otras tres personas para derrotar un mal ancestral que se acerca.
En un camino lleno de cambios, Rakia deberá de enfrentar muchos obstáculos para lograr su objetivo, pero no lo hará sola, ya que a su lado estará alguien quien sin conocerla, la esperado toda su vida y que la protegerá aun cuando no sea necesario.
Esta es la segunda historia de la tetralogía Los 4 Guerreros de los Elementos, la primera lleva por nombre “El Guerrero de la Tierra”
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Capítulo 1
La leyenda de los animales sagrados.
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo el Dios Kaayo, harto de solo ver oscuridad decidió crear la vida en el mundo, creando frondosos bosques, extensas llanuras, grandes desiertos y vastos océanos, originando un mundo hermoso, tan hermoso que para él era un desperdicio que solo él pudiera admirarlo, por lo que tomo los 4 elementos primarios (tierra, aire, agua y fuego) y creo a partir de ellos 4 grandes tribus que habitaron en paz y armonía el mundo generado por aquel dios.
Pero como donde hay bondad, hay maldad y ese era el Dios Daotan, quien totalmente asqueado por la creación del dios Kaayo, decidió destruirla, pero sin importar que hiciera, Kaayo lo detenía, por lo que harto decidió ir de tras de sus creaciones, Daotan sabía que Kaayo nunca actuaría en contra de sus propias creaciones, por lo que dándose cuenta de lo volubles que estas eran empezó a manipularlos para que se destruyeran entre sí, y con ellos, el hermoso mundo que Kaayo había creado.
Rápidamente, Daotan destruyo la armonía entre las cuatro grandes tribus y causo la guerra entre ellas, lo que poco a poco fue deteriorando la naturaleza, ya que para que esta subsistiera se necesitaba de los 4 elementos primarios, y debido a las contantes peleas entre las tribus el planeta no podía recuperarse, Kaayo uso su magia para mantener el equilibrio, pero las tribus destruían más rápido de lo que él podía arreglarlo, por lo que harto busco la montaña más alta y decidió invernar allí, con la esperanza que su ausencia hiciera entrar en razón a las tribus y estas pararan las guerras, pero esto no paso, y cada vez Daotan tenía más poder y ya sin nadie que lo detuviera comenzó a atacar activamente el mundo sembrando el caos y el sufrimiento a todos los seres que lo habitaban.
Dándose cuenta de que la única manera de detener a Daotan era ir en busca de Kaayo, las 4 tribus comenzaron su búsqueda, pero sin importar cuanto lo intentaran no podían llegar a él, la montaña donde se encontraba era azotada por fuertes corrientes de viento que le hacía imposible a cualquier ave volar a la cima, solo unas pocas criaturas de tierra podían llegar a la cima, pero allí había un barranco que era imposible cruzar, a menos que sea volando, lo que les impedía avanzar, y estaban seguros de que más adelante había más pruebas que les impedirían llegar al dios, pero a pesar de las dificultades, ninguna de las tribus estaba interesada en ayudar o cooperar con alguna otra.
- Nosotros podemos revolverlos solos, no les daremos la satisfacción de sentirse superiores si les pedimos ayuda – decían los 4 líderes.
Pero no todos pensaban así, y uno de ellos era una joven águila harpía, siendo la más pequeña de su familia, la pequeña ave sabia la importancia de trabajar en equipo, y creía que si las 4 tribus se unían podían llegar al dios sin problema, por lo que fue a la montaña donde el dios dormía y allí comenzó a vagar, fortaleciéndose con las corrientes que rodeaban la montaña, esperando a que algún miembro de las otras tribus apareciera para contarle su loca idea.
Afortunadamente, la joven no tuvo que esperar demasiado, puesto que a los pies de la montaña se encontró a un Carnero cimarrón, un pez Koi y a un Lagarto cornudo, quienes al parecer tenían la misma idea que ella. Así, los cuatro comenzaron su travesía para despertar al dios Kaayo.
Como ya se sabía, el primer obstáculo era subir la montaña, la cual el Carnero subió sin ningún problema con los demás a cuestas, demostrando así su gran destreza, algo que dejó admirada a la joven águila.
El siguiente obstáculo era un acantilado tan ancho que era imposible de saltar, y los alrededores estaban desolados, por lo que no había nada que los ayudara a construir un puente, por lo que la única manera de cruzar era volando, siendo ahora responsabilidad del águila hacer cruzar a sus compañeros, así la águila cruzo el acantilado con cada uno de sus compañeros, empezando por el carnero, el cual era el más pesado y terminando con el pez koi, quien era el más liviano, para la águila la travesía no fue fácil, puesto que las corrientes en el acantilado eran fuertes, y si bien no eran imposibles de volar, si eran complicadas, más aún porque ella llevaba un peso extra, pero la fe de sus compañeros en ella no le permitió rendirse y así los cuatro cruzaron con bien.
Después, los cuatro animales siguieron su camino, pero este fue abruptamente detenido por un río, muy ancho y caudaloso, el cual era imposible pasar volando debido a la densa neblina que había sobre él, por lo que ahora fue turno de la pez ayudarlos.
El último obstáculo era un pequeño valle calcinante, donde quien lo pisara recibía quemaduras graves, y el aire era tan caliente y sofocante que era imposible atravesarlo volando, por lo que ahora el joven lagarto quien debía ayudarlos.
Los cuatro animales atravesaron aquel calcinante lugar y al otro lado se encontraba un hermoso bosque lleno de vida y allí estaba el dios Kaayo, quien los había estado observando todo este tiempo y al ver como en el camino se hicieron a un lado sus diferencias, uniéndose como siempre tuvo que haber sido, él los bendijo para que llevaran esa unión a sus tribus y así acabar con el dios Daotan, para que todo volviera a ser como él alguna vez lo concibió
- Esta es la leyenda de los animales sagrados, que es en realidad el origen de los cuatro grandes magos, quienes arriesgaron su vida para encontrar al dios Kaayo para así salvar al mundo, y los cuales por su valor recibieron del dios la bendición de los animales sagrados, el Carnero borrego cimarrón de la tierra, la Águila harpía del aire, el Pez Koi del agua y el Lagarto cornudo del fuego, y fue gracias a esta bendición que sus poderes aumentaron aún punto inimaginable y así acabaron con el malvado dios Daotan, y fundaron los cuatro reinos de los elementos, coronándose así como los primeros reyes y acabando los conflictos entre ellos, trayendo así la paz y la prosperidad a este mundo, pero donde hay luz, hay oscuridad y el dios Dotan volverá muy pronto a este mundo, es por eso, que como lo dice la profecía, los cuatro animales sagrados elegirán a otros portadores y renacerán en este mundo para detener al dios Daotan, es por eso que los he llamado el día de hoy para comunicarles en que familia renacerá la gran Águila harpía – le dice el oráculo a la reina Samira Hangin, reina del reino del aire y a sus 3 duques
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Lo prometido es deuda. Hola a tod@s 👋👋👋.
Aquí está la nueva historia, la cual es la continuación de mi historia anterior “El Guerrero de la Tierra” 🐏, espero que les guste y que disfruten de esta nueva historia.
Gracias por leer mis historias, son los mejores 😘😘😘😘💕.