La italiana y el CEO americano. Una Navidad muy diferente. Monalisa, una italiana fuerte, cariñosa, trabajadora, supertorpe o desastrosa, divertida y muy dispuesta, está pasando por un momento muy difícil. Se siente traicionada por las personas que más apoyó y amó, su familia y la de su exmarido. Cuando su matrimonio terminó, fue juzgada y culpada por todo, incluso por la infidelidad de su ex. Cansada de todo y de todos, incluidos sus parientes, y con la Navidad acercándose, decide visitar a su hija y ayudar a una antigua amiga que vive en Nueva York, para despejar su mente.
Abraham es un importante estadounidense, polémico en su vida personal, guapo y muy poderoso. Suele aparecer en público con mujeres bellísimas. Estuvo casado con una famosa actriz durante cinco años y tiene un hijo con ella. Tras la separación, comenzó una relación igualmente polémica, llena de infidelidades de su parte y altibajos con su antigua entrenadora personal, de la cual también tiene otro hijo. Como empresario, es muy respetado, pero su vida personal es bastante cuestionable. A pesar de tener 36 años, sigue disfrutando de fiestas y clubes nocturnos.
Surge un gran negocio, pero el lado personal de Abraham resulta ser clave para sus socios, y su reputación personal es un desastre. Esto puede convertirse en un gran problema, y Abraham necesita urgentemente ayuda en ese aspecto, ya que está interfiriendo en un trato que ha estado buscando por años. Necesita una mujer que lo ayude a mejorar su imagen.
Monalisa, por su parte, quiere un nuevo comienzo, una nueva vida y un nuevo rumbo. Sus destinos se cruzan y...
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Capítulo 16
Viernes por la tarde, casi al final de la jornada laboral
Abraham
Ya pasan de las 17:00 horas y mis amigos me escriben que están viniendo, tardaron en aparecer... lo peor es que me dijeron que venían a ver a Monalisa.
Mejor avisarle a ella, son muy descarados, que entren solos...
Monalisa
La semana pasó volando y para mi total sorpresa al señor estirado le encantó mi comida y ahora le dio por comerse mi táper y los bocadillos...
¡Creo que lo acostumbré, todo lo que llevo nunca regresa nada!
Al menos los días que estoy en el lugar de Martina no va a pasar hambre, porque Dios mío, ese hombre no comía bien, no...
Y así fue nuestra semana, él dice, busca esto, coge aquello, corre aquí, llama, dice que no estoy...
ahí vamos. ¡Sobrevivimos una semana!
¡Hoy, después de salir de aquí, quería dormir!
¡Pero no! Tina, Lisa e incluso invitaron a Pietra, quieren porque quieren llevarme a una fiesta, un concierto, no sé qué es...
Hasta me reservaron hora en la peluquería, me van a esperar a que salga para ir juntas. Uff espero no dormirme sentada...
Me sacan de mis pensamientos por teléfono, señor estirado, ¿qué querrá?
Monalisa – sí
Abraham – Monalisa mis amigos aparecerán dentro de poco, puedes dejarlos entrar y ni siquiera hace falta que los acompañes, conocen bien el camino
Monalisa- ok
Abraham – y mira a ver si no te olvidas de que no estamos en Italia, no hace falta que les des dos besos
Monalisa piensa qué rabia, mi intención era darles tres besos, ¿qué le importa a él a quién beso o no beso?
Pensándolo bien, aquí se considera acoso, puede que me esté ayudando a no cometer el mismo error...
Abram
No sé por qué he dicho lo de los besos\, pero no quiero que los bese\, ¿¡qué mie*** me pasa Abraham?!?
Monalisa
No tardan mucho en aparecer tres hombres muy guapos, pero como el estirado, seguro que son sus amigos
Monalisa sonriendo- ¡buenas tardes!
Ellos sonriendo- ¡buenas tardes!
Monalisa – seguro que son los amigos del señor Abraham
Sam – sí
Monalisa – me avisó de que venían, pueden pasar, dijo que conocían el camino
Ellos sonriendo- gracias
Joe – tú eres Monalisa, ¿verdad?
Abraham aparece en la puerta – pasen
Monalisa – ¡vaya! Disculpen, no me he presentado, soy Monalisa
Abraham – no hace falta que te presentes Monalisa
Steven sonriendo y hablando en voz baja – celos del gatito
Joe – quería un café
Monalisa- ahora mismo lo traigo
Joe sonriendo – gracias Monalisa
Steven y Sam – nosotros también queremos
Monalisa – ¿el señor Abraham también querrá?
Abraham piensa qué descarados
Abraham – por favor
Monalisa – ahora se lo traigo
Entran
Steven riendo- nunca ha salido a recibirnos en la puerta, ¿qué pasa? ¿está celoso de Monalisa?
Abraham – para ya, está en el lugar de Martina, solo he venido a ver si necesitaba ayuda, os conozco
Joe – qué guapa es Monalisa y qué sonrisa, me han dado ganas de besarla
Sam – la sonrisa es preciosa y ¿irá al concierto? quién sabe
Abraham – habéis venido aquí a hablar de mi secretaria
Ellos riendo- sí, ella es mucho más interesante que tú
Abraham – dejad de ser idio***
Steven – hermano creo que te gusta, estás muy molesto con las bromas, por no hablar de que está muy buena
Abraham – ¡ya está bien! dentro de un rato traerá los cafés y será mejor que paréis con eso
Ellos riendo- estás molesto
Empiezan a hablar de la noche, del concierto al que iban...
Monalisa
Al señor Abraham deben gustarle mucho sus amigos, por primera vez ha venido a la puerta a recibir a alguien...
Preparo un café y como es viernes, iba a llevarme a casa unos cucuruchos que han sobrado, de crema de avellanas mmm, los voy a llevar junto con el café, a ver si se los comen...
Lo preparo y voy
Abraham
Oigo que viene, lo extraño es que parece que ellos no oyen el ruido, ¿será que solo yo oigo ese ruido que hace?
Entra y los idiotas se quedan embobados mirándola, no me lo merezco...
Monalisa
Simplemente lo dejo en una mesita que había allí en su despacho, donde había unos sillones, no estaban en la mesa del estirado...
Ellos – gracias Monalisa
Joe sonriendo – me encantas, has traído comida
Monalisa iba a hablar, pero...
Abraham – gracias Monalisa
Monalisa con permiso, he notado que el señor Abraham quería que me fuera...
Ellos – vaya, podría haberla dejado quedarse un rato, solo queríamos conocerla
Sam – qué rico está esto, ¿cómo se llama?
Abraham – cucurucho, Monalisa siempre los hace y los trae
Joe comiendo y hablando– cuando la señora Martina vuelva quiero contratar a Monalisa o quién sabe si salir con ella
Steven – buen café, ¿qué café es este?
Abraham – lo hace Monalisa, no es de máquina
Sam – me quiero casar con ella
Joe - yo lo he dicho primero
Sam- deja que ella elija
Abraham serio- sin bromas, por favor, está trabajando
Steven riendo- te gusta Abraham
Abraham – ¡ya está bien!
Cambian de tema
Monalisa, se me acaba mi horario, espero un poco más, pido permiso y recojo las tazas y la bandeja.
¡Se lo han comido todo! Y puse bastante... genial, al menos les ha gustado
Después solo llamo al estirado
Abraham – Sí
Monalisa – señor Abraham, ¿me necesita todavía?
Abraham – puede irse Monalisa, hasta el lunes
Monalisa- gracias y buen fin de semana señor
Abraham – gracias, igualmente
Él cuelga y ella se va
no leeré nada más tuyo
es una vergüenza