LOUREN EN EL OCASO
Zalys, un pequeño y pacífico reino en el gran imperio de Karxtrein. Tan bello como fácil de ignorar, pues no amerita ni la más pequeña e insignificante mirada del emperador o sus poderosos súbditos. Al menos era útil para viajar y olvidar cualquier preocupación. Su rey era gentil, viejo y pacifista, disfrutaba más de festivales y banquetes que de guerras o duelos a muerte. Le gustaba escuchar a un buen narrador de profunda y poderosa voz narrar cuentos, leyendas o mitos de los reinos ajenos al suyo. Pues su pequeño reino Zalys tenía pocas cosas que contar en comparación con el heroísmo o terror de sus grandes vecinos.
Entre un día soleado y una noche estrellada del 4 de marzo, nació una bebé de cabellos castaños y ojos miel. Aunque la madre no estuvo feliz de su nacimiento, su abuela sí. La cargó con cuidado y sonrió ante cualquier movimiento de la recién nacida. Pues lamentaba su destino de haber nacido en un ocaso con una rosa Louren en la entrada de su cabaña decaída y solitaria. Solo cuando su pequeña nieta alcanzó la inocente edad de los 6 años, la enferma abuela le contó el porqué le tenía tanto amor así como lastima:
“Mi dulce niña, ¿sabes el destino de todos los que nacen en un ocaso y cerca de una rosa de Louren? Hace tiempo, se dice que existió un rey muy cruel que no amaba ni al más pequeño e indefenso ser. Y de todos sus actos crueles, los Dioses no pudieron perdonar el más vil de todos: la muerte de sus hijos. Entonces, como castigo, lo maldijeron a él y a toda su descendencia cada dos generaciones. Todos ellos, nacerían en el ocaso y con una rosa de Louren atestiguando su nacimiento. ¿Cuál fue la maldición? Pues, cada dos generaciones, al nacer en ese ocaso, ellos vivirán en el Sendero del Corazón para siempre. Amarían y perdonarían toda crueldad que el mundo les dé, sin importar las lágrimas, ni el dolor o la desesperación. ¿Algún día serán amados de vuelta? Temo que eso no sé, pero de ser amados, también el dolor se haría presente. Sufrí por amor, mi niña, tú también sufrirás”.
Aquella niña, nacida en un ocaso y cerca de una rosa Louren, fue amada por su abuela. Sin embargo, la única que persona que le mostró cariño también fue cruel. Pues con sus palabras sinceras sobre su destino amargo, condenó a su nieta a conformarse con cada cosa que le pase, sin importar que tan bueno o cruel fuera. Ese mismo día que relató su maldición, la niña perdió a su abuela. Su madre, solo se molestó porque la anciana no murió afuera para ahorrarle la molestia de recoger su cuerpo. Al final, tiraron su cadáver al barranco con tan solo una sábana vieja y sucia para envolverla.
—Abuela… —solo su pequeña nieta de 6 años lloró—, abuela…
Mireya Britton nació con un cabello castaño oscuro y tan lacio que siempre lo mantenía corto. Sus ojos miel eran el único atributo que llamaba la atención de la gente de su pequeño pueblo. Pero, lo que más la hacía ser observada, era el hecho de que vivía día tras día bajo el odio y violencia de su madre y padrastro. No había día en que la pequeña no fuera regañada, golpeada o abandonada. Pero ella regresaba a su madre, sin importar el dolor de saber que su progenitora la detestaba con toda su alma. Sus heridas solían variar cada día, a veces eran pocas, otras muchas. Pero era más raro ver su rostro ileso. Y aun así, siempre volvía. ¿A dónde iría alguien como ella? Mireya le teme a todo, desde su propio “hogar” hasta el mundo exterior más allá de su pequeño pueblo. Golpes y heridas es todo lo que conoce, trabaja más que nadie, pero siempre se siente inútil. Tal vez nunca saldría de esa vida y moriría de tanto dolor… o tal vez no.
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Updated 67 Episodes
Comments
Mayra Coaquira
me gusta ☺️
2023-01-31
3
Marie Veliz
Felicidades por tu trabajo esto está genial
2023-01-24
0
juana cova
encantada no hay más, gracias autora
2022-12-11
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