Aniversario

Mira, Teodoro, necesito saber el motivo de tu divorcio.- exigió por más información el abogado de Teo.- tú sabes mejor que nadie que se necesita un buen motivo para solicitar un acuerdo de divorcio y que te aconseja como un amigo que te conoce casi toda una vida.- apoyando los codos arriba de la mesa y entrecruzando los dedos de la mano y poniendo una mirada profesional.- y todos los que te conocemos sientes un verdadero amor auténtico hacia tu mujer y que la amas demasiado como para querer dejarla ir así como si no fuesen nada.- fijo su mirada en el cuerpo tenso de Teodoro, como si dudara en lo que fuera a decir a continuación.

-La vi con Mark.- soltó con gran disgustó y con pesadez en su voz al recordar el íntimo momento entre su mujer y su mejor amigo, es algo realmente difícil de describir al rememorar aquel encuentro entre ellos dos, el abogado levanto una ceja como que no entendió absolutamente nada incluyendo el tono de voz que utilizo su amigo/cliente.- en mi cama, a los dos juntitos.- se escuchó el sonido de una persona ahogándose ambos hombres se giraron para ver a la persona que dejo el vaso de agua arriba de la mesa y toma una servilleta para limpiarse la boca tratando de controlar un poco la tos. Se empezó a dar leves golpecitos en el pecho.- ¿mejor?- pregunto entre intrigado y preocupado no le gustaría que su primer asistente muera en su décimo día de trabajo Chris asintió con la cabeza y enseñando el dedo arriba en afirmación de que está todo en orden Teodoro se limitó a devolverle el gesto con un simple asentimiento de cabeza. Giró la cabeza para volver a centrarse en el tema principal.

- Mierda.- fue la única palabra que salió de la boca  su tono de voz sonó impresionado entre otros tipos de emociones que no supo describir si así se siente él no quiere ni imaginar lo que llego a sentir su amigo.- Discúlpame, Teodoro, pero yo necesito de un trago y uno bien fuerte.- llamo al camarero que lo atendió recientemente.- un ruso por favor.- pidió. Una vez que se lo trajeron, miró a su amigo a los ojos, alzó el vaso por encima de su cabeza.- No te preocupes, Teo, este trago va para los dos.- llevando el vaso a su boca, y sintiendo como el liquido pasa por su esofago y llega hasta el estomago, y le deja una sensacion de quemazón.

- ¿no es algo fuerte?- pregunto con la ceja izquierda alzada con duda el secretario de Teo al ver como el abogado toma sin escrupulo.

- No, sabiendo para qué te trajo Teo hasta aquí, yo creo que no.- dejando el vaso vacío encima de la mesa y mirando directamente a los ojos de Christopher.

- No entiendo.- confundido, miro a su jefe luego miro de nueva manera al abogado de su jefe, algo hizo en su cabeza.- ¿qué yo que?- desorientado.

El abogado de Teodoro le empezó a explicar el motivo del porqué vino realmente, él es un testigo de todo esto y que si por a caso, por cosa del destino todo esto termina yendo a juicio por la falta de colaboración de uno de los a llegados el está funcionando como de uno de los principales testigos de lado del señor Thompson. Sin embargo, puede que halla la mínima posibilidad de que no haya necesidad de asistir a un estrado, y que no hay de que preocuparse, le enseño una sonrisa amable el abogado a Christopher.

Ahí como le hubiese encantado creerle desde un principio antes de que le enseñe aquella sonrisa del diablo para convencerlo de ir. Ese abogado es el jodido diablo. Aunque si algo es realmente cierto es ese maldito dicho que tiene los abogados entre ellos, y es que si nadan entre tiburones. Christofer tiene el leve presentimiento que fue estafado por la sonrisa del abogado de Teo, le habia asegurado hace tan solo unas horas atras que en el futuro no tendría ningun problema con nadie, pero aquella sonrisa no le da una sensación de escalofrio. Ahi quisiera no haberle escuchado, pero ya se encuentra acá, parado enfrente del edificio en donde vive la futura ex esposa del señor Thompson.

Justo cuando estaba a punto de apretar el boton que indica el pisa y el departamento que tiene anotado en el papel con la letra escrita de su jefe.Sintio como alguien le toca el hombre, giro su cabeza para observar quien fue el que lo toque, tuvo que bajar la mirada al ver que es una adolescente que lo mira con algo de curiosidad. Le causo un poco de gracia al notar como la joven muchacha hace puntita de pie, para llegar a su altura.

- Disculpa.- hablo la muchacha en modo de saludo.- ¿por casualidad te diriges al siete hache?- se le quedo viendo un buen rato, como si lo estuviera examinando.

- ¿y tu por casualidad conoces a la persona que vive en ese piso?- pregunto mirando hacia arriba del edificio.

- Si te estas refiriendo a esa mujerzuela...- no pudo terminar de hablar.

- Mocosa, que te dije sobre esa manera tuya de hablar.- una mujer de unos casi cuarenta y pico años de edad le sujeto de la oreja izquierda a la adolescente.

- auch mami me duele.- se quejo llevando sus manos en la parte en donde su madre le esta agarrando con gran fuerza.

- pues te aguanta jovencita.- le miro con cara de que si te sigues quejando te voy a castigar otras dos semanas.- Una disculpa joven, ¿a quien estás buscas?- cambio su mirada a la de una que muestra amabilidad y ternura. Christofer volvio a sentir otra especie de escalofrio.

- Busco a la...- se fijo primero en el papelito y pensarlo bien se debía de decirlo, pero miro a la señora que aun se encuentra expectativa a lo que va a decir al respecto.- ... a la señora de Thompson.- solto siendo precavido.

- ¿a la del primer o septimo piso?- curiosa.

- ¿eh?- "¿Qué carajos no sabía que hay dos mujeres con el mimo apellido en el edificio?", reflexionó.

Segundos despues vio como la joven adolescente le arrebato el pequeño papel que tiene en su mano derecha.

- Si en definitiva.- le dio una ojeada rapida al papel para luego devolvercelo al dueño.- si es la sorra.- confirmando lo que habia dicho minutos atrás.

- ¿¡ROXY!?- regaño su madre queriendo sujetarle de nuevo la oreja no solo por haberse safado sino que tambien por haber insultado de nuevo. La adolescente solo se limito a encogerse de hombros restándole importancia.- Por favor disculpa a mi hija.- mostrando una pequeña sonrisa y aprovechando el hecho de que su hija esta finjiendo demencia la sujeto de nuevo de la oreja.- Sino te molesta puedes venir conmigo y mi hija y ya adentro te explico en donde reside la señora de Thompson.- más que una sugerencia sono a una orden. Y más por la mirada desafiadora que le tira la mujer. Él no tuve de otra que aceptar la "sugerencia" de la mujer.

Christofer a paso dudoso pero seguro siguió a las dos mujeres hasta adentro del edificio hasta llegar al ascensor una ves que se subio un solo pensamiento vino a su mente "¿qué carajo? qué es lo que tienen todas las madres que te hacen sentir algun tipo de miedo y lo peor es que su madre es igual" piensa con algo de nerviosismo al mismo tiempo que la mujer le explica como si fuera un nene chiquito en donde se halla la señora Thompson.