Volverá... y los que la hicieron sufrir lloraran
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10 - CONSERJE
El lunes a las ocho de la mañana se presentó en la recepción de la empresa. La recepcionista, que retomaba sus tareas ese día luego de una licencia por maternidad, tomó sus datos, pero, al no ser avisada de su contratación, la hizo esperar un buen rato mientras averiguaba.
Katrina llevaba media hora de pie en la recepción cuando le llegó un mensaje de Eduardo.
📱 ¿Por qué no has llegado aún?
📱 Te esperan en Recursos Humanos.
📱 Llegué hace media hora.
📱 Estoy en la recepción.
📱 No me dejan entrar.
Eduardo se molestó sobremanera. Había sido específico con la instrucción de que la muchacha no tuviera ningún problema. Pulsó el botón del intercomunicador correspondiente a su asistente.
📠 ¿Señor?
📠 Entra.
A los pocos segundos entró Guillermo con un semblante neutro. Trabajaba para Eduardo hacía un par de años ya, así que conocía bien su estado de ánimo de acuerdo a su forma de expresarse. Esa única palabra por el intercomunicador le había advertido que el hombre estaba molesto.
- ¿Qué se le ofrece, Señor?
- Guillermo… ¿Te parece que te estoy pagando poco?
- Para nada, Señor - De hecho el sueldo y las bonificaciones que recibía eran generosas.
- Entonces, ¿por qué cuando doy una orden específica no se cumple como es debido?
- No entiendo, Señor. ¿Qué orden no he cumplido?
- Te especifiqué que no quería que Katrina tuviera inconvenientes el día de hoy.
- Pero yo avisé en la recepción que la dejaran pasar apenas llegara.
- Hace media hora que está en la recepción y no la dejan entrar.
- Es extraño, Señor. Tal vez llegó tarde y puso esa excusa para no quedar mal.
- ¿Eso es lo que crees? Es fácil averiguarlo - Tomó el teléfono y marcó el interno de recepción.
📠 Buenos días, Señor Gómez.
📠 Buenos días. ¿Podría decirme si la señorita Giménez ha llegado ya?
📠 Sí, Señor. Está esperando en la recepción. Me dijo que la esperaban hoy, pero ninguno de los sectores a los que me comuniqué sabía nada. Así que la dejé en recepción hasta que alguien me dé referencias de ella.
El intercomunicador estaba en altavoz, por eso Guillermo se puso pálido al escuchar las palabras de la mujer.
📠 Envíela inmediatamente a Recursos Humanos.
📠 De acuerdo, Señor Gómez. Lo haré en seguida.
Eduardo miró a su ayudante pidiéndole una explicación. Este no sabía que decir, por lo que mejor se quedó callado.
- Parece que, en todo lo que tiene que ver con esta muchacha, cometes errores. No es característico de vos.
Guillermo agachó la cabeza, avergonzado. Era cierto que la chica no le gustaba para nada, pero no valía la pena arriesgar su trabajo por eso.
- Lo siento, Señor. No volverá a ocurrir.
- Eso espero. Ahora vas a ir hasta Recursos Humanos y la vas a acompañar a mi oficina cuando termine los trámites de admisión. Retirá también los papeles de su contrato y deciles que dejen abierto el lugar del puesto.
- Como ordene, Señor.
El auxiliar se inclinó respetuosamente y se retiró. Estaba sumamente molesto con la mujer: era la tercera vez que lo regañaban por ella. Ajustó su expresión en la puerta del despacho de su jefe y se dispuso a cumplir con su comisión. No faltarían oportunidades de desquitarse en el futuro, máxime si la chica iba a trabajar en la empresa.
Luego de media hora se terminaron los procesos de admisión y Guillermo acompañó a Katrina hasta el despacho de Eduardo. Le entregó los documentos al hombre y, ante un gesto de este, se retiró en silencio.
- Buenos días, Katrina. ¿Cómo se encuentra hoy?
- Buenos días, Señor Gómez. ¡Feliz y ansiosa!
- ¿Ansiosa por qué?
- Por qué no me dijeron en que iba a trabajar.
El hombre sonrió ante el entusiasmo de la chica.
- No esté ansiosa. Vamos a sentarnos y a hablar.
- De acuerdo.
Se acomodaron en los sillones frente a frente. Entonces, el empresario le extendió un papel a su nueva empleada.
- Este es el listado de puestos disponibles en la empresa. Decidí no ser prejuicioso y dejarla a usted elegir en qué le gustaría trabajar.
Katrina tomó la hoja ante ella y se puso a analizarla con seriedad.
- Consultor… No. Ni siquiera sé lo que es eso.
Luego siguió leyendo en silencio. Eduardo la miraba, divertido ante los gestos de su rostro. Luego de un rato, la chica preguntó:
- ¿Qué se supone que hace un Conserje de Planta?
Es el que se hace cargo de mantener funcionando el edificio. Se ocupa de mantener los aparatos como aires acondicionados, calefactores, etc. Además, hace pequeñas reparaciones como canillas, ventanas y esas cosas.
La mujer sonrió y la habitación pareció iluminarse.
- ¡Creo que encontré mi trabajo!
El empresario se sorprendió por su elección. Sinceramente, pensaba que elegiría un puesto de maestranza o, a lo sumo, de secretaria. Pero conserje… ¡Jamás se le hubiera ocurrido!
- ¿Está segura? La empresa se encargaría de capacitarla en Seguridad e Higiene del trabajo, pero hay que saber un poco de mecánica, electricidad, albañilería…
- Entiendo eso. Pero no se preocupe: soy muy buena con los aparatos.
- ¿Cómo es eso? ¿Hizo algún curso?
- No. En realidad aprendí arreglando los aparatos que encontraba en la basura. ¡Usted no se imagina las cosas que tira la gente! Por una pequeña falla descartan electrodomésticos perfectamente funcionales. Cuando encontraba uno lo reparaba y luego lo vendía. ¡Varias veces salvé el pan del día con esa changa!
Eduardo estaba realmente impresionado.
- Si está segura, entonces, no me queda más que darle la bienvenida a mi empresa.
Ambos sonrieron y, cuando fueron a estrecharse las manos, el hombre pudo ver nuevamente la reticencia en la mujer. Aunque tenía curiosidad por el asunto, no era el momento de hacer ese tipo de preguntas.
- ¡Gracias, Señor Gómez, por la oportunidad! Le aseguro que no se arrepentirá.
Eduardo se dirigió hacia su escritorio y pulsó el botón del intercomunicador.
📠 Guillermo
📠 ¿Sí, Señor?
📠 Acompañe a la Señorita hacia la oficina del Director de Mantenimiento para que la instruya sobre sus responsabilidades y se le haga entrega del uniforme. Luego regrese que tenemos bastante trabajo hoy.
📠 De acuerdo, Señor.
El hombre se dirigió ahora a la chica.
- Acompañe a Guillermo ahora. Más tarde volveremos a hablar.
- De acuerdo. Nos vemos más tarde.