Roselin sufrió a causa de su primer amor, por una infidelidad por parte de su pareja decide separarse de forma inmediata, sin embargo, su corazón roto no dejaba de doler, por esto decide ir a un bar y beber un poco. A causa del alcohol Roselin termina pasando la noche con un desconocido que resulta ser un atractivo CEO, está intenta ignorarlo, pero ¿Podrá resistirse a los encantos de aquel hombre tan encantador y directo?
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Estoy enamorado
Después de la pequeña charla, Roselin y Sebastián volvieron a llevarse bien, un poco más que antes, pues, Roselin no se sentía incómoda, aunque Sebastián se aprovechaba de todo momento libre de Roselin para pasar más tiempo con ella. Sebastián tenía un debate mental muy fuerte, decidió ir a hablar con Máx mientras Roselin pasaba la tarde con Santiago.
—¿Estás seguro de que no te gusta?
—¿Cómo podría gustarme? No lo creo, estoy seguro de que es solo atracción.
—¿Eres estúpido? He visto tu atracción hacia otras mujeres y no es nada comparado por lo que sientes por Roselin, me hiciste despedirla y has hecho de todo para mantenerla a tu lado, tal vez es amor a primera vista.
—El amor a primera vista no existe, es una estupidez.
—Estás seguro? Entonces explica claramente lo que sientes por ella, sientes mucho más que atracción por ella, debes ser claro y no seas idiota.
—No lo sé, jamás me había sentido tan ansioso, pasó casi una semana sin hablarme, pensé que me mataría la ansiedad, entiendo que estaba molesta, pero no creo que llegaría a tales extremos. No creí que mi madre llegara a ser tan dura con ella, también sé que me encanta tener su tiempo y atención, pero realmente nunca estuve sentimentalmente con nadie y lo sabes.
Máx soltó un largo y pesado suspiro, no tenía nada de paciencia y menos cuando Sebastián se volvía ignorante con respecto a las cosas simples como sentimientos. Estaba claro que a Sebastián no le importaban los sentimientos de otro y menos cuando tenía intenciones egoístas de por medio, podía destruir sentimentalmente a una persona solo para sacar provecho, no le importaba el sufrimiento de otros mientras él estuviera bien.
Por este motivo Máx se preocupó cuando Sebastián puso su atención en Roselin, pero esta vez parecía que el que pudo sus sentimientos de por medio fue el mismo Sebastián, que fuese un imbécil como para no notarlo era un tema diferente.
—Mira Sebastián, ¿Te gusta o no? Recuerda que es una mujer joven y soltera, si tú no quieres estar con ella, déjala en paz, de seguro otro hombre su querrá.
–¿Cómo saber si la amo? Estoy seguro de que me gusta, todo de ella es atractivo y curioso para mí.
—Entonces si te gusta debes decirle.
—¡Estás loco! Es más que seguro que me va a rechazar, ella está cerrada a tener una relación, además si se niega a llamarme por mi nombre, ¿Qué crees que pasará si le digo que me gusta? Además, mi madre la odia sin razón alguna.
—Me vas a disculpar, pero tu madre es un dolor en el trasero, es muy fastidiosa, metiche y muy superficial, me sorprende que hasta ahora nadie la pusiera en su lugar.
—Mira si tratar con mi madre fuera fácil mi padre sería el hombre más feliz del mundo, eso es un caso perdido, mi problema aquí es otro.
—Mira si las cosas fuesen fáciles con Roselin todos fuésemos más felices, ella estaba muy enamorada e incluso iba a casarse, es difícil que incluso quiera iniciar algo más y es entendible.
Sebastián suspiró y miro a Máx, estaba cada vez más hundido en desesperación, pero gracias a eso siguió pensando en la forma para hacer que Roselin se abriera un poco más a él. Este pensamiento tan desesperado le llevo a Sebastián llegar a la conclusión que tal vez lo que sentía por Roselin era más profundo de lo que él pensaba, tal vez ese simple gusto era más, tal vez incluso sin que lo notará ya estaba enamorado.
Era mucho más lógico de lo que parecía, pues, Sebastián había estado con muchas mujeres, pero jamás deseo con tanta locura a una mujer, poseer y querer besar a una persona no eran motivos suficientes para decir que estaba enamorado. Si embargo, extrañar, necesitar y anhelar a una persona si eran motivo suficiente.
Aunque los sentimientos de Sebastián estaban un poco mezclados, estaba más que claro para él lo que realmente sentía, para él no era difícil aceptar ese tipo de cosas, lo que si se le dificultaba mucho era llenar sus necesidades.
Nunca se había enamorado con tanta intensidad, pero el cariño que solía dar era severo, cuando alguien estaba con él, era exactamente eso, estar con él, por más que no amara a su esposa no iba a aceptar fácilmente infidelidad. Algo parecido le sucedía con Roselin, no estaba con ella, pero no quería que otras personas estuvieran cerca de ella, al saber que la amaba, deseaba que el amor y la atención de aquella mujer fuesen solo para él.
—Creo… no, estoy muy seguro de que estoy enamorado.
Máx volteó sorprendido, unos segundos antes Sebastián decía estar confundido, pero al menos se había dado cuenta de lo que sentía, cuando estaba confundido era muy común que arruinará todo tipo de situación. Como su amigo Máx deseaba la felicidad de Sebastián, por más imbécil y mala persona que él fuera, en todos los aspectos por más despreciable que Sebastián llegase a ser, también tenía sus cosas buenas.
Máx recordó todos los problemas que tuvo a causa de su misofobia, era una causa de burlas, él nunca le presto gran atención a estas provocaciones, pero Sebastián no estaba contento con esto, él se fue a puño limpio con varias personas para que lo dejaran en paz.
—Me alegra que lo descubrirás, ahora las cosas serán un poco más sencillas para ti.
—Bueno, solo un poco más, me da risa decir minutos después de negarlo que tal vez si sea amor a primera vista, la cuestión ahora es que el objetivo es difícil de enamorar.
—Eso significa que tal vez valga la pena, mucho más de lo que parece.
—Por cierto, ¿Qué tal la asistente que te mande?
—Es muy eficiente y también se preocupa por mí, es agradable, me llevo muy bien con ella, creí que me caería mal o que no llenaría mis expectativas.
—Sabes que nunca te mandaría a alguien inadecuado, te quite una trabajadora muy eficiente, como mínimo debía enviarte a alguien casi o igual de eficiente.