Elliot, un omega puro y dominante, se disfraza de un chico feo y humilde para convertirse en sirviente (Asistente personal) de Cassian Lancaster, un alfa dominante y heredero de un imperio empresarial. Lo que comienza como un acto de protección hacia él mismo se complica cuando surge una atracción inesperada entre ellos. Cassian, intrigado por su misterioso sirviente, no sospecha que tras su apariencia se oculta alguien completamente diferente. Ambos terminan enamorándose sin darse cuenta. ¿Qué pasará si Cassian descubre la verdad sobre Elliot?
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📌 BL/Omegaverse (ChicoxChico)
📌Embarazo Masculino
📌 Ocultamiento de Identidad
📌 Omega ¿débil? x Alfa fuerte
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Capítulo 15
La fogata ardía con fuerza, iluminando el jardín con destellos cálidos que danzaban en la oscuridad. Frente a la tienda de campaña, una mesa improvisada estaba repleta de platillos deliciosos. La cena parecía más un banquete que una simple comida al aire libre.
Cassian estiró los brazos y, con una sonrisa divertida, anunció:
—Como mi padre no está, yo dirigiré la oración antes de cenar.
Elliot lo miró fijamente. No esperaba que el joven alfa tuviera esa costumbre. A su lado, Celine suspiró con fastidio, pero unió las manos de todos modos. Cassian cerró los ojos y murmuró algunas palabras antes de dar por finalizada la oración.
—Bien, pueden comenzar a comer —dijo finalmente, con una sonrisa satisfecha.
Elliot tomó un poco de pan, sin saber muy bien por dónde empezar. A diferencia de Cassian, que se servía con total confianza, él aún no se acostumbraba a ese tipo de cenas.
—Hmm... Tú puedes tomar mi porción también —intervino Celine de repente, deslizándole su plato—. Y mis aperitivos. Tengo que adelgazar mucho, así que no puedo comerlos.
Elliot frunció el ceño, un poco incómodo.
—S..Señorita, no es necesario. Yo ya tengo suficiente…
Antes de que pudiera terminar, Cassian agarró el plato de su hermana y lo colocó frente a Elliot con una sonrisa.
—No es bueno rechazar lo que te ofrecen, Elliot —dijo con tono dramático—. Además, es rarísimo que Celine comparta su comida. ¿Ves la oportunidad única que tienes?
Elliot miró la montaña de comida en su plato y suspiró. Una vez más, tendría que esforzarse para terminar todo. Tal vez sería buena idea pesarse más tarde. Desde que había llegado a la mansión, parecía estar ganando mucho peso sin darse cuenta.
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Después de la cena, Cassian frotó sus manos con entusiasmo y miró a sus dos acompañantes.
—Muy bien, ahora empieza lo interesante. Vamos a jugar Verdad o reto —anunció con una sonrisa traviesa.
Elliot y Celine sintieron un mal presentimiento mientras entrecerraban los ojos.
—Aquí hay una bebida muy especial —continuó Cassian, señalando un vaso con líquido oscuro—. Tiene un pequeño toque de laxante. Si no quieren responder una pregunta, tendrán que tomarlo como castigo.
—¿¡Qué!? —Celine lo miró horrorizada—. ¿Por qué tiene que ser laxante?
—Hm... Te será útil. Piensa en ello como un bono extra para adelgazar y ya —respondió Cassian mientras se encogía de hombros.
—¡Cassian! —gruñó Celine, dándole un golpe en el brazo.
No importaba cuánto se quejara. Cassian ya había decidido las reglas del juego, y era imposible hacerlo cambiar de opinión.
Con resignación, giraron la botella para determinar al primer objetivo. Cuando la botella dejó de girar, la punta señaló a Celine.
—Bien, hermanita, dime —dijo Cassian con una sonrisa burlona—, ¿cuál es tu sueño? Y no me vengas con adelgazar o tener dos novios al mismo tiempo.
Celine bufó y cruzó los brazos.
—Quiero ser maquilladora profesional y tener mi propia empresa de cosméticos —respondió con confianza—. Papá me enseñará sobre negocios aunque sea perezosa para estudiar. Seguro que algo de su talento se me pega.
Cassian asintió, fingiendo estar sorprendido.
—Bueno, con esa actitud tuya, seguro quiebras antes de empezar —comentó con burla—. Tienes que construir una marca personal y ser constante.
Luego, giró hacia Elliot, que hasta el momento había permanecido en silencio.
—¿Y tú, amor mío? ¿Cuál es tu sueño?
Elliot se sobresaltó y se quedó mudo.
—E-esto… ¿No era una pregunta para la señorita Celine?
—Te dije que la ignores. Piensa que solo somos tú y yo —respondió Cassian con total tranquilidad.
Elliot bajó la mirada y jugueteó con sus dedos.
—Yo… —vaciló—. No tengo un sueño…
Celine lo miró con incredulidad.
—¿Cómo que no tienes un sueño? ¡Todo el mundo tiene un sueño! ¿Verdad, Cassian?
Cassian se encogió de hombros.
—Algunas personas tardan más en encontrarlo.
Luego, con una expresión pensativa, se llevó una mano a la barbilla mientras pensaba en un sueño para Elliot.
—¿Qué tal si tu sueño es convertirte en mi esposo y omega? —soltó con descaro.
Elliot sintió cómo su rostro ardía.
—E-eso no es un sueño, joven amo…
Cassian sonrió con picardía.
—Entonces, ¿no quieres casarte conmigo?
Elliot se cubrió el rostro con las manos, demasiado avergonzado para responder.
—Hmm... El silencio significa un sí, ¿Sabes?—declaró Cassian con satisfacción.
Celine, que había estado observando la escena con mucho fastidio, decidió que no podía seguir soportando aquello.
—Suficiente —murmuró mientras se levantaba—. De repente me siento muy mareada y con ganas de vomitar, así que me iré.
Elliot, alarmado, intentó seguirla.
—¿A..A dónde va, señorita?
—Muy lejos de aquí —respondió ella con fastidio mientras seguía alejándose.
Antes de que Elliot pudiera seguirla, Cassian lo agarró de la muñeca y tiró de él con firmeza.
—¿A dónde crees que vas? —murmuró con una sonrisa juguetona—. La noche aún es joven, y el juego apenas comienza.
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