Yo Creo En Tí

Por Steven:

Soy Steven Wilson un gran fiscal en la gran mayoria de los tribunales, mi padre es un Juez reconocido, el mejor en ese ámbito,

Cuando mi madre murió ambos juramos que siempre tomaríamos la justicia en nuestras manos y castigariamos a los culpables como lo merecían .

Todo en mi vida estaba llena de felicidad, excepto por la perdida de mi madre,

Samanta era la niña más linda de la facultad había entrado al primer año en la escuela de derecho en la que estudiaba,

Así la conocí y quede impactado por su belleza y carisma, era hermosa en su totalidad, me costó un poco hacer que me notará, aún así logre que ella se fijará en mi y poco a poco hice que se enamorará de mi, lo único malo era su mejor amigo;__ Declan Stone, todos lo conocíamos es un gran empresario muy sobresaliente; desde los 15 años empezó a formar su imperio y es el número uno en el mundo empresarial, pero es un antisocial jamás a tenido amistades, ni se le a visto rodeado de mujeres como a otros ,aún así, siempre está cerca de ella y a mí me molesta, aunque Samantha , dice que para ella solo es su mejor amigo ya que lo conoce desde que ella estaba en pañales aún así no lo creo del todo porque puedo notar esa devoción con la que la observa.

Así que le pedí que se mantuviera alejada de él, aunque le molesto mi petición , hizo el intento no del todo, pero aun así me alegraba saber que ella me amaba tanto como yo a ella.

Los siguientes dos años nuestra relación creció más, aunque no la había tocado de más ya que la amaba y respetaba y ella era una señorita de su casa, igual la haría mi esposa, así que sin pensarlo por más tiempo le pedí matrimonio en medio del patio de la universidad, se que ella recién llevaba su tercer año y quizás por ello lo querría pensar antes de darme una respuesta, al ver la indecisión en ella, le dije que después de nuestro matrimonio ella podría seguir estudiando yo jamás haría que dejara sus sueños a medias.

Así que enseguida acepto,

__Mi hermosa Samantha sería mi esposa,ella estaba tan feliz que fue corriendo a contarselo a Declan su mejor amigo, el lo tomó bastante bien,para mi sorpresa, así que pensé que había estado teniendo suposiciones de más, en ese lapso de tiempo lo conocí un poco más y pude ver que en realidad se alegraba de la felicidad de Samantha, así que solo se acercó a ambos y nos deseo lo mejor.

Cuando le dijimos que nuestra boda sería en tres meses y Samantha le pidió ser el padrino de bodas , este solo se disculpo y le dijo que no estaría presente ya que tenía un negocio muy grande que cerrar en otra parte del país y se ausentaria por un tiempo.

Samantha no lo tomo muy bien, pero aun así accedió, sabe lo importante que es su amigo así que solo sonrió por el, un mes después el partiría pero ese día no solo se marchaba el, si no que también vería la verdadera cara de la mujer que amo.

¿Como pudo hacerlo? me pregunto cuando veo las cámaras de aquel incidente, una vez más mi sangre hierve; como pude ser tan ciego y dejarme engañar solo por su belleza, era una desgraciada había abandonado a su suerte a un joven que podía haber sobrevivido de no ser por que lo dejó ahí solo y se escapó de su crimen, odiaba tanto a ese ser que abandono a mi madre hasta su muerte que no repare que ahora todo mi odio e indignación iba dirigido hacia la mujer que había prometido amar y proteger siempre, esas últimas palabras quedaron en el olvido , despues de ver aquellas imagenes.

No podía hacer nada, el juicio se llevaría acabo en una semana, la familia del joven lloraba amargamente, pedían justicia a gritos y por ello accedí a ser el fiscal en este caso, al principio quisieron negarse por que muchos conocian mi relacion con Samantha, pero mi padre intervino al verme tan decidido, me pregunto si estaba seguro y le dije que si, que la haría pagar por lo que hizo,al oír aquellas palabras de mi ,solo acepto y me dijo que solo esperaba que después no me arrepintiera al fin y al cabo era la mujer que iba a convertir en mi esposa en un par de meses.

Solo asentí, sabía que mi padre la apreciaba y que estaba decepcionado por lo que ella había hecho, pero no podía negar que aunque me dolía jamás actuaría en contra de lo que soy y pienso, así que estaba seguro en hacerla pagar y refundirla en la cárcel por su crimen.

Por Gabriel Stone,

Soy Gabriel Stone, tengo 24 años , No solo soy asistente de Declan tambien soy su amigo, mano derecha y primo, siempre e sabido del profundo amor de mi primo por la pequeña Samantha, le digo así porque siempre fue la más pequeña entre nosotros, estaba seguro que algún día esos dos acabarían juntos hasta que me sorprendió enterarme que tenía un novio, sabía que mi primo la estaba pasando mal y más al notar el maldito carácter que se cargaba en la empresa, todos los empleados le tenian terror,nadie se lo quería cruzar, aunque muchas mujeres lo califican como un adonis,la verdad es que para tener el cargo que el tiene tuvo que convertirse en alguien cruel y despiadado , no es fácil ser alguien importante y yo se la carga que a llevado y más al ver que su padre lo detesta, ya que toda la fortuna de su esposa, fue a parar a manos de su hijo.

Aunque Declan delante de Samantha siempre se portó como el mejor amigo, sabía en el fondo lo mucho que le dolía verla junto a otro hombre, peor fue cuando pasaron un par de años y élla le contó que se casaría, él solo le demostró que estaba feliz por ella, pero llegó devastado.

Luego de aquel acontecimiento decidió viajar al siguiente mes, necesitaba tratar de mantener sus sentimientos escondidos, porque estaba a nada de volverse loco, así que me pidió encargarme de todo en su ausencia ya que ni yo sabría donde encontrarlo, pues así lo había decidido, quien era yo para oponerme, solo le pregunté si estaba seguro de dejarla así sin pelear, el solo sonrió y me dijo ese idiota la ama, así que me voy tranquilo, cuando sienta que estoy preparado volveré, necesito desconectarme de todo.

Solo asentí ante esto, no era la primera vez que pasaba algo así, ya que cuando mi tía murió ocurrió lo mismo, solo que para aquel entonces Samantha fue por él, de alguna manera sabía donde encontrarlo.

No dije nada y como su fiel escudero acepte ayudarlo, yo más que nadie le era leal, ya que me había ayudado en el momento más difícil de mi vida.