Volver A Amar

...Narrador Omnisciente...

La cena estaba servida. Héctor y Lily jugaban en el antejardín mientras que Valery y Sofi estaban sentadas en unas sillas colgantes a la espera de su invitada.

—Espero que llegue antes de que la comida se enfríe —dijo la pelirroja.

Valery esbozo una sonrisa —. Mira —indico con su dedo a un auto rojo que se estacionó frente a la casa —. ¡Llegó!

Los niños miraron hacia el frente y saltaron emocionados —. ¡Tia Alba, tía Alba!.

Una pequeña mujer rubia de ojos marrones, nariz respingada y labios carnosos bajó del coche.

Llevaba puesta una camiseta color rojo, jeans y unas deportivas blancas.

Abrió sus brazos preparada para recibir el impacto de los pequeños —. ¡Tiaaa! —corrieron hacia ella.

—¡Ayyy mis amores, que fuerza tienen! Cada vez más grandes y yo más vieja —sonrió alegre.

Aunque no lo dijera en voz alta, ¡Por Dios que necesitaba un abrazo!, Lo ansiaba con tanto ímpetu, que a propósito se mantuvo abrazándolos más tiempo de lo que Héctor y Lily querían. Los soltó cuando estos se quejaron por falta de aire.

—¡Lo siento, lo siento!

Caminó hasta las hermanas —. ¡Diablos chicas! ustedes están como el vino... entre más tiempo más guapas.

—¿Nosotras? —pregunto Sofi mirandose de pies a cabeza —. ¿Y tú? ¿Y esas espectaculares curvas?, ¿Has estado haciendo ejercicios? —movió sus cejas de arriba a abajo en una sugerente insinuación.

—¡Que dices!, no tengo tiempo de ir al gimnasio.

—No me refiero a ese tipo de ejercicios amiga mía.

Las tres se miraron y se rieron a carcajadas.

—Mami, ¿De qué ejercicios habla la tía? —interrumpió Lily.

Se miraron espantadas, Alba con premura acotó—. Pilates mi niña, me encanta hacer pilates.

A continuación entraron a la casa, se sentaron en la mesa y se dispusieron a cenar la deliciosa carne al jugo con papas a la crema.

—Valery, hable con el director del colegio, ya que sabía que necesitaban una profesora para los primeros cursos. Específicamente de primero a cuarto. Cuando me mandaste tu currículum de inmediato se lo envie a él. Confesaré que al principio no lo noté convencido, pero le expliqué que habías sacado las mejores notas en la universidad y que no pudiste ejercer por motivos de fuerza mayor. Que sin duda serás una excelente profesional pues tú sueño siempre ha sido ayudar en la educación de los niños—tomó un sorbo a su jugo y continuó —. Pero bueno, como mi poder de convencimiento es supremo, me llamo a las horas diciéndome que estabas dentro. Ahora solo debes presentarte al colegio, dar clases, y porsupuesto demostrar que no me equivoqué. ¿Qué tal?.

Val entorno los ojos mirándola fijamente —. Eres maravillosa Alba, muchas gracias, realmente necesito ese empleo—sonrió.

—Mamá —habló Héctor —. ¿Podemos ir a ese colegio?

Lily añadió —. Si ¿Podemos podemos?

Sofi, Valery y Alba se miraron. La primera se encogió de hombros —. Me parece una excelente idea Val, estarás cerca de los niños, y a la misma hora que ellos terminan de estudiar, tu de igual manera, terminas tu jornada.

—Si, es estupendo —replico la rubia.

Valery pareció pensarlo por unos segundos —. Si, creo que tienen razón. La pregunta es ¿Se podrá hacer un cambio cuando ya iniciaron las clases?

—Dejamelo a mi, yo me encargo —dijo Alba —. Necesito toda su información, certificado de alumno, y las notas. Yo me encargo del director.

—Gracias amiga. Luego necesitamos hablar contigo.

La cena transcurrió entre risas, anécdotas y chismes. Por un par de horas volvieron a ser aquellas adolescentes que soñaban con que algún día un príncipe azul llegaría a sus vidas. Para su mala suerte, contrario a sus expectativas, solo llegó un sapo feo y venenoso.

Sapo que en el caso de Sofi, endureció su corazón hasta el punto de negarse a creer nuevamente en el amor.

En Alba un sapo que fue terriblemente traicionero y vil. Sin escrúpulos ni lealtad. La destruyó por completo.

y finalmente Valery, un sapo que la manipuló hasta el cansancio hipnotizándola con sus saltones ojos y endulzando el oído con su maldito croar.

...¡Que desafortunado resultó su amor!...

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Cuando los niños se hallaban dormidos llegó el momento de disfrutar. A su peculiar manera, pero al fin y al cabo, disfrutar.

Con una copa de vino en la mano, cada una se sentó en el sillón frente a la televisión para disfrutar "Avatar 2".

—Valery, tengo que decirte que el director es un completo Adonis, la mayoría de las profesoras y madres solteras se derriten cuando están frente a él.

Sofi miro a Val con una sonrisa de medio lado —. Hermanita, eres una suertuda. En mi trabajo ningún hombre vale la pena. Nisiquiera para deleitar la vista, nada nadita.

—No lo creo, tal vez eres muy exigente.

La pelirroja bebió de su copa —. No, no, creeme son todos normalitos.

Alba sonrió pícara —. Cuando veas a Aiden se te mojarán hasta las bragas.

Valery abrió los ojos enormemente, ¿Habrá escuchado bien?, ¿Dijo Aiden?, no, no, no, es un nombre común. No es el mismo chico del café.

—Oye Alba —indagó Sofi —. ¿De casualidad no habrá algún profesor que sea fornido, con un trasero redondo, duro, y con unas manos grandes?

La rubia soltó una profunda carcajada —. ¡Tu no cambias eh!—exclamó divertida —. Déjame pensar —bebió el contenido de su copa de un sorbo, y volvió a llenarla —. Siiii, si, ya se quien. Uff .....El mejor amigo de Aiden, es otro que parecer estar tallado por la mano de lo dioses, aunque, es un mujeriego hecho y derecho. De esos que juega con las mujeres y no se enamora de ninguna. No cree en el amor, y lo deja claro en la primera cita. Más allá de un buen revolcón no pasa.

—¿Y como sabes? —preguntaron al mismo tiempo, consternadas.

Alba quedó a medio beber, con las mejillas enrojecidas y una sonrisa coqueta—. ¿Por qué creen? —las observó seriamente.

—¡No me jodas!, ¡TE ACOSTASTE CON EEEL! —grito la pelirroja.

Esta se rió entre dientes —. Es una broma, después de José no he estado con nadie. El maldito me dejó por los suelos. Nisiquiera para liberar estrés me he acostado con alguien. Estoy con una terrible abstinencia sexual. Pero hablando de Daniel, es el profesor de Inglés. Es guapísimo, y todo el colegio conoce su reputación. De hecho —fijo sus ojos en Valery —. No me sorprendería que trate de conquistarte. Serás algo así como, carne nueva.

La aludida confirmo todas sus sospechas con respecto a la conversación que escuchó durante la mañana, ¡El mundo es muy pequeño!.

—¡Ah no! definitivamente no, además debo confesarles algo.

Alba y Sofi se miraron sonrientes y se acercaron más a ella. ¡Que chismosas se han vuelto!

Valery les contó con lujo de detalles toda la plática que sin querer escuchó —sin querer nada, sabía muy bien que estaba oyendo con toda su voluntad—

—Dios mío, es por eso que al jefe jamás se le ha visto con alguna mujer. Estaba por pensar que era gay... ¡Que romántico salió!, suerte para la que lo atrape.

—No me llama la atención Aiden, me gusta más Daniel, es de mi estilo. Una noche y ya —dijo Sofi.

—Yo ninguno, nadie querría a una divorciada con dos hijos. Estoy destinada al fracaso. De todas maneras es mejor para mí, tampoco me interesa el amor, es una jodida mierda.

Las tres se miraron, y llenaron sus copas.

—Deberiamos buscarnos hombres con los que solo tener sexo y nada más. Así como nos usaron, usarlos —Sofi tenía las mejillas encendidas.

—¡Estas loca!, me siento muy bien sola. Imagínense llega un nuevo José a mi vida, que se coja a mi otra prima. No gracias.

—A mi no me mires hermana, yo prefiero tener telarañas. Mejor sola que mal acompañada.

Sofi bufó —. Son unas tías aburridas, estamos en la flor de la vida. Pero prefieren pasarla sin disfrutar ahora que nuestros cuerpos aún resisten la fuerza de gravedad.

La rubia escupió el vino de la boca —. La verdad es que la gravedad ya hizo de las suyas en mis senos, sin sostenes parecen cualquier cosa.

Valery rió estrepitosamente y negó con su cabeza —. Las quiero chicas, las amo mejor dicho. Alba necesitamos proponerte algo. No estás obligada a aceptar, sin embargo piensalo muy bien...

—¡Queremos que vivas con nosotras!

Alba por poco deja caer la copa de sus manos —¿En...enserio?

—Si.

Sus ojos se cristalizaron —. Me encantaría, siiiii.

Sofi alzó la copa —. Brindó por un nuevo comienzo, brindo para que el amor nunca toque a nuestra puerta, pero si que la amistad y la familia nos acompañe siempre hasta el final.

Levantaron sus copas y brindaron.

—Deberíamos hacer un club llamado "Anti-amor".

—Me parece estupendo. Donde ni besando sapos encontramos al príncipe azul.

—Ya paso de moda el típico principito de los cojones que viene al rescate, !Me rescato sola joder!.

—¡SI, NOS RESCATAMOS SOLAS! —gritaron al unísono.

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Lo que ninguna sabía, ni espera, es que el amor tocará sus puertas, y cuando eso pase, ya no habrá vuelta atrás.