Clara decide quedarse con el villano, decide que ese demonio será suyo
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
** Todas novelas independientes **
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Recuperación 1
Theo entró en la mansion Bennet con Maddie en brazos, cubierto de sangre que no era suya. todos los sirvientes se apartaron a su paso, nadie se atrevía a mirarlo a los ojos. subió las escaleras como una bestia herida, sin soltarla ni un segundo.
Duque: ¡Traigan al médico ya!
La depositó con cuidado en su cama, como si al mínimo movimiento pudiera quebrarse. sus manos grandes temblaban al apartar los mechones blancos de su rostro, acariciando su mejilla manchada de sudor.
Duque: Maddie… abre los ojos, maldita sea
El doctor llegó acompañado de dos aprendices y un sanador que usaba magia.. cuando intentaron acercarse, Theo se interpuso.
Duque: si le dejan una sola marca más… los mato
Doctor: Mi señor, debemos trabajar o morirá..
Theo tragó saliva, y por fin se apartó apenas, pero sin soltar la mano de Maddie.
El mago colocó un sello en la frente de ella y murmuró un hechizo. Maddie gimió suavemente antes de que la magia la sumiera en un sueño profundo.
Theo cerró los ojos, apretando la mandíbula.. escucharla quejarse aunque fuera un instante lo desgarraba por dentro.
Los doctores cortaron con cuidado el vestido roto y expusieron la espalda. Theo desvió la mirada por un segundo… y sintió que el corazón se le quebraba al ver los surcos rojos, abiertos, hinchados y sangrantes.
Cada vez que la aguja entraba, que la magia sellaba una herida, Theo sentía que le punzaban a él mismo. sus dedos apretaron con fuerza la mano de Maddie, inclinándose hacia ella.
Duque (susurro): Aguanta, canario blanco… si pudieras ver lo que me haces… me duele mas a mi que a ti..
Doctor: todo estará bien.. pero necesitara una revisión de su cicatriz con magia.. ahora dormirá y le dejaremos una locion para el dolor
[Mi canario esta herido… y no hay nada que me duela más que eso.]
Theodore no habló más de lo necesario en voz alta. tenía a Maddie vendada en la cama, su mano pequeña y tibia aún entre las suyas.. pero la furia no le dejaba pensar con calma. se incorporó, y con la misma voz que había detenido látigos, llamó a Samir.
Duque: Samir.. ve al puerto. busca al mensajero de mi abuelo. dile que lo espere..
Samir tragó saliva, sorprendido. conocía demasiado bien la historia.. la relación entre Theodore y el abuelo Bennet era...tensa, lejos de la dulce lealtad familiar que muchos imaginaban. se quedó un instante sin palabras..
Duque: Mi señor… sabe que su abuelo y usted… no se llevan bien.. ¿realmente quiere que lo invoquemos ahora?
Duque: Que sepa todo.. dile que la familia Simpson daño a la prometida que él elegió.. dile que la humillaron, que la azotaron hasta dejarla sangrando. quiero que mi abuelo destruya sus negocios, que acabe con sus acuerdos comerciales, que los deje sin recursos.. y sobre todo.. dile que no permitiré cambio de prometida. que si alguien intenta apartarme de ella, pagara caro.
Samir se quedó pálido. conocía el poder de la palabra del abuelo Bennet.. una orden suya podia arruinar familias, devorar fortunas, quebrar alianzas en un solo día.. pero también conocía la historia de orgullo y rencores entre generaciones..
Asistente: señor… ¿esta seguro? si le aviso, no hay marcha atras. el abuelo no perdona… y usted tampoco.
Duque: Estoy seguro. . que lo haga. y si mi abuelo pregunta porqué debo destruirlos, dile la verdad.. la familia Simpson le puso las manos encima a la mujer que voy a tomar por esposa.
La carta llegó al gran salón del anciano Bennet entre la niebla de la mañana. el abuelo la desdobló con manos arrugadas, leyó cada linea con la calma de quien no se sorprende de nada… hasta que sus ojos encontraron la palabra que realmente le importaba.
Abuelo Bennet: ¿puede tener hijos esa muchacha? AVERIGUENLO
cuando el anciano recibió la información de que ella solo tenia heridas en la espalda y que el conflicto en la casa Simpson empezó porque ella se quedo en la habitación del duque la noche anterior... sonrió ladino..
Abuelo Bennet: si es fértil, la acepto…
Esa misma noche, los barcos que comerciaban con la casa Simpson fueron retenidos en el puerto.. impuestos y aranceles "revisados" se multiplicaron, demorando cargas.. los socios comerciales recibieron cartas.. "debido a circunstancias imprevistas, recomendamos suspender transacciones con los Simpson hasta nuevo aviso" los prestamistas retiraron crédito.. las cuentas fueron congeladas por revisión..
En la mansión Simpson, los criados miraban con incredulidad como los comerciantes devolvían los productos, como llegaban solo cartas que terminaban los negocios, la mansión aun era limpiada por el desastre que hizo el duque y ahora las malas noticias no terminaban de llegar.. el barón gritaba, busco explicaciones, amenazó, negó, intento sobornar, todo en vano.. la red del abuelo Bennet era fría y absoluta.
Horas después Maddie abrió los ojos lentamente, la luz se colaba entre las cortinas pesadas, y por un instante no recordo nada. hasta que giró la cabeza y lo vio a él, sentado a su lado, con los ojos rojos por el cansancio pero todavía imponentes.
Maddie: Theo…? que… que ha pasado…
Duque: cayó tu casa, Maddie. los Simpson ya no existen, yo mismo lo ordené.
Maddie: mi familia… tú… los destruiste…
él inclinó apenas la cabeza. ni un rastro de arrepentimiento.
Duque: no hay perdón para lo que hicieron.
[se atrevieron a marcar a mi canario, a tocar lo que es mío]
Maddie: y los empleados? ellos no tienen culpa, Theo, cocineros, las muchachas, los cocheros… familias enteras… qué será de ellos?
Duque: de todos los que podias pensar… pensaste en ellos —murmuró con una media sonrisa incrédula—. aun herida, aun traicionada… pides por los sirvientes..
[mi canario blanco…]
Duque: me ocuparé de ellos.. tendrán techo, tendrán pan, no te preocupes.
Maddie: gracias
Maddie se incorporó apenas un poco en la cama, aun con las vendas en la espalda, y miró a Theodore con cuidado. su expresión mezclaba preocupación y curiosidad.
Maddie: Theo.. ¿cómo estás?
él la miró, un tanto sorprendido por que fuera ella quien preguntara y no al revés.
Duque: estoy bien
Maddie: me acuerdo… ayer estabas enfermo ¿aún te duele algo? ¿te sientes débil?
él ladeó la cabeza, sin poder evitar que sus labios se curvaran en una mueca que apenas parecía una sonrisa.
Duque: todo bien
Maddie: deberías haber descansado más.. no puedes cuidarme te vas a volver a enfermar
Duque: tu preocupación… incluso herida, aun después de todo… sigues cuidando de los demás.
Maddie: no puedo… no podría… verte así y no preguntar…
Theodore salió de la habitación unos minutos, caminando por los pasillos con las manos apretadas, pensando en los planes que tendría que ejecutar para proteger a Maddie ¿adelantar la boda? ¿Comprarle otra casa? .. cuando regresó, esperaba encontrarla descansando, tranquila, recuperándose de la noche de dolor y heridas.
pero al abrir la puerta, la vio medio incorporada, tratando de levantarse de la cama. sus ojos se agrandaron de inmediato y se enfureció
Duque: ¡¿qué crees que haces?! ¡si te mueves ahora… podrías desangrarte otra vez!
Maddie: solo… solo quería… ver a los empleados… hablar con ellos… estoy aburrida..
Duque: ¡escúchame, ¡te he salvado la vida y tú intentas matarte otra vez!
Maddie bajó la mirada, intentando razonar con él en silencio, pero el duque no le dio oportunidad de explicarse. sus ojos oscuros brillaban con furia y miedo a la vez, mientras la acostaba de nuevo en la cama, apretando las mantas alrededor de su espalda vendada.
Duque: no, no te levantarás ni un solo paso hasta que esté seguro de que puedes hacerlo sin riesgo. y si te atreves a ignorarme… juro que te quedarás en esta cama todo el tiempo que yo diga.. no vuelvas a intentarlo
Maddie: esta bien...