Reina Luna

Byron despertó muy temprano aquella mañana, se arregló con un traje elegante de color negro, peino su cabello hacía atrás, salió del hotel hasta llegar a la entrada, ahí ya lo esperaban algunos hombres de cuerpos grandes, era obvio que él ya estuviera enterado de su llegada y de que estuviera en aquel hotel, subió al coche negro que lo llevaría al lugar donde se reuniría con él, no fue sorpresa al ver que no se dirigieron al palacio, llegaron a una cabaña a las afueras de la ciudad, bajo del coche y miro a los lados, parecía que la seguridad era nula, pero notó uno que otros lobos escondidos en el bosque y sobre las ramas de los árboles.

Entró era pequeña incluso por dentro, estaba justo en la sala, un hombre estaba sentado en un cómodo sofá de una pieza de color rojo, vestía un traje blanco, su cabello era de extraño color platinado, mantenía su mirada fija en aquella ardiente fogata.

-Hola, Drave- Dijo con una áspera voz, dirigió su mirada a él, aquellos ojos dorados lo miraban, Byron no se dejó intimidar, hizo una reverencia en modo de saludo- Siéntate, quiero que me hables del desastroso error que se cometió- Sonrió, señalo el asiento que estaba frente a él, Byron obedeció y se sentó.

- Lo expliqué en el informe, no pude evitarlo, Bane Clover quería pasar la noche con mi mate a cambio del tratado de paz- Dijo con calma mirando a los ojos a ese hombre.

- Si, eso lo entendí bien, lo que no entendí es, ¿Mate? ¿Encontraste a tu pareja destinada? ¿O es una pareja elegida? - Pregunto mirando con curiosidad la palma de su mano esperando ver alguna cicatriz en señal de un pacto de sangre.

-Mi pareja destinada- Dijo mostrando libremente sus palmas, aquel hombre suspiro y se recargo en el asiento.

- Mierda…no había opción entonces- Susurro, Byron se lo quedo viendo sin entender- Vamos, que no tenga mi pareja destinada no quiere decir que no sepa lo que significa, tampoco soy un desalmado- Soltó un poco distraído- Pero, eso no quita el hecho de que este molesto, Clover puede unirse a nuestro enemigo y puede llevarse incluso algunos sus reinos aliados a él- Lo miro, Byron asintió – Así que iremos al plan B- Sonrió.

- ¿Plan B? Espera, ¿No vas a castigarme? - Preguntó ansioso.

- ¿Por qué? - lo miro confuso- ¿Por rechazar su propuesta? Por favor, ya te dije no soy un desalmado, de haber sabido que habías encontrado a tu mate, no te hubiera encomendado esa misión, pude habérselo encomendado a alguien más e incluso encargarme personalmente, ya había escuchado sobre lo rumores de Bane Clover- Explicó, Byron asintió y en el fondo se sentía aliviado de que aquel hombre no estuviera molesto.

- Entonces, ¿Por qué estoy aquí? – Pregunto, sino era porque iba a recibir un castigo no entendía el motivo de su viaje.

-El plan B, debemos ponerlo en marcha, aunque ahora que encontraste a tu mate, no creo que sea buena idea involucrarte- Dijo pensativo, al encontrar a su pareja destinada los hombres lobos, sobre todos los Alfas se volvían mucho más posesivos, dominantes, no quería separarse de su mate y a veces la ponían como prioridad olvidando sus deberes.

- Dime que es, puedo cumplir, mientras no la involucre a ella- Dijo decidido.

- Bien, tenemos que aliarnos con el sur- Dijo con una gran sonrisa, Byron suspiro ante aquellas palabras, si hacer una alianza con Clover y sus aliados era ya difícil, era imposible una alianza con los reinos del sur.

- Sabes que eso es imposible, ellos se han mantenido alejados de todo, sus puertas fueron cerradas hace años- Dijo con tranquilidad.

- No del todo, he puesto a mis hombres a trabajar y descubrieron que algunos lobos del sur han salido de casa para encontrarse con su pareja destinada, es decir, las puertas se pueden abrir y uno de ellos puede guiarnos a esas puertas, solo debemos encontrar a uno- Explicó, Byron suspiró, aquello parecía una misión absurda, pero no podía negarse a su petición. – Tranquilo tengo información que han recolectado mis hombres- Hizo señas y uno de los guerreros se acercó con un sobre y se lo entrego a Byron.

- ¿Ojos purpuras? – Pregunto mientras leía ese informe, que explicaba que los originarios del sur, poseían ese color de ojos al transformarse, normalmente era el mismo color de sus ojos naturales, aunque en su caso eran rojos, pero jamás había visto unos ojos purpuras.

- Si, también se dice que tienen algunas habilidades sobrenaturales- Continuo, Byron lo miro y arqueo las cejas, ser hombres lobos ya era sobrenatural- Habilidades curativas mucho más rápido que nosotros, su enlace mental no solo funciona con su pareja destinada, ellos pueden extenderlo con quienes ellos desean, similar a nosotros los sangre pura, entre más información que encontraras en esos informes. - Explicó brevemente.

- ¿Quieres que encuentre a un hombre lobo con estas características? – Pregunto aun dudoso de aquel plan.

- Es la única opción que nos queda, o aceptar la propuesta de Clover, ya traté de hablar con él, pero, se aferró a tu mate – Dijo, Byron gruño al escuchar aquellas últimas palabras- Tampoco aceptare tal petición, así que no nos queda más que apegarnos al plan B- Dijo entre suspiro.

- Y si, el plan b no funciona, ¿Qué pasara si el éste nos declara la guerra antes de crear una alianza con el sur? – Pregunto mientras guardaba los informes en el sobre.

- Entonces, nos vamos a divertir como nunca- Dijo con una gran sonrisa, Byron asintió y sonrió ante su respuesta- Pero, intentaremos el plan B antes de pasar a C ¿Quedó claro? – Ordeno, Byron asintió. – Felicidades por encontrar a tu pareja destinada- Dijo con sinceridad- Espero conocerla pronto- Continuo, Byron se sintió muy incómodo ante ese comentario. – No seas celoso, como rey de reyes, en algún momento debo conocerla- Le dijo.

-Ya sé, pero…aun no – Respondió mirando a los lados, los guerreros los habían dejado solo, pero sabían que no habían bajado la guardia- Aún no la he marcado- Susurro, el hombre de cabellos plateados lo miro con la boca abierta- Deja de mirarme así- dijo entre dientes.

- Ya, Ya, Espera, ¿Cómo carajos has podido separarte de ella? – Pregunto confuso.

-Fue una orden tuya, no pude negarme, pensé que me castigarías por mi error- Soltó molesto.

- ¿Castigarte? ¿A ti? ¿Qué clase de…? – Calló y miro a los lados, se inclinó un poco más a él - ¿Qué clase de hermano mayor crees que soy? – dijo tan bajo que apenas y logró escucharlo Byron, aquel era un secreto que se habían guardado por mucho tiempo y debía seguir así, no podían revelarlo, sería un peligro para los quienes los rodean, sobre todo para Byron.

- Eres más que eso, eres el rey de reyes – Soltó algo molesto.

- Aun así, prometí a nuestro padre que cuidaría de ti- Soltó con pesadez, su pasado no era nada del otro mundo, su padre un licántropo puro, pero rechazó el trono cuando su pareja destinada murió.

- Lo sé, bien, aceptare la misión- Dijo señalando los documentos.

- Gracias, ahora será mejor que regrese a tu reino y con pareja, te aconsejo que la marques, Bane Clover no se dará por vencido, cuando hable con él parecía obsesionado con ella, la menciono tantas veces…si necesitas ayuda no dudes en decirme – Dijo mientras se ponía de pie.

- ¿Qué? ¿Irías a Greyson a ayudarme a protegerla? – Pregunto con ironía mientras se ponía de pie.

- Por supuesto, lo que sea por proteger a mi hermanito- Dijo con malicia, Byron suspiro, pero sonrió

- Estamos en contacto- Dijo, ya era hora de marcharse.

- Si tienes algo, usa el enlace mental, sé requiere de mucha energía, pero será la única forma segura de ocultar la información que obtengas- Dijo con seriedad- Ten cuidado Byron- Susurro con sinceridad.

-Tu igual, Ilai- Asintió y después se marchó, muy pocos conocían aquel nombre, era el nombre que su madre le dio cuando nació, era lo que le había quedado de ella, quien falleció cuando solo tenía cinco años de edad, después quedo a cargo de su padre y sus sirvientes, cuando su padre decidió no ocupar el trono de rey de reyes, su abuelo decidió entregárselo a él y se dedicó a prepararlo para que fuera un gran sucesor.

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