Sarah es una bailarina de ballet que, por primera vez, logró firmar con una compañía. Durante uno de sus tours, conoce a un hombre que está completamente enamorado de ella. Él amenaza con arruinar su carrera si ella no firma un contrato con él. ¿FIRMÓ ELLA EL CONTRATO? ¿QUE QUIERE EL DE ELLA?
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Capitulo 9
Enfrentando las Consecuencias
Después del incidente con Volkov, me sentía inquieta e insegura. Sabía que ese hombre era un peligro real, y no podía dejar de preguntarme qué más sería capaz de hacer para salirse con la suya.
Durante los siguientes días, evité salir sola del teatro y procuré mantenerme cerca de Natalia o de la directora artística. No quería arriesgarme a encontrarme de nuevo con Volkov o sus secuaces.
Una tarde, mientras descansaba en mi camerino, la puerta se abrió y la directora entró, con una expresión grave en su rostro.
"Sarah, tenemos que hablar", dijo, cerrando la puerta detrás de ella.
Sentí que un escalofrío recorría mi espalda. ¿Qué más podía haber sucedido?
"¿Qué pasa, señora?" pregunté, con cautela.
La directora se sentó a mi lado, con un suspiro.
"Me temo que el incidente con Volkov ha tenido algunas consecuencias", reveló.
Contuve el aliento, esperando lo peor.
"¿Qué quiere decir?" pregunté, con voz temblorosa.
"Volkov se ha enfurecido por la intervención de Natalia", explicó la directora. "Ha amenazado con retirar su apoyo financiero a la compañía si no lo compensamos de alguna manera."
Sentí que el miedo se apoderaba de mí.
"¿Compensarlo? ¿Cómo?" pregunté, con angustia.
La directora me miró con seriedad.
"Lamentablemente, ha exigido tu despido de la compañía", dijo, con pesar. "Como castigo por haber rechazado su oferta de patrocinio."
Sentí que el mundo a mi alrededor se detenía. ¿Mi despido? ¿Acaso Volkov iba a arruinar mi carrera?
"Pero... ¡No puede hacer eso!" exclamé, desesperada. "¡Mi danza es todo lo que tengo!"
La directora apretó mi mano con gesto de solidaridad.
"Lo sé, Sarah, y créeme que estoy haciendo todo lo posible por evitarlo", dijo. "Pero Volkov tiene demasiada influencia. Si no accedo a sus demandas, podría llevarnos a la ruina."
Sentí que las lágrimas se agolpaban en mis ojos. Todo por lo que había luchado, todo lo que había conseguido, estaba a punto de ser arrebatado.
"Señora, por favor, no puedo perder esto", supliqué, con voz quebrada. "Mi carrera es lo más importante para mí. No puedo permitir que Volkov la destruya."
La directora me miró con pesar.
"Lo siento, Sarah, pero temo que no tengo otra opción", dijo, con pesar. "Volkov ha amenazado con cortar todo el apoyo financiero a la compañía si no lo complaces. Y sin ese dinero, no podremos seguir operando."
Sentí que el pánico se apoderaba de mí. ¿Cómo podía Volkov hacer algo así? ¿Acaso no entendía cuánto significaba la danza para mí?
"Señora, por favor, debe haber algo que pueda hacer", insistí, aferrándome a la esperanza.
La directora me miró con tristeza.
"Lo siento, Sarah, pero no puedo sacrificar a toda la compañía por ti", dijo, con firmeza. "Tengo que pensar en el bienestar de todos los que dependen de nosotros."
Sentí que las lágrimas rodaban por mis mejillas. Mi sueño, mi pasión, todo lo que había trabajado por conseguir, estaba a punto de ser arrebatado por la ambición y la codicia de un solo hombre.
"No puede hacerme esto", susurré, sintiendo que el corazón se me partía en pedazos.
La directora me miró con empatía.
"Lo siento mucho, Sarah", dijo, colocando una mano en mi hombro. "Sé lo importante que es la danza para ti, pero no puedo ir en contra de las demandas de Volkov. Es una decisión difícil, pero es la única que puedo tomar."
Me abracé a ella, sollozando sin poder contenerme. Después de todo lo que había logrado, todo iba a terminar de esta manera.
Cuando finalmente me calmé, la directora me miró con seriedad.
"Sarah, te sugiero que prepares tus cosas", dijo, con pesar. "Tendrás que dejar la compañía de inmediato."
Asentí, sintiendo que el mundo se derrumbaba a mi alrededor. ¿Cómo iba a continuar sin la danza? ¿Qué iba a hacer con mi vida?
Mientras recogía mis pertenencias, Natalia entró al camerino, con una expresión de horror en su rostro.
"¡Sarah! ¿Qué está pasando?" exclamó, al ver mi estado.
Le conté lo que había sucedido, y vi cómo la ira se apoderaba de ella.
"¡Maldito Volkov! ¿Cómo se atreve a hacer algo así?" gritó, apretando los puños.
"Nat, no puedo creer que esto esté pasando", sollocé, sintiendo que el mundo se me venía encima.
Natalia me abrazó con fuerza, ofreciéndome su apoyo incondicional.
"No te preocupes, Sarah", dijo, con determinación. "No vamos a dejar que Volkov se salga con la suya. Vamos a luchar contra esto, juntas."
La miré con esperanza, aferrándome a sus palabras como un salvavidas.
"¿Crees que podamos hacer algo?" pregunté, ansiosa.
"Por supuesto", asintió Natalia. "No voy a permitir que ese maldito arruine tu carrera. Encontraremos la manera de desafiar a Volkov y ganar."
Asentí, sintiendo que una pequeña chispa de esperanza se encendía en mi interior.
Tal vez, con la ayuda de Natalia y la determinación de no rendirme, aún podría encontrar una forma de salvar mi sueño. No iba a dejar que Volkov me arrebatara todo lo que había logrado.
Respiré hondo, secándome las lágrimas. Era hora de luchar.