Maried es una joven hermosa que a pesar de su corta edad, le ha tocado vivir situaciones muy difíciles en su vida.
Hija de un padre alcohólico y de una madre depresiva debido a las agresiones de su esposo.
Maried es la mayor de 5 hermanos, por lo cual le ha tocado ser hermana y madre de ellos. Incluso, se ha convertido en una leona para defender a sus amados hermanos.
Desde muy niña trabaja para llevar la comida para su casa.
A sus 20 años se casó, con un hombre que aparentemente era perfecto, pero la realidad fue otra. En sólo dos (2) meses se convirtió de príncipe a bestia, sabes porqué?
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Después de la tormenta siempre viene la calma...
Ese día y ante los ojos atónitos de todos: el decano, la profesora y sus compañeros de clase Maried se levantó, miró fijamente a María a los ojos y le dijo: "Claro que te perdono, quien soy yo para no hacerlo y le dió un fuerte abrazo, el más grande que María había recibido en toda su vida. Después de esa muestra de afecto, reían juntas.
Lo que era una clase de Histología, se había convertido en una escena de restauración y perdón. La atmósfera cambió con ese abrazo y en ese momento, uno por uno se fueron sumando hasta hacer un grupo impenetrable.
Su papá, el Decano de la Facultad de Medicina se dirigió a la profesora y le dijo que se quitaba el sombrero ante ella y que le estaba muy agradecido por esa lección necesaria, que le había dado a su hija.
Luego el Decano se retiró del aula de clases y todos tomaron nuevamente sus puestos. Al poco tiempo se escuchó el timbre que les indicaba el fin de esa materia en ese día.
Cuando los alumnos se disponían a salir del aula de clases a desayunar, el grupito inmediatamente se acercó a María, a quien veían como la gallinita de los huevos de oro. Cuando María los vió cerca de ella los miraba a uno por uno a los ojos y se retiró de allí. Y comenzó a buscar a Maried, quien iba saliendo con sus amigas para el kiosco de siempre a desayunar, por las burlas del grupito que todos sabemos.
En ese momento la llamó por su nombre, (aún estaban la profesora y compañeros cerca del lugar y todos presenciaron lo que a continuación iba a suceder) y Maried volteó y sus amigas con ella y veían como se estaba acercando María. Allíí esperaron, Pili y Wendy se dijeron, allí viene otra vez a pelear con Maried, pero no fue así. María llegó y les dijo: "a ustedes también les pido perdón porque de igual manera me burlé y las humillé". Ellas la miraron con una sonrisa y en ese momento María le dijo a Maried: "ya no tengo amigos, mi grupo no existe, nunca fueron mis amigos. Yo quiero ser mejor persona y mejor estudiante, me permiten formar parte de su grupo?". Las 3 se miraron unas a otras con una mezcla de asombro, alegría y hasta temor y Maried respondió: "bueno mis hermanas, nuestro grupo también cambió, ahora seremos las cuatro (4) mosqueteras", en ese momento las cuatro (4) se abrazaron y celebraron la novedad.
Maried, María, Pili y Wendy salieron a desayunar en el kiosco. María por primera vez no era la líder del grupo, aquí todas decidían. Ese día desayunaron, rieron, compartieron, hablaron y por supuesto, estudiaron. Maried era muy aplicada y así tenía acostumbrada a sus amigas.
Al final del día de clases cada una se dirigió a su casa como de costumbre. Al llegar María a su casa la estaba esperando su papá y su mamá. Su papá al verla la abrazó y le dijo, me siento muy orgulloso de ti, y además te ví desayunando con la muchacha y dos (2) chicas más y ella le respondió: "así es papá. Hoy descubrí que los que yo pensaba que eran mis amigos realmente no lo eran y quise darme la oportunidad de tener verdaderas amigas y Maried me abrió las puertas de su grupo. Ella sonrió y sus ojos brillaban y les dijo: "saben, Maried sin tener nada lo tiene todo, ella es muy noble e inteligente y quiero que algún día la gente que me conozca diga lo mismo de mí. Con ellas me quedaré. En ese momento rió a carcajadas y les dijo: saben que este grupo tiene hasta nombre?, antes se llamaban las tres mosqueteras y ahora lo modificaron y nos llamamos las cuatro mosqueteras, continuó riendo y pensó en voz alta: nunca me había sentido como hoy, realmente me siento muy bien".
Sus padres también reían y celebraban la noticia.
Maried por su parte llegó a su casa, corriendo como siempre, sus hermanitos iban llegando de su escuela. Almorzaron juntos y les contó a ellos y a su mamá todo lo que había sucedido y salió corriendo a vender sus flores como todos los días. Ella no entendía qué estaba pasando, ya que vendió todas las flores. Compraron muchos ramos de flores, adornos... Nada quedó ese día en la floristería. Maried no cabía de la felicidad y aquella tarde - noche salió para su casa con una gran comisión por la espléndida venta que había tenido.
Llegó corriendo y le contó a su mamá y hermanos con mucho asombro sobre su mejor día de trabajo. Maried le entregó todo el dinero a su mamá y le dijo: "aprovecha y le compras a Ernesto, Vicente, Santiago, Camila y Bárbara ropa y zapatos, para ti y papá también". Todos celebraron esa gran noticia.
Llegó la hora de dormir y descansar y Maried como todos los días hizo un análisis de su día y agradeció por la humillación de ese día, porque se convirtió en la salvación de su nueva amiga María.
Y es así, cuando atravesamos por circunstancias o procesos difíciles creemos que todo es malo, pero muchas veces es necesario que toquemos fondo para poder salir a flote, o con otras palabras; para alcanzar la tierra prometida, debemos atravesar primero el desierto. Cuando nos sucede algo imprevisto que no es agradable, muchas veces nos queremos desaparecer y hasta morir, pero de todo, aún de las peores circunstancias nosotros aprendemos.
No sé porque situación estás pasando tú, ni qué te ha tocado atravesar en la vida: enfermedad, separación, desempleo, hambre... Realmente no lo sé, lo que sí tengo claro es que todo nos ayuda para bien, incluso lo que creemos que más nos ha hecho daño es lo que fortalece nuestro carácter. Hoy te invito a que agradezcas con todas tus fuerzas por todo lo que tienes y por las cosas buenas que has vivido, pero también te invito a que lo hagas por lo que no tienes, aún por las vivencias desfavorables, ya que gracias a todo eso has caído pero te has levantado y has continuado la carrera. Tu carácter se ha fortalecido y estás vivo... Hoy, estás leyendo éste capítulo.