Matrimonio Asegurado. Com

Llego a la residencia de mis padres y me recibe Angelica, la ama de llaves de la mansión.

—Buenas noches, joven Adonis, sus padres lo esperan para que cene con ello en el comedor diario —dice la mujer con acento y gesto serio. Quisiera saber si alguna vez sonríe.

—Gracias Angelica —digo pasando por su lado, dirijo mis pasos al comedor.

Al llegar mis padres conversan en un tono confidencial. Tanta melosidad da diabetes de solo mirarlos.

—Dejen sus arrumacos para la habitación —digo y llego hasta mi madre para besar su mejilla.

—Como esta mi bebe adorable —dice esta, como siempre tratándome como si tuviera cinco y no treinta años.

—Mama, que ya no soy un bebe —digo tratando de soltarme de su agarre cariñoso.

—Para mí siempre lo serás —a su lado mi padre niega mirando con adoración a su mujer y yo ruedo los ojos—, ahora dime cuando conoceré a mi nuera —dice y miro a mi padre.

—Trate de explicarle que ese matrimonio quedaría anulado, pero como sabrás tu madre es una soñadora —declara mi padre.

—Pues veras —rasco mi nuca y tomo asiento en frente de mis progenitores—, no se cancelará ese matrimonio —suelto, sin pestañar tratando de conservar la calma.

—¡Adonis! —exclama exasperado mi padre.

—Mira padre la noticia ya se filtró y si anulo el matrimonio solo creara más especulaciones de las que no estoy dispuesto a ser parte —explicó—. Esto es noticia de días hasta que otra surja.

—De todos modos, como evitaras las habladurías, ¿Quién se casa por medio de una app? —dice mi padre y por la cara de mi madre sé que piensa en alguna de esas novelas que no se cansa de leer.

—Pueden decir que se conocieron por alguna aplicación de citas sin saber quiénes eran cada uno y con el tiempo se enamoraron y luego se casaron —habla soñadora mi madre, solo le falta los corazones en sus ojos, apuesto a que ya se imaginó la historia completa.

—Esto no es una de esas historias que lees, amor —dice mi padre y mi madre lo fulmina con su mirada igual a la mía.

—Piensas que no lo sé —su tono amoroso cambia por uno que utiliza cuando esta enojada—. Lo tengo bien en claro, pero si mi hijo piensa que es beneficioso seguir casado por un tiempo con esa mujer que así sea, después de todo ya es un hombre y puede tomar sus propias decisiones —guau quien es esta mujer y que hizo con mi madre.

—Mi madre está en lo cierto, esto pude servir para demostrar que no soy un chiquilín y que puedo hacerme cargo de una mujer, mi mujer —digo sintiéndome el macho alfa de la manada.

—Si, claro —dice mi padre en tono burlón— ¿Vas a poder ser hombre de una sola mujer hijo?

—¿Puedo intentarlo? —respondo dudando de mí mismo, mierda.

—Ves, solo harás el ridículo —afirma mi padre.

—Taylor, deja de atosigar a nuestro hijo —me defiende mi madre y puedo respirar ya que eso marca el punto final de la discusión—. Ahora cenemos que se enfría esta rica comida que nos preparó el chef.