Eva Winchester a la edad de 7 años pierde a sus padres quedando al cuidado de sus tíos que la toman como hija adoptiva.
Eva se encierra en su mundo de soledad con el dolor en su corazón por la pérdida de sus padres, donde sus emociones son contradictorias, sobre todo al aislarse de las personas que la rodean.
Llega el momento que alcanza su adolescencia donde ella cree haber encontrado a la persona que le cambiaría la vida... sin embargo, al confiar en la persona menos indicada la llevará a hundirse más en la depresión y la ansiedad.
Su vida dará un giro de 180° donde se muda de país encontrando personas que la ayudarán a salir adelante...
Acompáñame en esta nueva historia donde nos hará erizarnos la piel en apoyo a Eva quien necesita ayuda de urgencia.
Mi instagram: Lucymomhistorias...
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Capitulo 20
Gian:
Miré a la doctora desde afuera, esperaba que no fuera la típica que nos dijera que hacer cuando tengo muchas cosas en mente en este momento.
Gian: Gian Ferré.
Siena: Siena James de Qiuber.
Gian: ¿Qué tiene que decirme?
La doctora sonrió a pesar que era recio con ella, la situación de Eva sé que no era la mejor pero nadie podía decirme como manejar a mi hija, así que solo me quedaría por escuchar su opinión médica en este instante.
Siena: Me comentó la doctora que…
Gian: Mire, solo quiero saber como está mi hija.
Asintió con la cabeza, ni su sonrisa ni su forma de hablarme me interesaría, en este momento solo pensaba en el alta y llevármela a casa, es lo que Eva necesita.
Siena: Eva, no está nada bien, su estado emocional y físico está deteriorando rápidamente, las consec…
Gian: Solo su opinión médica. Así que no le de tanta vueltas.
Naima sujetó mi brazo al darse cuenta que no quería escuchar nada de lo que ya sabíamos.
Naima: Naima Winchescher de Ferré.
Siena: Seré directa… Eva está cayendo en una depresión demasiado severa, el tiempo que nos queda con ella es poco.
Gian: ¿Acaso usted es terapeuta? ¿Psicologa o que demonios? Solo es una doctora, si le va a dar medicamento, solo déselo y firme el alta, me la voy a llevar.
Siena: De acuerdo. Mi opinión médica es que Eva está en depresión y en conjunto con la ansiedad está siento un torbellino sin causa.
Gian: ¿Causa? ¿Qué MÁS CAUSA QUIERE DE TODO EL DAÑO QUE LE HAN HECHO?
Naima se interpuso evitando que le siga levantando la voz, pero como estaba en este momento creo que nadie podía contradecirme.
Naima: Gian Por favor.
Siena: Tiene razón señor Gian… Tiene demasiado daño emocional, NO SOY PSICOLOGA NI PSIQUIATRA, ES MAS AQUÍ SOLO ESTOY DE PASO Y ME OCUPAN POR LA EXPERIENCIA QUE TENGO EN ESTOS CASOS.
Gian: Si claro…
Negué con la cabeza, crucé los brazos mirando a Eva, si por mi fuera haría que nada de lo que está pasando le hubiera ocurrido, debí mantener mi postura en mantener a ese vividor cerca de ella.
Siena: Eva no necesita una terapeuta, necesita una Psicologa que llegue a ella, entiendan una cosa los dos como padres nos cerramos a lo que los hijos quieren, pero no es por nosotros, es por ellos, además la etapa que está pasando Eva ha sido complicado. He solicitado el expediente médico de Eva.
Giré mirando de reojo a esta doctora, negué con la cabeza, Naima hacía lo imposible por empujarme a que no me acercara a ella.
Gian: CON QUE DERECHO LO HA SOLICITADO.
Siena: EL DERECHO QUE TENGO DE PROTEGER LA SALUD, EVA NO NECESITA UNA TERAPEUTA, NECESITAMOS AYUDA URGENTEMENTE Y COMO DOCTORA, NO SE LA PUEDO DAR.
Naima: Gian POR FAVOR… ¿De que me está hablando?
Siena: Señora, Naima, entiendo la postura y el por que de su esposo en confiar a su hija a alguien que apenas y trata, pero llevo años en la especialidad que manejo, hablamos…
Naima: dijo que no es psicóloga ni psiquiatra.
La doctora me miró levantando una ceja desafiante, mi postura no la iba a cambiar.
Siena: No, no lo soy, pero he trabajo en el ámbito fiscal y créame, he visto casos como el que presenta Eva y no siempre tienen un final donde todo es color de rosa. Su hija necesita ayuda profesional.
Metió su mano en el bolsillo de su bata sacando una tarjeta, se la estaba entregando a Naima pero se la arrebaté mirándola que no se le ocurra dirigirse a mi esposa de esa manera, Naima seguiría sus consejos y ella no es nadie para meterse en la vida de nosotros. Bajé la mirada sorprendiéndome el nombre que tenía impreso en la tarjeta.
Gian: Psicologa Clinica y Fiscal Alana Cavalli de Moretti.
Levanté la mirada hacia ella, ¿Moretti?
Siena: La doctora Alana Cavalli es una de las mejores Psicologa Clínica, es lo que necesita Eva. Estamos a tiempo de procurar que Eva no cometa una acción que pueda tener graves consecuencias. La doctora está por motivos de trabajo en New york por su esposo. No desaprovechen la oportunidad que puedan tener.
La doctora miró hacia Eva, se acercó reposando su mano en el cristal.
Siena: La depresión no es fácil de superar y menos de controlar.
Bajó la mirada respirando profundamente, levantó el rostro mirándome solo a mí.
Siena: Hay situaciones que se nos salen de la manos, ser padres no siempre se trata de querer solucionar las cosas a nuestra manera, se necesita ayuda profesional. Las dosis del medicamento con Eva, veo que son demasiado excesivas, muy fuerte para su edad, pero estamos a tiempo.
Naima: Pero si Eva no quiere.
Siena: Alana sabrá como llegar a ella. Le repito, es una de las mejores, de hecho no debe tardar en llegar. Con permiso.
La doctora asintió con la cabeza cuando estaba sonando su celular, lo tomó siguiendo su camino, negué con la cabeza levantando la tarjeta, no quería dejar de mirarla.
Naima: ¿Por qué le hablaste así? No te das cuenta que solo nos quiere ayudar.
Gian: No lo sé… no lo sé…
Me aparté de Naima, me senté en las sillas de espera frente al cuarto de Eva, reposé mis codos en mi piernas sosteniendo mi cabeza con los dedos en mi cabello, todo esto es tan complicado, Naima se sentó a mi lado.
Gian: Pasé mi renuncia a Bratt después de darle tremenda paliza al maldito de Brandon.
Naima: Gian… ¿Por qué?
La miré con la sonrisa de un dolor que nadie me podía quitar, sinceramente no me arrepiento que hubiera preferido matarlo al gusano trepador.
Gian: Se lo merecía.
Naima: Claro que se lo merecía, pero sus padres harán hasta lo imposible por levantarte cargos.
Gian: Que lo hagan, Brandon no estará sin castigo, así me lo tope varias veces lo masacraré a golpes hasta acabar con su existencia.
Sostuvo mi mano, reposé la espalda en el respaldo del asiento, la miraba muy angustiada.
Naima: Has que la doctora esa la vea… Te lo suplico… No la quiero perder… Es nuestra hija, es lo único que tenemos.
Me levanté dando pasos hacia el Ventanal se veía como un ángel. Reposé las manos en el borde de la ventana asintiendo con la cabeza, di la media vuelta reposando el cuerpo, cruce los brazos mirando a Naima.
Gian: Cabe mencionar que ahora que estoy fuera de la compañía la oportunidad de tener el puesto con el señor Weston, se perdió.
Naima: No importa, tienes mucha experiencia en el ámbito de las finanzas, cualquiera va a contratarte. Seamos sinceros, sin ti Bratt no hubiera llegado tan alto, así que buscaremos alternativas…
Gian: La única alternativa es sacar a Eva del país.
Naima: entonces hagámoslo, demos otro tipo de vida… pero escuchemos a esa doctora.
Respiré profundamente, asentí con la cabeza, si bien pudiera ser conocida del señor Weston conociendo que su hermana Clarisse puede haberse casado y emparentado, o simplemente coincidencia del apellido.
Gian: dijo que estaría aquí.
Naima: Creo que se refirió al país.
Saqué el celular de mi bolsillo, ella sostuvo mi mano viendo mis nudillos rojos, sonreí levantando los hombros, sin darle importancia. Marqué el número de la tarjeta… La miré asintiendo con la cabeza, me estaba dando tono. No dejaba de leer la tarjeta viendo que su dirección para nada era en New York, era proveniente de Italia así que como dijo esa doctorcita, solo están de paso.
Llamada:
- Hola, buen día… ¿Quién llama?
- Hola, es usted la doctora Alana Cavalli.
Naima se acercó queriendo escuchar, rodé los ojos al ver su insistencia, negué con la cabeza poniendo el altavoz.
- Si ella habla, ¿con quien tengo el gusto?
- Gian, Gian Ferré.
- Claro señor Gian.
- Amm, una doctora rubia que se llama Siela, Siema.
- Siena James de Qiuber. Si, claro.
- Aja, la doctora me pasó su número, me dijo que usted es todaaa una profesional en la psicología.
- Soy Psicologa Clínica, Fiscal. ¿En que le puedo ayudar?
- Miré estamos en el hospital, el mismo donde está laborando la doctora Siena.
- MMM, bueno no se preocupe, estoy llegando en el hospital Weesttrett, no sé si ella se encuentre ya que está de paso en varios hospitales.
- Si en este hospital nos encontramos en el ala 5 este a la sección psiquiátrica.
- Ohh, ya veo. Los veo allí. No se preocupe, ya estoy aparcando.
- Gracias.
Respiré aliviado, no sé por que pero me daba algo de nervios al escuchar esa voz muy centrada, claro también la otra doctora, pero su egocentrismo me molestaba, por ser Italianas tenían que ser demasiado pretenciosas.
Naima mordía su dedo, la mirada pensativa. Sostuve su mano meciendo un poco.
Gian: No tarda, ya la escuchaste.
Naima: No sé, pero se ve hace conocido esos apellidos, no sé de donde pero…
Gian: Lo mismo pensé… pero Moretti es el apellido de Weston.
Naima: Serán parientes.
Le mostré la tarjeta, el “De” los hacia parientes, se acercó rodeando mi cintura la abracé alzando su rostro dejando un beso en sus labios, se acomodaba a mi pecho..
Naima: solo quiero que Eva mejore.
Gian: Está en que quiera irse con nosotros.
Naima: Gian.
Se apartó de mi mirando a Eva…
Naima: Si ese encuentro de Brandon y Eva tiene consecuencias… ¿Qué haremos?
Gian: todo a su tiempo, pero ni crea que si Eva llega a quedar embarazada tendrá derechos sobre ella, eso si que no.
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Gian
Siena James de Qiuber
Naima
levantar la cabeza, tienes unas grandiosos padres
Alana no es tu deber, pero, un par de consejos le caerían bien.