UNA MISTERIOSA LATINA

(Gracia)

El sábado llego, y voy en camino al club tengo solo un almuerzo con un cliente que es en realidad el único joven, de todos los que he tratado, se llama Marco y es uno de los clientes con los que saldría a tomar una copa o a bailar, él es muy agradable, y como todos los clientes del club de chicas rosa, muy adinerado; pero Marco tiene un problema, es un poquito gordito o quizá no tanto; pero por ser un poco bajo de estatura se ve más.

Yo no soy muy alta que se diga, mido 1.66 m, solo dos centímetros menos que Marco él mide 1.68m; pero esos 1.68 metros no es nada para el tamaño de su corazón, es un pan de bueno, siempre que salimos he podido ver como es de bondadoso, generoso y amable.

Como todos los clientes también Marco, intento acostarse conmigo y con él me sentí tan mal, tener que rechazarlo; pues su autoestima estaba por los suelos, por el problema de sobrepeso, y por las burlas de la gente, incluyendo las de su propio hermano mayor, el que siempre se ha encargado en denigrarlo y humillarlo, muchas personas son así, denigran a la gente por su condición física, sin darce cuenta que la verdadera belleza está en el alma.

Me fue difícil, y tuve que trabajar mucho con Marco, para hacerlo entender que no es por su fisico, que no quice acostarme co El, sino porque son mis reglas y las cumplo.

Sin embargo, con bastante terapia logré que Marco entendiera y después de eso siempre la pasamos muy bien, cada semana salimos, conversamos, comemos, y algunas veces vamos a bailar.

A Marco no lo he considerado mi amigo, por la única razón que se me prohíbe tener relación afectuosamente con los clientes, pero estoy feliz de terminar este contrato, así le pido su contacto y podre ser su amiga.

Marco y el Sr. Ricardo son las únicas dos personas a las que podría tratar después de esto, y así lo haré.

No es que no hayan más amigos a los que quiera ayudar, la mayoria de hombres con los que he tratado en estos tres años, son hombres vacios que buscan llenar ese vacio de la manera equivocada, porque como dijo Alonzzo soy la Psicóloga disfrazada de dama de compañía, y aunque en un principio muchos se quisieron propasar conmigo; porque la mayoría de estos hombres buscaban sexo, diversión y más cosas, por que en realidad se sienten solos, yo nunca en estos tres años me acosté con ninguno, y gracias a Dios y al contrato firmado por ellos mismos con Gianna, un contrato que dentro de todo me protegió de cualquier abuso de parte de alguno de ellos.

Terminado el almuerzo me voy al club, llego temprano debo hacer una maleta con algunas cosas personales, que me llevare pues hoy es mi último día aquí.

Entro y Dilan esta en el salón, lo saludo.

—Hola Dilan, ¿cómo estás?—Dilan está serio, levanta la vista y su mirada está fría.

—Estoy bien Máxima. —Me impacta porque en todo estos años, Dilan jamás me había llamado así; sin embargo, trato de mostrarme serena.

—Me alegro que estés bien. —Le digo y sigo mi camino, hacia la que hasta hoy será mi habitación.

En el camino me encuentro a Gianna, y a pesar de que se ve un poco seria me habla con cortesía.

—Ven a mi despacho, quiero hablar contigo.—Bien te sigo, le respondo.

—Máxima quiero darte las gracias, por estos 3 años, sé que este no es tu mundo, sé que este no fue un trabajo que te emocionara, pero lo has hecho mejor que nadie, el dinero que gane solo contigo, no lo gane ni con las 22 chicas juntas en todo tu tiempo conmigo, así que te estoy agradecida.

Ayer me dijiste que querías irte en buen término y yo quiero lo mismo, las dos nos ayudamos, las dos ganamos y si quieres descansar hazlo y si quieres volver puedes hacerlo, aunque estás mayor para esto como me dijiste ayer, por ti rompería todas las reglas. Asi que si quieres puedes regresar; si quieres me puedes ayudar con la administración, Tu Latina bella, te has ganado mi respeto y mi admiración, también te ganaste la envidia de todas tus compañeras, que de ellas, casi todas están felices porque te vas.

Dilan está que no lo calienta ni el sol, pero ya sé le pasará, sé que él dice que está enamorado; pero no lo creo, pienso que es un capricho, que como no se le concedio lo tiene obsesionado; y se que tu nunca podrías tus ojos en Dilan, yo aprendí a conocerte muy bien y sé que eres una mujer demasiado determinada y jamás te enamorarías de un hombre como Él.

Así que Máxima, te vas siendo un misterio, nunca supe tu nombre, ni tu dirección, no sabré donde contactarte; pero tú si sabes donde contactarme a mi, aquí estaré siempre para ti.—Finaliza Gianna.

—Gracias por tus palabras Gianna, no esperaba menos de Ti, vendré a saludarte de vez en cuando.

Ahora él último compromiso que es la gala está saldado hasta la mañana, creo que ya no importa que me controles con el GPS, así que te entrego el dispositivo, me iré a la casa que alquilo y me prepararé allí, ya no regresaré todo queda saldado y yo después de este compromiso termino todo contigo, aquí está tu teléfono, y creo que ya no hay nada más que decir me despido, Gracias Gianna, muchas Gracias.—Finalizó.

Preparo mi maleta, son muy pocas cosas pues dejo aqui todos los vestido y accesorios que los clientes mandaban para alguna gala, o reunion especial, el unico regalo que me quedare es el que me dio Ricardo y ese esta en mi casa.

En la habitación está Mariela, ella no dice nada solo se queda observando, lo que hago.

termino, tomo mis cosas lista para salir del club, que fue mi lugar de trabajo durante 3 años, la vuelvo a ver le sonrió

—Adiós Mariela, cuídate mucho.—Le digo y ella me levanta su mano despidiéndose con un gesto y una sonrisa.

Yo me siento esperanzada, pues aunque yo hice que este trabajo fuera digno para mi, no es lo que yo quice

hacer.