Bernada, estaba con el alma rota y un gran dolor en el alma, un angel le envío un gran regalo y ella resurgió de entre sus cenizas para tomar revancha, pero..., sin poder evitarlo, el amor la encuentra y ella solo podía decir. "Cariño, déjame ayudarte"
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Cap. 8. ¿Quién sabe qué clase de zorra es esa mujer?
Mientras tanto, Alex tenía más dolores de cabeza, y Dora, su madrastra, había ido a visitarlo con furia. Se había enterado de que Alex se había casado y eso era más de lo que ella podía soportar.
Dora se casó con el padre de Alex cuando él y su hermana eran adolescentes, fue la primera en incitar para que sacase a los hijos. Ella tenía una hija de su anterior relación de la edad de Alex. Realmente estaba decidida a que esos mocosos no debían tener nada, y que su hija Martha debería ser quien se quede con todo.
Se deshizo de la hermana mayor de Alex más rápido, indicando que era rebelde, que la golpeaba y a Martha también, incluso la acusó de meter hombres peligrosos en la casa cuando él no estaba.
El padre de los chicos era un hombre pusilánime, si no fuera por la hija mayor, incluso Alex habría tenido problemas. Cuando Alex tenía 17 años, su padre lo expulsó de la casa, Dora lo acusó de estar llevando a Martha por el mal camino e incluso habló de drogas.
Pero los hermanos aparecieron con una casa un par de semanas después de que el padre de ellos falleció. Ella se quedó con la casa que tenía con el hombre. Pero está segura que esos mocosos se habían aprovechado de la muerte de su marido para apropiarse de algún bien que ella desconocía, así que estaba presionando siempre que le den la casa, cuando la hija mayor falleció, ella esperaba que Alex se vaya y las niñas sean enviadas a un orfanato; sin embargo, no había pasado nada de eso.
Alex tenía su pequeño taller desde los 18 años, estudiaba y aprendía de forma empírica arreglando autos gratis al principio y haciéndose fama después.
Ese día ella estaba furiosa, realmente no podía creer que se haya casado, con una mujer por ahí, ese tipo no podría caer en su trampa, Martha está dispuesta a casarse con Alex, siempre le había gustado, pero lo importante era quedarse con la casa, y deshacerse de esas niñas, solo eran sus sobrinas. Martha estaba dispuesta a darle hijos propios; sin embargo, la llegada de esa mujer lo arruinaba todo, Dora maltrataba a las niñas cuando las veía, incluso, siempre les aconsejaba que “si querían tanto a Alex, deberían escapar para que él sea feliz, ya que ellas le estaban arruinando la vida”
—Alex, ¿cómo es eso que te casaste? Mi pobre hija, ella que te ha esperado tanto tiempo… ¿Realmente eres tan cruel? —dijo gritando y vociferando.
Alex solo estaba en silencio, no quería ahondar la situación con Dora, Martha era como una hermana para él, nunca le atrajo de otra manera, sin embargo, Dora siempre lo hacía sentir menospreciado, fue esa mujer que había arruinado su ya desastrosa vida en ese entonces, si no fuera por su hermana mayor, él literalmente estaría bajo un puente.
—Dora, nunca fui novio de Martha, ni siquiera me gusta. Ya te lo dije, no sé cómo es que siempre me reprochas cosas que nunca pasaron, y no te tengo que pedir permiso para casarme, Bernarda es mi esposa y no tiene nada que ver contigo —dijo Alex con un tono de fastidio.
—Quién sabe qué clase de zorra es esa mujer, seguramente es una trepadora que está buscando quedarse con esta casa, deberías devolvérmela, sabes muy bien que esto era de tu padre y me corresponde, ustedes solo fueron sus hijos del primer matrimonio, ya estaban grandes cuando murió, yo soy su viuda legal, esa mujer te la va a quitar, debes escucharme —dijo casi gritando mientras Alex perdía la paciencia, Dora no sabía nada de leyes, en todo caso, ellos eran los dueños de la casa donde Dora vivía, al menos de la mitad, en cambio, no podían pisar nunca el lugar sin permiso, en cambio, Dora entraba a la casa de Alex como si fuera suya. Debía recoger a las chicas y recoger el almuerzo de la casa de la vecina, quien recibe un sueldo para esto, Bernarda hizo el programa, supo de una vecina por Belle quien le contó que cocinaba para llevar, eso le pareció perfecto.
Alex se limpió y se fue a recoger a las niñas. Realmente no soportaba a Dora, era tan molesta, sin embargo, no podía decirle el origen de la casa o ella estaría más interesada aún. Ya que el hombre ha muerto, querría vivir en esa casa que es mejor que la que ella tiene. Trataría de botarlos, puesto que no hay un dueño vivo.
Sin embargo, lo que Alex no sabe aún, es que la casa pasó a nombre de Bernarda hasta que Alex decide recibir esa casa como herencia de Leyton.
Cuando las niñas llegaron con Alex y el almuerzo a casa, se dieron cuenta de que Dora se había llevado la licuadora y el único sartén, dejó una nota, que decía.
—Alex, se arruinó mi licuadora, me olvidé decirte y también se rompió el mango de mi sartén, en cuanto puedas vienes a casa y lo reparas, mientras tanto me llevo estos para que mi hija pueda comer tranquilamente, sabes que ella es muy delicada —decía con el cinismo más grande del mundo, Alex apretó la nota con furia, ¿en qué pensaba esa mujer, él tenía dos niñas en crecimiento, claro que necesitaba esas cosas para alguna merienda o aperitivo?
Esa noche, Bernarda llegó y vio a Alex descompuesto, con ella era más amable; sin embargo, veía cómo se fruncía su ceño.
—Cariño, ¿hay algún problema? — dijo ella parpadeando mientras que Alex sale de su furia mental.
—Oh… es algo que pasó hoy, pero no es… —Sin embargo, una vocecita interrumpió rápidamente, claro que cantaría como un lindo canario.
—Tía Berni, la bruja de la madrastra de papá, vino y se llevó la licuadora y la sartén, dice que los suyos se arruinaron y papi debe ir a arreglar para poder recoger lo que la loca se llevó —dijo casi sin respirar.
Bernarda levantó una ceja sin saber qué decir, hasta ahora no se había pillado con esa mujer.
—Oh, entiendo, bueno, entonces, ya que hemos terminado de cenar, deberíamos dar un paseo —dijo tranquila, con un brillo de frialdad en los ojos, como cuando la luz choca con el hielo mismo.
... sin embargo, todo hay que decirlo: tu trabajo es muy bueno, está historia es bella y atrapante. Ánimo, continúa. tienes mucho, pero mucho Talento... saludos