Mi Esposo Es El Emperador Malvado

Una semana pasó, en la cual Jade se concentró solamente en aprender todo acerca del reino, en estos días había tenido contacto cero con el emperador. Lo había evitado y él lo había notado y se encontraba muy enojado.

- Inventa algo para que la emperatriz venga a verme. Para que ella me busque.

- Bien

Su fiel consejero, salió del salón y en menos de una hora, la emperatriz solicitaba permiso para verlo.

- Buen día Emperador, ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?

- ¿Cómo?

- Ya lo sé todo, se que te sientes enfermo…

[¡Maldición y si esa z0rra ya lo empezó a envenenar, bueno se lo merece, por infiel le pasaría, pero…]

- Si, no me siento bien…

- ¿Quieres que me quede aquí?

- Si quieres…

- Ven, recuéstate en el sofá.

Ethan se acostó en el sofá y ella puso su cabeza sobre sus piernas y comenzó a acariciarle el pelo.

- ¿Has comido algo?

- No

- Pediré que te traigan…

- No te levantes

El Emperador dio un grito para llamar a un guardia, lo que sorprendió a Jade, él lo notó y después de gritar fingió toser.

- No grites, eso te hará mal

El guardia entro y vio a los emperadores en el sofá.

- Por favor, podrías pedir la comida del emperador.

- Si majestad.

Jade le sonrió como respuesta y Ethan lo fulminó con la mirada, además estuvo a punto de levantarse a golpearlo, porque escucho los pensamientos del guardia

[La emperatriz no solo es la mujer mas hermosa del reino, sino también es muy amable]

Jade continuo con sus caricias, hasta que en minutos llego la comida. Ella acerco la bandeja que habían dejado y cortó la comida para él.

- ¿Qué haces?

- Estas enfermo, déjame consentirte…

[Quizás y ya esta condenado a muerte, pobre...]

Ella comenzó a darle bocado a bocado en la boca, soplándole la comida que se sentía caliente.

Después de la cena, ella se acercó mas a él

- ¿Cómo te sientes?

- Bien.

- Eso es bueno, creo que ya puedo volver a mi palacio.

Ella se levanto y él fingió tener un mareo.

- ¡Voy a llamar al médico!

- Esta bien.

Jade se levantó y nuevamente se sonrió con el guardia.

[Ese guardia es muy amable, los de mi palacio son unos pesados, ni si quiera me hablan]

En minutos, llego el medico y Lord Claude

- Voy a salir para que te vea el doctor.

- Esta bien.

Ethan se acercó a Claude y le toco el brazo, señal para que él le leyera los pensamientos.

[Vigila a esa guardia y no dejes sola a la emperatriz]

 Jade salió del estudio e inmediatamente salió Lord Claude detrás.

- Son hermosos estos cuadros

- Si los eligió la madre del emperador.

- Ella tenia muy buen gusto

- Sí era una mujer muy especial

Algunos minutos después, el medico abrió la puerta y llamo a la emperatriz.

- Su majestad, recomiendo que el emperador se mantenga bajo cuidado.

- ¿Es grave lo que tiene?

- No, pero para que sus síntomas desaparezcan necesita atención y cuidado.

- ¡Oh entiendo!

[Quizás esta estresado, no debe ser fácil ser un emperador]

- Pero, si puede tener encuentros maritales con la emperatriz.

[Bueno, si es para que mejore, quizás puedo retrasar un poco el divorcio o mi huida]

- Entiendo, muchas gracias doctor

El medico salió del estudio y la emperatriz le sonrió al emperador.

- Vamos a descansar mañana sigues con tu trabajo.

- Esta bien.

Lord Claude, sonrió al ver lo obediente que portaba el emperador.

Jade le tomo la mano, sin pensarlo, como una reacción natural, pero para Ethan fue su primera vez y aunque dudo unos segundos, continuaron tomados de la mano.

- Te dejare en tu habitación y me ire cuando te duermas.

- ¿Me dejaras?

- Si, debo volver a mi palacio, no tengo nada aquí,

- Eso se puede arreglar.

- ¡Claude!

- Si su majestad,

- que lleven algunas pertenencias de la emperatriz a mi habitación,

- si señor

[¿Por qué cambiará su voz cuando habla con otros? Será que no quiere que lo vean débil]

Recorrieron un poco el jardín y Cuando llegaron a la habitación, estaban saliendo las muchachas que acompañaban a la emperatriz.

- Buenas noches, su majestad. Le trajimos lo que solicito.

- Muchas gracias.

Entraron a la habitación la cual estaba finamente decorada en diferentes tonalidades de azules.

- Tu habitación es muy azul.

El emperador se saco la ropa, iba a levantar las sabanas, cuando Jade lo detuvo.

- Date la vuelta de daré un masaje para que te relajes.

Inmediatamente el emperador, se giró en la cama.

Jade se sacó el vestido, quedando solamente en un cómodo camisón y fue a buscar unos aceites al baño.

[Si yo tengo esos exquisitos aceites, con mayor razón Ethan]

La emperatriz se subió a la cama con él y comenzó a realizarle masajes en la espalda, con diferentes aceites…

[¿Estos rasguños los habré hecho yo? ¿o la otra mujer? Ella debería estar aquí haciéndole masajes…]

Jade apretó fuerte la espalda y se bajó de la cama.

- Bien, veo que te sientes bien, será mejor que vuelva a mi palacio… buenas noches.

Ethan la levanto y la volvió a dejar en la cama.

- Emperatriz, desde que estuve contigo, no he estado con nadie mas, todas las marcas de mi piel son tuyas.

- ¿Cómo sabes que yo…?

- ¿Por qué mas te irías? El otro día me preguntaste si había alguien mas en mi vida, se ve que para ti eso es importante.

- Mmmm

[Pero, yo vi a esa mujer]

- Si te hubieses quedado hasta el final de la reunión, hubieses escuchado que algunas personas vendrían mas al palacio, para recibir asesorías, lo digo porque son las únicas personas que han entrado a mi palacio.

[¿Será que malinterprete todo? ¿Y es inocente? Quizás…]

Ethan saltó como una fiera, sobre la emperatriz y nuevamente cayeron en la pasión.

Los días pasaron y la emperatriz no volvía a su palacio, porque la salud del emperador era inestable, pero durante el día comenzó a realizar las labores de toda una emperatriz.