_Mis hermanos buscan un amor tan puro y verdadero como el de nuestros padres o como el de mi abuelo con la abuelita Perla, pero yo soy diferente. Me gusta mi libertad, disfrutar de mi sexualidad y enfocarme en mejorar mis habilidades como bruja.
Amalia Monter...
_No busco a cualquier mujer, busco a aquella que fue capaz de hacerme frente, aquella que ha demostrado ser una digna contrincante. Nunca había sentido algo más que deseo momentáneo por las mujeres y ahora estoy interesado en ambas, una a la cual nunca le vi la cara, pero demostró ser fuerte en combate y en magia, eso fue lo que me atrapó y dejó cautivado, la otra es hermosa, una princesa, loca y directa en una sola noche supo robarse mi corazón.
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El baile
El emperador escucha con atención todo lo que Amalia y Marcus tienen para decirle.
_Recientemente cerca de la frontera entre Luner y Anjar tuvimos algunos ataques de bestias. Estas bestias son mayores de lo normal y tienen la capacidad de esconder su presencia.
_Al no tener pista alguna sobre el enemigo tuvimos que dejar a un escuadrón para cuidar a los aldeanos. Al no poder atacar aquella aldea esas bestias pueden buscar alimentos en las aldeas cercanas que pertenecen al imperio de Anjar, ese es el motivo por el cual pedimos reunirnos con usted majestad, para alertar lo sobre los posibles ataques de aquellas bestias.
El emperador finalmente respira, por un momento había pensado que ambos estaban ahí para cortar cualquier lazo con su imperio, pero es todo lo contrario, lo están alertando sobre un posible peligro.
_Agradezco que me hayan informado sobre ese incidente, prepararé a algunos soldados y pediré que vayan a esos pueblos.
_Intente poner al menos a un soldado con capacidad de controlar el fuego en cada escuadrón, esas bestias no mueren hasta que las queman completamente.
El emperador agradece nuevamente y se marcha para preparar a los grupos de soldados que irán a la frontera. Realmente es una situación complicada que debe ser tratada con calma y cautela para no crear pánico entre las personas.
Marcus y Amalia se retiran, no pueden tomarse tantas libertades en ese lugar. Ambos se dirigen al campo de entrenamiento, puede que estén en ese lugar para la fiesta que se llevará a cabo durante esa noche, pero no dejan pasar un día sin entrenar. Ambos deciden entrenar juntos.
_Espero hayas mejorado tu manejo con la espada.
_Amalia, olvidas que yo fui tu maestro durante un tiempo.
_Solo pude mejorar después de que nuestra madre me enseñó personalmente. Tu me enseñaste nada más como sostener una espada.
_Tenias 4 años, no quería que te lastimaras intentando manejar una espada.
Amalia ataca a su hermano y este se defiende rápidamente, sabe que su hermana es feo tipo que prefiere atacar sorpresivamente, por lo cual siempre está atento.
Varias horas de entrenamiento después ambos se retiran para darse un baño y presentarse a la fiesta.
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Amalia había optado por un vestido simple, pero elegante y sensual. La mayor parte del tiempo ella prefiere sus ropas de combate, ya que con ellas se siente más confortable y puede luchar sin preocupaciones. Pero eso no significa que sea una mujer insegura con su cuerpo, todo lo contrario, le gusta verse sensual y hermosa.
Sale de su habitación cuando escucha a Marcus llamándola.
_Llegaremos tarde si no te das prisa.
_Marcus, de esa manera te saldrán canas antes que a nuestro padre. Ya cálmate un poco y diviértete, en esta fiesta intentaré conseguirte una acompañante, tal vez con eso se te quite lo gruñón.
_En ese caso, yo intentaré conseguirte un acompañante, tal vez con eso se te quite lo amargada y solitaria.
_Gruñón, ya vámonos.
Marcus observa como Amalia se aleja y niega con la cabeza, sabe que es una joven determinada y inteligente, pero en ocasiones parece una niña berrinchuda. Ambos van rumbo al salón en donde serán anunciados como los invitados de honor.
Los invitados observan la elegancia de ambos, algunos nobles se acercan a Marcus para intentar conseguir algún negocio con Marcus, al igual que varias jóvenes intentan llamar la atención del príncipe.
Amalia acompaña de cerca a su hermano, sabe que no es fan de verse como un trampolín de status o que lo usen nada más para garantizar un poco de dinero extra. Al ser el heredero de Luner, un importante hombre de negocios y un soldado temido por varios, todos esos títulos no le traen solo cosas buenas, también atrae a mujeres que quieren subir de status, nobles que desean ganar dinero fácil y sin riesgo alguno.
_Lamento interrumpirlos caballeros, pero mi hermano debe saludar al emperador.
_Entendemos señorita.
Algunos de los nobles observan a Amalia con una mirada cargada de deseo. Lo cual no pasa desapercibido por Marcus y por la misma Amalia. Al alejarse de esos viejos Marcus finalmente se relaja.
_Para ser el futuro emperador de Luner no sabes disimular tu incómodo con esos vejestorios.
_Me creen est*pido al punto de no notar sus verdaderos intereses. Además te observan como su fueses un pedazo de carne a ser disputado entre ellos.
_Manten la calma o podrías perder el control de tus poderes.
_Sabés que ya no pierdo el control de mi magia fácilmente.
Amalia solo le dedica una sonrisa y continua caminando. Luego de saludar al emperador y permanecer un poco a su lado Amalia decide dar un paseo por el jardín del palacio.
Marcus continua su conversación con el emperador hasta que esté debe retirarse para acompañar a su hija durante su gran entrada.
_Príncipe Marcus ya vuelvo, mi pequeña princesa debe estar ansiosa para su debut en la alta sociedad.
Marcus nada más asiente, supo que la princesa decidió posponer su debut. Algunos dicen que lo decidió luego de enamorarse de un soldado y quedar embarazada de este, otros dicen que lo hizo para enfocarse en su entrenamiento. Al ser la heredera de Anjar supone que debe de ser lo segundo.
Anuncian la entrada de la princesa y Marcus observa como la joven baja las escaleras en compañía del emperador. Todos hacen una reverencia, la princesa se para en medio del salón para comenzar el baile en compañía de su padre. Ella quiso hacer algo diferente y lo ha logrado. El baile fue elegante, al acabar Marcus se ve nuevamente rodeado de varias jóvenes que deseaban bailar con él, este siente como alguien lo sujeta del brazo y al observar mejor nota que se trata de aquella hermosa doncella, la misma que lo había dejado encantado.
_Siento decepcionar a tantas señoritas, pero el príncipe Marcus es mi acompañante esta noche y no bailará con nadie además de mí.
Todas observan a la joven y casi todas realizan una reverencia, a excepción de una, la que parecía ser la líder del grupo.
_Princesa Alana, no sabía que estaría presente en está fiesta. Digo, nunca se le ve en acontecimientos como este.
_Como sabe señorita Mendes, formó parte importante en el ejército del imperio, no puedo permitirme permanecer sentada tomando el té o hablando de la vida de los demás como usted. Ahora sí nos permite, el príncipe heredero de Luner está ansioso para bailar conmigo.
Antes de que la joven pudiese responder Alana ya estaba en la pista de baile con Marcus.
_Con que princesa Alana Lee, no esperaba que una princesa se hiciese pasar por una doncella delante de un invitado importante.
_Tuve que asegurarme de que los rumores sobre el príncipe Marcus no fuesen verdad.
_Me gustaría saber qué tipos de rumores la llevaron a realizar tal engaño.
Marcus se sentía un poco ofendido con todo lo sucedido, pero en cierta manera le parece divertido.
_Dicen que es todo un mujeriego, incapaz de asumir un compromiso con alguna mujer, algunos dicen que no se resiste a una bella doncella. Quise comprobar si algo de eso era verdad, pero el rumor que más llamó mi atención era aquel en el cual aseguraban que el príncipe tenía gustos diferentes.
_¿Gustos diferentes?
_Hombres.