Eva Winchester a la edad de 7 años pierde a sus padres quedando al cuidado de sus tíos que la toman como hija adoptiva.
Eva se encierra en su mundo de soledad con el dolor en su corazón por la pérdida de sus padres, donde sus emociones son contradictorias, sobre todo al aislarse de las personas que la rodean.
Llega el momento que alcanza su adolescencia donde ella cree haber encontrado a la persona que le cambiaría la vida... sin embargo, al confiar en la persona menos indicada la llevará a hundirse más en la depresión y la ansiedad.
Su vida dará un giro de 180° donde se muda de país encontrando personas que la ayudarán a salir adelante...
Acompáñame en esta nueva historia donde nos hará erizarnos la piel en apoyo a Eva quien necesita ayuda de urgencia.
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Capitulo 15
Eva:
Había tenido un fin de semana demasiado abrumador, ni mis tíos ni yo nos hablamos, pero la verdad no me importaba, por lo único que estaba preocupada era saber de Brandon, el pobre debe estar pensando que ya no quiero nada con él, así que tenía que ver la manera de ponerme en contacto con él. Eso de desaparecerme de la faz del mundo, no era parte de nosotros que ahora estábamos iniciando una relación tan especial.
Mi tío se detuvo en la entrada del colegio, miraba hacia el frente sin dirigirme la palabra. Rodé los ojos soltando el cinturón de seguridad. Sostuve mi mochila mirando de reojo, pero él estaba en su papel de tío enojón, pues era lo que él se había buscado conmigo, no iba a acceder a que fuera la primera en hablarlo. Rosaba sus dedos sobre sus labios con la otra mano en el volante.
Tampoco me gustaba que hiciera como no existía, por más enojados que estaban, mi tía con mucho cariño me había atendido como siempre lo ha hecho, hasta el desayuno de hoy ya estaba listo cuando bajé y mi lonche, no es que era su obligación pero siempre lo hacía, no tenía por que cambiar algo que todos los días ya estaba listo y no atrasarme.
Eva: Gracias por traerme.
Mordí mi labio inferior, esperaba que me dijera algo, ya bastante hice en ser la primera en hablarle.
Gian: Ujum.
Eva: si no me quieren hablar, esta bien, pero al menos despídanse de mi como se…
Gian: Ya es tarde… Entra.
Me molesté ante esa actitud de autoritarismo, se le olvida que poseo una fortuna, él solo la cuida para que no se desvíe ni un solo dólar, pero eso no le daba derecho de tratarme así, al contrario, debería poner una alfombra por donde piso.
Abrí la puerta bajando un solo pie.
Gian: Te presentaré al contador que lleva tu dinero, le pedí que tenga a la mano todos los documentos y estados de cuenta del dinero que ha entrado a tu cuenta.
Me miró demasiado molesto, tragué saliva, no había pensando en que fuera capaz de hacer lo que me dijo hace unos días, negué con la cabeza, mi corazón empezaba a latir muy rápido, ahora me sentía como una real mierda de persona por poner en duda todo el cuidado que me han dado al igual que mi dinero.
Eva: No, no hace falta.
Subí mi pie cerrando la puerta, pasó de nuevo la mirada al frente, se acomodó sosteniendo el volante, su mirada se fue hacia el volante respirando con tanto sentimiento.
Eva: Amm… lo que dije… solo fue una broma.
Gian: Una broma… deja de ser broma cuando haces comentarios hirientes.
Me miró fijamente, bajé la mirada no pudiendo sostenerla la mía, tenía la voz entre cortada.
Gian: Ten el valor de mirarme a los ojos.
Levanté la mirada que en seguida la tuve que bajar.
Gian: Mírame… así como te armas de valor para lastimar a tu tía que ha dado todo por ti, ten la fuerza y la voluntad de mirarme cuando te hablo.
Mis lagrimas empezaron a caer, levanté la mirada, él ni parpadeaba. Imponía su presencia del hombre de la casa. Que aunque no lo quiera aceptar, lo que él dijo sobre que estaba viviendo en su casa era la verdad, nunca me lo había echado en cara más que ese día cuando le di el primer paso en decir que él tenía mi dinero.
Gian: Me siento mal por ti, por mi esposa que no se merece nada de lo que dijiste, te quieres meter con alguien, quieres insultar u ofender a alguien, que sea a mí, no quiero que te vuelves a meter con el tema de los hijos, al menos no estando mi esposa presente. Es tu tía, bien lo has dicho, no nos consideras tus padres, que tristeza, por que lo que hace Naima por ti, es lo que haría una madre, que pena Eva… en verdad que pena que no seas agradecida. Te presentaré al contador y todo lo que necesites saber de tu dinero, de ahora en adelante lo verás tú con él. Entra al colegio.
Asentí con la cabeza, abrí la puerta bajando, rodeaba la camioneta llegando a la acera, él aceleró saliendo a toda velocidad, mi cabello se revolvió un poco por el viento que dejó atrás.
Eva: ¿y ahora? No tengo ni la mínima idea de que hablar con un contador. Tendré que avisarle a Brandon que me ayude, sus papás tienen que ayudarme en manejar mi dinero. Es más fácil, ellos tienen una gran empresa y bueno, un arsenal de empleados… Si eso haré.
Entré al colegio, los maestros estaban atentos a la entrada de todos los compañeros, quería saber de Jimena, no la veía por ninguna parte, donde pudiera estar… Caminaba viendo que los compañeros a mi paso se iban riendo y murmurando, algo que no comprendía que era lo que estaba sucediendo, levanté los hombros sin importarme nada.
Rodé los ojos al ver a Marion, soltó tremenda carcajada mostrando algo en el celular a sus amigas que igual reían, les hizo señal que hicieran silencio, ella me miró levantando la mano saludando, pasé la mirada viendo a Jimena que estaba sentada sola… corrí hacia ella, los demás nos miraban extraños, como si fuéramos payasas que las teníamos que hacer reír…
Jimena: Eva.
Eva: Jimena.
Se levantó tomando mi mano con tanto apuro, me llevaba adentro del colegio pero Marion y sus amigas se interpusieron en nuestro camino.
Marion: Hola Eva… Ivaaaaa…
Miró a sus compañeras riendo como si algo les causara tanta risa. Levantó su mano moviendo en forma de ruedo. Reía y reía.
Jimena: Basta Marion, deja a Eva.
Marion: No te metas…
Eva: Déjala Jimena, solo quiere tirar su veneno y en peor de los casos que caigamos en su juego.
Marion se acercó reposando sus manos sobre mis hombros, apretó un poco, quería que me soltara.
Marion: Calma… no seas tan tonta… te faltó darle la reversa a Brandon.
Eva: suéltame.
Jimena: Marion… DÉJALA EN PAZ.
Marion: Brandon regresó conmigo… entiendes… soy la mujer de su vida, es más me dijo que al hacer el amor conmigo lo hace revivir.
Le di un golpe a una de sus manos, eso era mentira, hasta donde podía llegar esta loca en inventar esas cosas solo para querer hacerme daño y que dudara del amor que él a mi me tenía.
Eva: Brandon nunca regresaría contigo.
Se acercó acortando demasiado la distancia, apartó mi cabello rosando sus labios en mi oreja, me aparté de ella no queriendo tenerla tan cerca de mi.
Marion: (susurrando) Brandon lo hace muy duro, ¿gritaste su nombre? Upss… No, no lo hiciste… No te metas conmigo.
Enredé mis dedos en su cabello dando tremendo jalón, sus manos se fueron a las mías, pero Jimena se interpuso entre ella y yo que sostenía igual mi mano que claro sin querer hacerlo ella también le estaba jalando el cabello.
Jimena: Eva… nos van amonestar.
La solté solo por que estaba presente Jimena, dio varios pasos hacia atrás, logrando librarse de mi agarre. Le sonreí en son de advertencia.
Eva: solo eres puro veneno.
Marion: Me las vas a pagar Eva… no te quiero volver a ver cerca de Brandon… llevo en mi vientre a su hijo. Estas advertida.
Negué con la cabeza, Jimena me jalaba, pero mis pies no se movían queriendo saber lo que ella había dicho si era verdad, pero no, hablamos de Marion, ella diría cualquier cosa, mi corazón estaba latiendo demasiado rápido… entramos al colegio, los gritos eufóricos y las risas llenaban los pasillos, entramos al sanitario de las chicas.
Le puso seguro evitando que nadie pudiera entrar. Ella me miraba, reposé mi mano en mi pecho, me estaba doliendo a lo que Marion dijo.
Jimena: Eva… eso que dijo Marion debe ser mentira. Lo sabes.
Tragué saliva dejando caer mi mochila en el piso, abrí la llave pasando mis manos debajo del agua, retuve un poco arrojando hacia mi cara, si, eso tiene que ser mentira, Brandon me dijo que nunca había hecho el amor con Marion, eso es mentira, realmente mentira.
Cerré la llave jalando un poco de sanitas, palpaba sobre mi rostro dejando seca. La hice bolita arrojando al cesto de basura, reposé mis manos en la meseta mirando a Jimena de reojo. Sonreí con tanta ilusión, di la media vuelta mordiendo mi labio inferior.
Eva: hice el amor con Brandon.
Jimena: ¿Queeeeeee?
La miré con tanta emoción de recordar ese momento tan especial, claro que por ser la primera vez, me dolió demasiado, casi no sentí lo que muchos dicen que es lo más hermoso, claro que cuando lo vuelva hacer ya se debe sentir diferente.
Eva: Si, aunque esa salida me trajo muchos problemas con mis padres.
Jimena: Cuentame… cuéntame…
No podía negarlo, estaba Jimena tan curiosa que poco a poco iba contando lo que había pasado y como fue estar en los brazos de Brandon, claro que omitiendo antes de empezar, no quería que nadie pensara que Brandon no es un buen chico, así que tenía que decirle las cosas a mi amiga como tenían que ser.
Ella escuchaba, hasta reaccionaba de una manera que cuando le explicaba lo que sentía parecía que también le dolía a ella.
Eva: Claro que al llegar a mi casa, pues mis padres ya me estaban esperando.
Jimena: Noooo.
Eva: Si, por eso si me escribiste o llamaste no contesté, ya que ando sin mi portátil y mi celular.
Jimena: Claro, se me hizo extraño que me estuvieran llamando a las 2 de la mañana fueron varias llamadas. Pero me dijiste “Si te llaman no contestes” pues no contesté.
Las dos reímos abrazándonos, al menos mi mejor amiga ya sabía la verdad de la gran noche que tuve con Brandon.
Eva: Me prestas tu celular, solo quiero avisarle.
Sin negarse me lo entregó, busqué entre sus contactos haciendo la llamada.
Llamada:
- Hola Jimena.
- No soy Jimena tontito, soy Eva.
- Ahh, hola Eva… mi amor perdón no escribirte antes es que…
- Eva, estoy en la universidad, voy a entrar a clases, no puedo hablar ahora.
- Escucha, escucha, es rápido.
- No tengo tiempo.
- No tengo mi celular ni mi portátil para ponerme de acuerdo contigo.
- ¿De acuerdo? ¿Cómo para que?
- Para conocer a tus papás y que me presentes como tu novia oficial.
- Eva… eso no va a pasar, eres menor de edad, mis padres no quieren que tenga una relación contigo. Además…
- ¿Qué has dicho?
- Eva… no me llames, no me escribas, ya fuiste… ya eres pasado. No me gusto nada de como te compórtate desde el principio. Luego… sinceramente, Marion te supera en todo, es hermosa, tiene un apellido prominente, tiene una clase social igual a la mía, tiene dinero y sobre todo..
- Igual tengo dinero, mis padres me lo han ocultado desde siempre, tengo una gran fortuna.
- Aja, pero no eres hija de ellos, nunca me relacionaría con una huérfana.
Entreabrí los labios negando con la cabeza…
- Brandon… Brandon…
Había terminado la llamada, mis ojos me ardían en este momento, Jimena estaba atenta esperando saber lo que me dijo, sonreí entregando su celular. Mi mano estaba temblando. La sostuvo Jimena algo asustada.
Jimena: ¿Estas bien? ¿Qué te dijo?
Eva: que va entrar a sus clases y después me llama.
Jimena: Pero no tienes celular.
Eva: conseguiré uno.
Jimena: Eva… tus padres no tienen dinero.
La miré fijamente, di la media vuelta mirándome en el espejo, ella me miraba queriendo saber.
Eva: Gian y Naima, no son mis verdaderos padres.
Jimena: Eva, no digas eso, a los padres nunca se les rechaza ni se les niega por muy castigo nos impongan. Ellos te quieren mucho.
Eva: Mis verdaderos padres fallecieron en un accidente cuando tenía 7 años, ellos realmente son mi tíos que por ser los familiares más cercanos pudieron adoptarme.
Jimena: aun asi. SON TUS PADRES.
Eva: Lo sé, los considero mis padres… eso nunca lo dejaré de hacer, además ellos han cuidado todos mis bienes desde que mis padres fallecieron.
Jimena: Vaya, ahora entiendo por que estas en este colegio.
Quedé frente a ella tomando sus manos, nos sonreímos sabiendo que somos tan amigas que nos hemos contado tantas cosas y pasado por mucho.
Eva: Que lo que te he dicho de los de mis padres y Brandon, no salga de ti.
Jimena: Amiga, así quieran saber… recuerda “Soy muda y tu hablas gregoriano”.
Las dos reímos, eso era muy cierto, aunque muchas veces los maestros y la directora nos ha querido sacar información ninguna de las dos ha roto ese juramento y así se quedaría.
El timbre había sonado, era momento de entrar al salón antes que hicieran venir a nuestros padres y quejarse que no acudimos y pues más castigos en este momento como para que.
Entramos al solón, tomamos asiento, estábamos en el misma mesa de estudio, siempre en todas las materias nos sentamos juntas, así como para apoyarnos, también para pasarnos las tareas. Levanté la mirada hacia el frente, la profesora de artes iba a empezar, pero mi mente estaba ausente en las palabras de Brandon, sé que la presión de Marion es demasiado y solo quiere evitar que me lastime. Si, eso tenía que ser, él juró estar conmigo para toda la vida… Los dos somos el uno para el otro.
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