Una mujer, una traición, un matrimonio sin amor.
¿Realmente valdrá la pena?....
Espero que esta carta te encuentre bien, aunque mi corazón late con dolor al pensar que ya no estaré aquí para verte sonreír. Si la estás leyendo, es porque mi tiempo se ha agotado y mi cuerpo ya no puede luchar más.
Quiero que sepas que te perdono. Te perdono por todo el dolor que me causaste, por todas las noches que pasé llorando por ti, por todas las mañanas que desperté con la esperanza de que regresaras a mí.
Te perdono por no estar allí para mí cuando lo necesité, por no escuchar mis súplicas, por no sentir mi dolor. Te perdono por dejar que el tiempo y la distancia nos separaran.
Aunque decidí rendirme y dejar de luchar por nosotros, nunca dejé de amarte. Siempre te amé, y siempre te amaré. Recuerdo cada momento que pasamos juntos, cada beso, cada abrazo, cada mirada...
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Capitulo 10
Sergio se acercó a Elena, que estaba observando la pista de carreras con una expresión pensativa.
"Elena, puedo hablar contigo un momento?" preguntó Sergio.
Elena se volvió hacia él, con una mirada seria pero no hostil. "Claro, Sergio. ¿Qué quieres hablar?"
Sergio respiró profundamente. "Quiero hablar sobre lo que pasó entre nosotros. Lo siento mucho, Elena. Me arrepiento de lo que hice".
Elena lo miró fijamente. "Lo sé, Sergio. Me duele admitirlo, pero te he perdonado. No por ti, sino por mí misma. No quiero cargar con ese rencor".
Sergio se sintió aliviado. "Gracias, Elena. Significa mucho para mí".
Elena continuó. "Pero no pienses que esto significa que olvidaré lo que pasó. Jamás olvidaré lo que me hiciste".
Sergio asintió. "No espero que lo olvides. Solo quiero que sepas que me arrepiento y que quiero hacer las cosas bien".
Elena lo miró con una expresión triste. "Sergio, no podemos ser amigos. No después de lo que pasó".
Sergio se sintió decepcionado. "¿Por qué no? Podemos empezar de nuevo, dejar el pasado atrás".
Elena sacudió la cabeza. "No, Sergio. No podemos. Lo que pasó entre nosotros es demasiado profundo. No puedo confiar en ti".
Sergio entendió. "Lo entiendo. Lo siento".
Elena se volvió para irse. "Adiós, Sergio. Que tengas suerte en tu carrera".
Sergio la miró mientras se alejaba, sintiendo una mezcla de tristeza y alivio. Sabía que no podía recuperar lo que había perdido, pero estaba agradecido de que Elena lo hubiera perdonado.
"Adiós, Elena", dijo en voz baja, sabiendo que quizás no la volvería a ver.
Sergio subió al podio, sonriendo débilmente mientras recibía el trofeo por su segundo lugar en la carrera. Sin embargo, su mente estaba en otro lugar. No podía sacar a Elena de su cabeza, recordando la conversación que habían tenido horas antes.
La imagen de Elena, con su gorra de Mercedes y su sonrisa triste, se grabó en su mente. Se preguntó qué habría sido de ella si no hubiera arruinado todo entre ellos.
Mientras bajaba del podio, Carola, su novia, corrió hacia él y se lanzó a sus brazos, besándolo apasionadamente.
"Sergio, ¡felicidades! Estoy tan orgullosa de ti", dijo Carola, con una sonrisa radiante.
Sergio se sorprendió, sacado de su trance mental. Sonrió y abrazó a Carola, intentando concentrarse en el momento presente.
"Gracias, Carola. Me alegra que estés aquí", dijo Sergio, devolviendo el beso.
Pero mientras se abrazaban, Sergio no pudo evitar sentir una punzada de culpa. Sabía que su mente había estado en otro lugar, con otra persona. Se preguntó si podría alguna vez olvidar a Elena y centrarse completamente en Carola.
Carola, ajena a los pensamientos de Sergio, continuó hablando emocionada sobre la carrera y los planes para celebrar su segundo lugar.
Sergio sonrió y asintió, intentando mostrar entusiasmo, pero su mente seguía vagando, recordando la conversación con Elena y la forma en que se había sentido al verla de nuevo.
Después de su encuentro con Sergio, Elena decidió cambiar de rumbo en su vida. Se inscribió en la universidad para estudiar derecho y, paralelamente, comenzó a tomar clases de aviación para obtener su licencia de piloto privado.
La adrenalina y la libertad que sentía al volar la ayudaron a olvidar el pasado y a enfocarse en su futuro. Elena se convirtió en una piloto habilidosa y confiada, y su pasión por la aviación la llevó a conocer a personas influyentes en el mundo del deporte motor.
Un día, mientras asistía a un evento de aviación en Londres, Elena conoció a Lewis Hamilton, el famoso piloto de Fórmula 1. Lewis, impresionado por la habilidad y la determinación de Elena, se acercó a ella y comenzaron a conversar.
"Me encanta tu pasión por la aviación", dijo Lewis. "¿Cuántas horas de vuelo tienes?"
Elena sonrió. "Casi 500 horas. Me encanta volar".
Lewis asintió. "Sé exactamente a qué te refieres. La sensación de libertad es increíble".
Elena y Lewis continuaron hablando, descubriendo que compartían intereses y valores similares. Lewis, impresionado por la inteligencia y la determinación de Elena, le ofreció una oportunidad para unirse a su equipo como asesora jurídica.
Elena aceptó la oferta y pronto se encontró trabajando junto a Lewis en el mundo de la Fórmula 1. Su carrera como piloto privado la había llevado a un nuevo capítulo en su vida, lleno de desafíos y oportunidades.
Mientras trabajaba con Lewis, Elena no podía evitar pensar en Sergio, su pasado y la forma en que lo había dejado atrás. Pero sabía que había tomado la decisión correcta, y que su futuro estaba lleno de posibilidades emocionantes.
Con el paso del tiempo, Elena comenzó a olvidar los recuerdos dolorosos de su pasado con Sergio. Su relación con Lewis Hamilton había crecido y se había convertido en una fuente de felicidad y satisfacción en su vida.
Lewis y Elena se habían enamorado profundamente, y su relación era una mezcla perfecta de pasión y tranquilidad. Ambos se sentían cómodos el uno con el otro, y su conexión era intensa y auténtica.
La relación de Lewis y Elena era como un fuego que ardía con intensidad, pero también era una fuente de paz y serenidad. Se complementaban mutuamente, y su amor crecía cada día más.
Lewis, conocido por su personalidad extrovertida y apasionada, encontró en Elena una pareja perfecta. Ella lo apoyaba y lo motivaba, y él la hacía sentir segura y amada.
Juntos, exploraban el mundo, compartiendo experiencias y creando recuerdos inolvidables. Desde paseos románticos en la playa hasta noches emocionantes en los circuitos de carreras, su relación era una aventura constante.
Aunque su romance era intenso y apasionado, ambos sabían que no era el amor de su vida. Sin embargo, disfrutaban del momento y se aprovechaban al máximo de su relación.
La prensa ya había comenzado a especular sobre su relación, pero Lewis y Elena nunca habían confirmado ni negado nada. Simplemente dejaban que las fotos y los rumores hablaran por sí solos.
"¿Lewis Hamilton y Elena, la nueva pareja del mundo del deporte?" titulaban los periódicos.
"¿Es amor o simplemente una aventura?" preguntaban los periodistas.
Pero Lewis y Elena no se preocupaban por lo que decían los demás. Sabían que su relación era real y que les hacía felices, y eso era todo lo que importaba.
Un día, mientras estaban sentados en la terraza de su casa, mirando el atardecer, Lewis tomó la mano de Elena y le dijo:
"Eres la mujer más increíble que he conocido. Te amo más que ayer, pero menos que mañana".
Elena sonrió, sintiendo su corazón lleno de amor.
"Te amo también, Lewis. Eres mi ahora".
Después de varios meses de una relación feliz y apasionada, la vida de Elena y Lewis se vio interrumpida por una sorpresa inesperada. Una conocida de Elena, Sofía, apareció en su vida pidiendo ayuda. Sofía había sido amiga de Elena en la universidad y siempre había sido una persona conflictiva.
Elena, siendo la persona compasiva que era, decidió ayudar a Sofía, sin saber que esta tenía intenciones ocultas. Sofía se mudó a la casa de Elena y Lewis, y pronto se convirtió en una parte integral de su vida.
Sin embargo, lo que Elena no sabía era que Sofía había estado planeando su venganza desde hacía tiempo. Sofía siempre había sentido celos de la belleza y el éxito de Elena, y ahora veía la oportunidad perfecta para destruir su relación con Lewis.
Una noche, mientras Elena estaba fuera, Sofía drogó a Lewis y se aprovechó de él. Lewis, sin saber qué estaba pasando, se despertó al día siguiente con un dolor de cabeza y una sensación de confusión.
Sofía, mientras tanto, había planeado su próximo movimiento. Sabía que si quedaba embarazada de Lewis, podría destruir su relación con Elena y obtener lo que siempre había querido: dinero y fama.
Pasaron las semanas y Sofía anunció que estaba embarazada de Lewis. Elena se sintió devastada y traicionada. No podía creer que su amiga había hecho algo tan horrible.
Lewis, por su parte, estaba confundido y arrepentido. No recordaba nada de lo que había pasado esa noche, pero sabía que no había querido engañar a Elena.
La relación entre Elena y Lewis comenzó a desmoronarse. Elena no podía perdonar a Lewis por su infidelidad, aunque este juraba que no había sido intencional.
Sofía, mientras tanto, se regodeaba en su victoria. Había logrado destruir la relación perfecta y ahora podría obtener todo lo que siempre había querido. Pero, ¿por cuánto tiempo podría mantener su secreto?
Después de dos semanas de investigaciones y búsqueda de la verdad, Lewis finalmente descubrió que Sofía lo había engañado y manipulado para quedar embarazada. Estaba furioso y decidido a hacer justicia.
Lewis decidió que quería tener a su hijo, pero no con Sofía. Quería criar a su hijo lejos de ella y cerca de Elena, la mujer que amaba.
Sin embargo, la situación se complicó cuando Sofía se enteró de los planes de Lewis. Se sintió traicionada y enfurecida, y decidió confrontar a Elena.
La pelea entre Sofía y Elena fue intensa y violenta. En un arrebato de ira, Sofía y Elena lucharon, y Sofía cayó al suelo. Afortunadamente, el embarazo de Sofía no se vio afectado en ese momento.
Elena se sintió culpable y devastada por la pelea y decidió alejarse del mundo nuevamente.
Lewis, que había perdido la oportunidad de criar a su hijo con Elena, se sintió destrozado. Quería estar con Elena, pero ella lo rechazó.
"No puedo estar contigo, Lewis", dijo Elena, llorando. "No puedo enfrentar el dolor y la culpa que siento".
Lewis entendió y se alejó, dejando a Elena sola en su dolor.
Sofía, mientras tanto, se quedó con la certeza de que tendría a su hijo, pero sin el amor de Lewis.
Durante el parto, Sofía sufrió complicaciones y, lamentablemente, los bebés gemelos que esperaba murieron. Lewis se sintió devastado por la pérdida, pero decidió no contarle a Elena para evitar causarle más dolor.
Elena nunca supo del trágico final del embarazo de Sofía y se quedó con la culpa y el arrepentimiento de la pelea que había cambiado todo.