Diana es una mujer de personalidad tranquila y muy trabajadora, pero es alguien solitaria, tiene muchas deficiencias. Hasta que tuvo un accidente.
Su esposo es el protagonista principal de su libro favorito, y ella ¡Es la villana que muere sola al final! Pero, espera ¡Este marido es tan lindo que quiere quedárselo!
¡Qué se pierda la protagonista principal, este esposo solo puede pertenecerle a ella!
No importa si todos la odian, el protagonista masculino nunca lo hará. Pero entre cambios tan inmensos ¿Qué tan fácil es saber sí su amor por él es sincero?
¡Es tan complicado!
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Nos llevaremos bien.
El director es un hombre de mediana edad con barba en forma de candado, dos ojos achinados y cejas pobladas, su cabello también es lado, llegando hasta sus hombros y atado en una pequeña coleta baja.
Parecía todo un hippie.
A su lado, había una mujer de unos 30 años, Diana no recordaba haber leído la descripción de esta persona en el libro, pero...su voz le fue familiar cuando se acercó lo suficiente.
Era la misma persona que hablo está mañana por el móvil con ella, ósea, su nueva mánager ¿Es esta la niñera que su esposo consiguió para ella? ¿O una agente encubierto que le ayudaría a descubrir si seguía viendo al estúpido de Stephen a escondidas?
Posiblemente todas eran probabilidades.
-Señorita Song, nos alegra tener a alguien con tanta experiencia guiando a nuestra Diana, ella es exigente con las cosas y su personalidad es dura, es difícil tratar con ella pero una vez que pasan tiempo juntos, te acostumbras. Teniendo en cuenta lo buena que es usted, creo que le será más fácil tratar con ella.- Le dijo el director en voz baja a la mujer.
Era como si quisiese ser cauteloso, tener un conflicto a primera hora de la mañana no era su deseo.
-Daré mi mejor esfuerzo para llevarme bien con la Señora Ye, es la primera vez que trabajaré con alguien tan difícil, también es una buena oportunidad para ampliar mis horizontes.- Dijo con profesionalismo la mujer, haciendo una reverencia.
Luna parecía una mujer seria y de gran carácter, eso fue lo que pensó Diana cuando la vio.
-¡Jefa!- De repente, una voz chillona vino desde atrás, sorprendiendo a Diana y a los otros dos que hablaban en voz baja.
Diana siguió la voz, viendo a una joven de unos 23 años, 3 años mayor que ella, vistiendo con una camisa de mangas largas color rosa y un jeans de color negro con un par de zapatillas blancas.
Su cabello suelto descansaba sobre sus hombros, su rostro sin maquillaje se veía bonito y animado, muy juvenil.
Comparada con la elegante vestimenta de Diana, parecía una universitaria.
-¡Jefa, casi pensé que no vendría, hay tantas noticias sobre ti que siento que me volveré loca! Todos curiosean sobre con quién te has casado.- Exclamó la joven con los sozollos desgastados, fingiendo que lloraba.
Diana puso los ojos en blanco, recordado el carácter dramático de esta asistente cada vez que estaban en el set de filmación. Sin embargo, a solas, Ross actuaba como una persona completamente distinta.
Esta niña era la encargada de su vida, dejada a su lado por su tía para cuidarla.
-Tranquila, las cosas se calmaran pronto, cuando eso suceda, les mostraré a todos con quién me casé...- Dijo Diana con una sonrisa gentil, pero esta se borro casi al instante -No me gusta que me junten con ese tipo de chusma como lo es Stephen ¡Es tan ofensivo!- Expresó mientras miraba sus uñas con una expresión arrogante.
La noticia de que tenía amnesia temporal se dio a conocer gracias a su ex mánager, aunque su comportamiento podría ser mucho más tranquilo, no podía cambiar del todo su personalidad o se vería demasiado sospechoso.
-¿Eres la Señora Diana?- Preguntó Luna Song, acercándose junto con el director a Diana, sus ojos mostraron algo de desprecio, sin embargo, no lo mostró en su rostro.
El director dio un paso adelante, poniendo su mano sobre el hombro de Luna dijo con una sonrisa -Diana, esta es Luna Song, tu nueva mánager, enviada directamente desde Shang Gruop. Ella se ha ofrecido voluntariamente a trabajar contigo.
Diana miró a la mujer de arriba hacia abajo con ojos tranquilos, en su expresión, un brillo de arrogancia se hizo presente.
-Lo siento, Señora Song, pero no recuerdo tener ningún desacuerdo con usted, ni siquiera la conozco, entonces ¿Cómo la he ofendido para que me miré de esa manera?- Cuestiono la chica con voz tranquila.
Tanto el director como Ross se sorprendieron, ambos se dieron una palmada en la frente, como si pensaran: ¡Hay va otra vez!
Un brillo de sorpresa apareció en los ojos de Luna y una sonrisa se formó en sus labios al momento siguiente, ya comenzaba a agradarle la chica.
-No tenemos ningún conflicto, eso es muy cierto, pero eso no quiere decir que no tendremos uno en el futuro ¿O sí?- Cuestiono de vuelta Luna con un tono burlón en su voz.
De cierto modo, se sentía molesta, esta mañana, el asistente personal de su Presidente la llamó personalmente.
¿Y para qué? Bueno, para ser la mánager de la arrogante cantante Diana Ye, además de cuidar de ella y vigilarla, tenía que preocuparse por su alimentación, vestimenta y otras cosas más, ya que la artista ahora estaba bajo el nombre de Shang Gruop.
Aunque Luna trató de refutar, solo pudo quedarse en silencio cuando Lucas, el asistente personal del Presidente, le dijo que era una orden directa del Boss, o era eso o el despido.
No tuvo más remedio que venir a cuidar de esta mocosa engreída.
-Lo más beneficioso sería que no, me vuelvo muy insoportable durante los conflictos y a usted ni le gustara eso, créame.- Respondió de forma dominante Diana, devolviendo la sonrisa burlona a la mujer de carácter duro.
Luna se rió, llevando la mano al hombro de Diana, la palmeo con fuerza -¡Tú y yo nos llevaremos muy bien en el futuro, eso lo presiento!- Dijo la mujer antes de darse la vuelta y alejarse.
-Comenzare mi trabajo, tu preparate aquí.- Ordenó Luna antes de irse, dejando a Ross y al director confundidos.
Solo Diana entendió que se encargaría de los chismes y rumores sobre ella. Posiblemente Diego también le haya dejado algunas tareas para ella.
-Muy bien, Diana, déjame presentarse a alguien.- Dijo el director con una sonrisa, dejando de lado las malas vibras que Diana y Luna le habían dado hace unos segundos.
-Claro, Señor director, su emoción me dice que es alguien bueno.- Estuvo de acuerdo Diana, sonriendo con calma mientras miraba en la dirección que el señalaba.
Sin embargo, su sonrisa se borro al momento siguiente.