El Beso Que Me Enloqueció

...Mateo...

Descansar esa era la idea, pero al amanecer con el sol bañando la delicada figura de la bella mujer que ahora le pertenece, los deseos de volver a poseerla se reavivaron con mucha más fuerza que la noche anterior.

Sol abrió los ojos y se encontró desnuda, algo que la sobresaltó y se sentó en la cama diciendo.

Pero que paso?..

Justo cuándo el deseo se estaba explotando Felipe fue tomado con la guardia baja con esta pregunta.

Felipe Valles del Rosal : ????

No recuerdas?.

Y de repente cada instante y cada caricia que recibió anteriormente pasaron en Soledad como un río que despertó su deseó.

Oh valla.

No lo recuerdo mucho dijo soledad, por lo tanto, creo que será mejor volverlo a hacerlo a ver si lo puedo recordar.

En realidad ella pensó que lo estaba pensando, pero no se dio cuenta de que no solo lo estaba pensando, sino que también estaba hablando en voz alta.

Felipe Valles del Rosal: Vaya dicen que las grandes mentes piensan igual y yo creo que ha de ser cierto porque justo eso es lo que estaba pensando.

Sol tenía la cabeza un poco gacha porque estaba pensando pero al subir su mirada se dio cuenta de la pasión que estaba burbujeando en los ojos de su esposo.

Y aunque era cierto que no recordaba exactamente lo que había sucedido en la noche anterior.

Wí que deseaba no solo recordarlo, sino volverlo a sentir porque de acuerdo a los pocos recuerdos que parecían en su mente sabía que volverlo a hacer sería igual o tal vez mucho más placentero de lo que fue.

Y de todas maneras ya no tiene nada que temer por qué la primera noche ya pasó ahora lo único que quería es seguir descubriendo de todo que lo que antes no tuvo tiempo ni siquiera de descubrir.

Por lo tanto, recibió gustosa el beso de su esposo, ella enganchó los brazos alrededor del cuello del hombre.

Mientras este bajaba sus nanos contorneando el cuerpo de su esposa.

La primera parada de sus inquietas manos fueron las montañas que tenían un tamaño exacto porque con ellas podía cubrir la cima, las acarició y mientras iba bajando hacia más abajo su boca también lo hacía.

Soledad no solo sintió las manos sino también la boca de su esposo que esparcía cálidos y tiernos besos por todo su cuerpo.

Y cada roce de los labios de Felipe despertaban un suspiro que lo único que daban a entender es lo mucho que Sol estaba disfrutando de esta entrega.

Y así una vez más los nuevos esposos se perdieron en la lujuria y el placer que habían descubierto en la compañía del otro.

Solo que esta vez Felipe al estar mucho más impaciente porque ya sabía lo que escondía esta bella mujer no se contuvo acaricio, beso y chupó cada espacio libre del cuerpo de soledad.

Y ella aunque no sabía mucho del tema pensó que lo que él le hacía disfrutar a él también podría gustarle entonces siguió el ejemplo de su esposo y aunque tímidamente también quiso darle placer al hombre que tenía frente a ella.

Y para ser la primera vez que hacía algo como esto de que se sentía tímida la verdad es que también lo disfrutó.

Le gustó sentirse hermosa, sentirse deseada pero sobre todo sentirse amada.

Y justo cuando llegaron a la cima del placer soledad pensó que si esta era la recompensa por tanto sufrimiento no se arrepentía de nada o tal vez sí, pero, sin embargo, también sabía que uno es el artífice de su propio destino esta vez decidió cambiar el rumbo de sus decisiones.

Y aunque es cierto que antes de renacer ya le gustaba este hombre también es cierto que nada le aseguraba que sus sentimientos fueran correspondidos.

Se arriesgó de tomar este camino y no se arrepiente y sabe que tal vez él aún no la quiere lo suficiente, pero ara que la ame con todo el corazón y sabe que tal vez no está tan lejos de eso.

Sabe que va por buen camino así que se esforzará no solo de complacerlo en el hecho marital, sino también de darle su confianza y de demostrarle que para ella lo ama.

Lo más importante ahora es saber que ella lo ama y aunque sabe que con esto se lo está demostrando en cuanto tenga la oportunidad no solo se lo demostrará con su cuerpo sino también con palabras y hechos.

Esa mañana no solo lo hicieron una vez lo volvieron a hacer otras dos veces y si no hubiera sido porque tenía que comer y reponer energía posiblemente se hubieran saltado el almuerzo porque eso fue exactamente lo que hicieron con el desayuno.

Ambos querían seguir Pero sabía que era importante alimentarse, por lo tanto, para no retrasar el consumo de sus sagrados alimentos decidieron entrar uno por uno para bañarse.

Ya que sí lo hacían juntos posiblemente nunca podrían salir porque aparte de tener hambre de comida.

Tenían un hambre diferente que solo sería calmada cuando se entregarán a los placeres que solo un hombre y una mujer pueden saciar juntos.

Después del almuerzo dieron un pequeño paseo.

Sol tenía cierta incomodidad en partes que no sabía que podían llegar a doler.

Felipe lo sabía porque veía como caminaba su esposa y decidió dejarla descansar por esta tarde. Aún así dieron un paseó.

Antes de salir para el paseo le había pedido a alguno de esos empleados que le consiguiera algo para relajar el cuerpo.

Al regresar a la casa pidieron la cena en la habitación cuando llegara el momento y luego ambos se retiraron para descansar.

Claro no sin antes disfrutar de una cesión de besos que aunque no fue suficiente para saciar el deseo de ninguno, fue suficiente para saber que ambos se deseaban y asi quedaron dormidos hasta la hora de la cena.

Después de eso prefirieron solamente pasar el tiempo platicando pero posiblemente era suficiente para el cuerpo físico aunque no para la mente.

Claro no sin antes que Felipe intentara tantear el terreno porque la soledad también estaba muy deseosa, pero fue sincera al decir que estaba algo adolorida después de todo no solo era la primera vez sino que nunca antes había abierto tanto las piernas y estar en esa posición aunque lo disfrutaba también era cansado pero que no se preocupara si lo practicaban con regularidad su cuerpo se acostumbraria poco a poco, esta última frase a Felipe le causó gracia, pero también comprendió que era cierto.

Además su querida esposa apenas tenía 16 años aún era muy pequeña y tenía toda una vida por delante para volverse uno, muchas otras veces más.

Así pasaron el resto de su luna de miel entre paseos por los alrededores de la propiedad y saciando el deseo de ambos no solo en la comodidad del alcoba.

Muchas veces no pudieron llegar a la habitación y se entregaron en donde el deseo los alcanzo.

Y aunque era una vida muy pacífica y placentera tenían que regresar a la cuidad.

Claro con la promesa de ambos de tomarse el tiempo para viajar después de todo eran jóvenes.

Y buscar un poco de aventura no tiene nada de malo además planeaban hacerlo juntos.

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