RECUPERAR TU AMOR

—Fui dispuesta a buscar a Pablo en la universidad en un carro alquilado para que nadie se diera cuenta. Contraté tres hombres y lo esperé en la salida con mucha calma. Lo vi salir junto a su amigo Samuel y les ordené a los hombres que me lo trajeran, ya sea a las buenas o a las malas.

—¡Que me suelten, idiotas! ¿Qué quieren de mí? —gritó Pablo tratando de soltarse, mientras Samuel intentaba ayudarlo. Sin embargo, los hombres sacaron un arma y lo amenazaron. Al ver eso, Pablo, temiendo que pudieran dispararle a su amigo en cualquier momento, decidió ir con ellos hasta el auto.

—Señora Salomé, ¿ahora qué quiere? —preguntó Pablo un poco enojado.

—Me enteré de que le pidió matrimonio a Angie . Ya sabe lo que quiero de usted, Pablo —dijo, colocando su mano en medio de sus piernas.

—Jamás me voy a acostar con usted —respondió Pablo con una mirada fría y seria. —Escucha, Pablo, si no cede a mi petición no voy a permitir que se case con mi hija.

—¡Usted no puede controlar mi vida de esa manera! ¡Angie y yo nos amamos y nadie nos va a separar! —gritó Pablo, levantando la voz.

—¡No sabes de lo que soy capaz, Pablo! ¡No juegues conmigo! —amenazó Salomé, apretando su entrepierna con más fuerza.

Pablo se dio cuenta de que estaba en una situación complicada, pero no podía ceder a las amenazas de Salomé. Sabía que debía proteger a Angie y a su amor a toda costa.

—Lo siento, Salomé, pero no voy a ceder ante sus chantajes. Me puede hacer todo el daño que quiera, pero no voy a permitir que interfiera en mi vida y en mi relación con Angie . Haga lo que tenga que hacer, pero ella y yo estaremos juntos pase lo que pase —dijo Pablo con determinación.

Salomé, furiosa, ordenó a los hombres que lo llevaran de regreso a la universidad. Pablo sabía que esto no sería el final de los problemas, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo con tal de proteger su amor por Angie . Sabía que el camino no sería fácil, pero estaba seguro de que su amor sería más fuerte que cualquier amenaza.

Salomé se retiró con sus hombres, enojada y frustrada por no poder controlar a Pablo a través del miedo. Por otro lado, Pablo se sentía aliviado de haber tomado una postura firme en defensa de su amor por Angie .

Al llegar a la universidad, Pablo fue recibido por Samuel. "¿Qué pasó?" —preguntó él muy preocupado. Era la señora Salomé, la mamá de Angie , quien intentaba chantajearme para que me acueste con ella y así me dé permiso de casarme con Angie . ¿Qué piensa hacer ahora, Pablo?

—Me voy a casar con Angie por el civil sera nuestra boda en estos días, a escondidas. Tú y Melissa serán nuestros testigos por si el día de nuestra boda por la iglesia ella se interpone.

Samuel asintió con determinación, apoyando la decisión de su amigo. "Cuenten conmigo para lo que necesiten. Esta situación es realmente delicada y no podemos permitir que la señora Salomé manipule sus vidas de esta manera", dijo con firmeza. Melissa, la novia de Samuel, también se unió al plan y prometió estar al lado de Pablo y Angie en todo momento le advirtieron que no fuera a contar nada, ya que es una sorpresa para su prima.

Pablo fue a comprar, los anillos con Samuel para el matrimonio civil con Angie . En la joyería, encontraron el par perfecto de anillos que simbolizan su unión. Pablo miraba a Samuel con emoción mientras elegía los anillos, imaginando el día en que los llevarían puestos en sus dedos como esposos Angie y él. Samuel, su mejor amigo, le felicitaba y le recordaba lo afortunado que era de encontrar a alguien como Angie . Finalmente, con los anillos en su poder, Pablo se sentía listo para dar el siguiente paso en su relación y compromiso con su novia.

Los días pasaron y la boda civil se llevó a cabo sin contratiempos. Pablo y Angie estaban emocionados y felices de dar este paso juntos, aunque sabía Pablo que la batalla no había terminado. La señora Salomé seguía amenazando con arruinar su boda por la iglesia, pero Pablo estaba decidido a no permitirlo.

Ese mismo día Samuel le pidió a Melissa que se casara con él. Ese día, ella quedó sorprendida pero aceptó, así que estas dos hermosas parejitas ya estaban casadas.

—Amor, gracias por esta sorpresa —habló Angie abrazándolo del cuello y besándolo con ese amor que brota de su corazón—, te amo tanto, Pablo, no tienes idea de cuánto —susurró en su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja y murmurando "quiero que me hagas el amor como tu esposa".

Pablo sonrió y la tomó de la mano, llevándola hacia la habitación donde habían planeado pasar su primera noche como marido y mujer. El amor que sentían el uno por el otro llenaba la habitación y los envolvía en una burbuja de felicidad y pasión.

Esa noche, Pablo y Angie se entregaron el uno al otro con todo su amor y deseo, sellando su unión de una manera tan íntima y especial que no había palabras que pudieran describirlo. Se prometieron amarse y respetarse el resto de sus vidas, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad.

El camino que tenían que recorrido juntos no iba a ser fácil, pero habían superado cada obstáculo con valentía y amor. Ahora, como marido y mujer, sabían que tenían todo lo necesario para enfrentar cualquier desafío que el futuro les trajera.

Y así, en medio de risas, caricias y susurros de amor, Pablo y Angie comenzaron una nueva etapa juntos, con la certeza de que su amor era indestructible y que juntos podrían enfrentar cualquier cosa que se interpusiera en su camino.

Pablo estaba seguro de que le había ganado una batalla a su suegra, pero no toda la guerra.

A pesar de todo, sabía que no bajaría la guardia hasta que su suegra aceptara plenamente su relación con su hija. La guerra podía estar lejos de terminar, pero estaba dispuesto a luchar por lo que amaba. No cedería a los bajos instintos de Salomé...

Continuara...