En esta versión, mí primera historia, "La herencia de la abuela", se explica desde los ojos de Max, explicando algunos interrogantes inconclusos
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capitulo 10: ”¿Celos?
Max aún sentía el sabor de los labios de Camila en los suyos, una explosión de emisiones surgió en su pecho. Ya no había mucho más para hacer allí y su esposa no se sentía muy bien.
Tomo la mano de Camí y se acercó.
-¿Ya quieres marcharte?- pregunto.
-Está bien.- respondió ella viéndolo atentamente a los labios -solo necesitaría ir al... Toilet.- bromeo en intento alejarse.
Max le sostuvo la mano y se detuvo.
-¿Estáis bien?- pregunto al verla algo mareada
-Claro, podría saltar en un solo pie.- dijo y Max río, luego se marchó.
Max la veía marchar. Por un lado, porque lo traía loco y por otro, para asegurarse de que llegue bien a destino.
Giro hacia dentro de la casa y vio a sus padres conversando con el tío Rafael e Ingrid. ¿En qué momento habían llegado?... Automáticamente, la mujer lo vio y se dirigió hacía él, su hermano y su cuñada, quienes aún permanecían en la terraza.
-¡Feliz año nuevo!- exclamó Ingrid saludando a la joven, a Alex y por último a él.
Max agradeció, pero automáticamente se preocupó y miro hacia adentro, para ver si Camí regresaba. Su hermano entre arrumacos, se alejó un poco con su prometida, dejándolos algo solo... ¡Maldición!, le pareció que lo hubiese hecho a propósito.
-¿Cómo has estado Max?- pregunto la mujer sirviéndose una copa de champagne y dándosela a él.
-Sabes que no bebo, Ingrid.- dijo él.
-Es algo exagerado, no creo que sea para tanto que bebas un poco.- comento la tía.
-Pero creí que por eso me habías dejado.- respondió Max y ella lo quedo viendo.
-Solo... Solo pretendía que brindemos.- le dijo titubeando la rubia.
-Puedo brindar con sumo de frutas.- agrego Max levantando su copa -vengan a brindar.- les dijo a la pareja quien se acercaron con sus copas en mano.
Así los cuatro levantaron y chocaron sus bebidas.
-Por un año nuevo mejor y lleno de... Reencuentros.- dijo Ingrid arrojando una mirada intensa a Max, quien trato de esquivarla -Pero díganme... ¿Cómo están sus trabajos?- pregunto en general.
Max se sentía muy incómodo con la situación, mientras Alex y la muchacha hablaban miro hacia dentro y por el vidrio del ventanal pudo ver a su esposa viéndolos y... La expresión en su rostro no era el mejor. ¡Carajo! ¡Faltaba más que por esto se alejen otra vez!.
-Bueno, nosotros ya nos vamos.- se despidió Max y fue hacia su esposa -¿Vamos?- pregunto y ella solo asintió con la cabeza.
En el coche no pronunciaron palabra. De vez en cuando la veía de reojo y ella solo miraba fijo hacía ningún punto cierto. ¡Ay, no!... ahora que se había ilusionado en qué tal vez pudiesen empezar algo.
Al bajar del coche, Camí dio unos pasos y se tropezó, Max en un rápido movimiento la sostuvo y ella largó una carcajada que él también le dio gracia.
-Lo siento, Max... Es que no bebo nunca.- se justificó.
-No te preocupes, te sostengo.- le dijo él.
Así la acompaño hasta la puerta de su cuarto. Y la miro, mientas ella daba vueltas para entrar.
-Bueno...- comenzó a decir él.
-¿Puedo preguntarte algo?- lo interrumpió Camí.
-Ya lo has hecho.- bromeo Max.
-Max, de verdad...- trato de decir ella, pero las palabras se le resbalaban y él suspiró.
-Bueno, está bien. ¿Qué?-
-¿Por qué hablabas con Ingrid en la terraza?- pregunto
Max la miro extrañado... ¿Qué estaba ocurriendo?... ¿Sería posible que esté celosa?. Sintió emoción.
-Es decir... ¿De qué... hablaban?- trato de corregir de inmediato su esposa.
-De nada importante, solo pregunto por mí trabajo.- mintió Max, pero no pensaba quedarse con la duda -¿Por qué?- pregunto provocativo.
-Nada.- respondió notablemente nerviosa -Es que me pareció extraño. Tu tío estaba ahí, y ella te trato muy mal y…-
Pudo notar que su esposa estaba muy avergonzada y le dio pena. La quiso ayudar.
-No te preocupes. No tengo ninguna intención con Ingrid... No con ella, te lo prometo.-
Camila Sonrió, era un notable momento tenso entre ellos. Pero no quería aprovecharse de su estado.
-Bueno, que descanses.- le susurro Max y le obsequio un prolongado beso en la mejilla. Pudo sentir como la respiración de su esposa se aceleraba y debía de admitir que la de él también.
Luego espero a que ella entre a su cuarto para ir al de él.
Una vez solo, miro su cama y esbozo una sonrisa, "ella también lo deseaba”, estaba seguro. Cómo quería tenerla entre sus brazos y hacerla suya, pero no podía. No en ese momento, en su estado. Pero creía que, tal vez, tendría más oportunidad en un futuro. Después de todo, el año apenas comenzaba.
Los días luego de año nuevo fueron un poco des encontrados. Apenas se veían un rato en el desayuno, prácticamente no hablaban. Max estaba entre entrevistas, comerciales, el ejercicio, la posibilidad de una serie en Roma y todo, llegaba cuando Camí estaba dormida. Ella no se quedaba atrás, también estaba muy ocupada con lo del artículo, era entendible, tenía que quedar perfecto.
Su madre lo llamaba con frecuencia porque no había ido más, pero más allá de no tener tiempo, también trataba de evitarla, no quería ningún cuestionamiento sobre el beso con su esposa en año nuevo.
Una tarde, temprano decidió ir a verla, estaban había dicho que lo quería ver en la cafetería cerca de su casa.
-Cuanta insistencia para que venga, madre.- le dijo -¿Qué sucede?-
-¿Tiene que suceder algo para que quiera verte?- pregunto joys.
-Madre...-
-Quería preguntarte cómo va tu matrimonio.- dijo la mujer.
-Lo sabía...-
-Es que hasta tu hermano dijo...-
-¿Mi hermano?- pregunto él -¡madre! ¿Tú no le habrás dicho algo?-
-Ay... cómo crees...- respondió su madre divagando.
-¡Josefina!- exclamó Max regañandola
-No me gusta que me digas así...-
-Mejor me voy...- dijo dándole un beso -Me reservo el derecho a las dudas...-
De allí, se fue directo a la cafetería a reencontrarse con su manager, quien le informo que tenían que hacer un par de documentos antes de la noche, ya que había salido el casting en Italia. Eso, por un lado,o lo puso feliz, pero por otro... Y si salía todo bien, debería viajar mucho y alejarse de su esposa.
Cuando estaban de salida, justo en la puerta se chocaron con Ingrid ¡Esto debía ser broma!