La Duquesa Abandonada

Este día Luciel observa atentamente por la ventana, muy temprano llegaron a colocar, la tira de luces para el jardín y la entrada, Aina está con Noel para supervisar todo.

-Joven amo, debemos ir a su clase de música.

-Mira lisi, mi mamá está adornando la casa, ya quiero que sea de noche para ver cómo se ve.

-Todos en la mansión esperan lo mismo, la duquesa tiene buen gusto.

-Si mira mi cuarto ahora es mas grande y tengo juguetes nuevos, Lisi, mi papá no quiere a mi madre, como hago para que estén juntos, no me gusta que esté con él.

-Bueno... ** haaa que le digo** Puede decirle al Duque cuando regrese.

-Mi papá no tardará mucho en llegar, le diré que quiera mucho a mi mamá.

Luciel va a sus clases, en el jardín todos hacen lo que Aina les dice, para cuando Luciel termina sus clases sale con Nina y Julián, él está sorprendido de como quedó todo el sol está por ocultarse y poco a poco todo se ilumina.

-Se ve muy bonito.

-Luciel te gusta.

-Si mamá, me gusta, le gustará a papá.

-Esperemos que si, estos días adornarán la ciudad, cuado esté lista iremos a pasear.

-Si, gracias.

Aina acaricia la cabeza de Luciel, lo lleva por todo el jardín para que vea, toda la iluminación, él corre por todo el lugar, está feliz.

-Noel, mañana necesito algunas otras cosas, pero por el momento es todo, antes de irte quiero preguntarte algo, conoces a alguien de la academia que sea una buena persona para el puesto de caballero?

-Un caballero?

-Sí, para Luciel, aquí hay muchos, yo quiero alguien leal, como tú hermano, que lo cuide y sobre todo sea leal a él

-Conozco a una persona, estudio en la academia de caballero, lo que pasa es que no es noble es plebeyo, pero muy leal, si usted le da la oportunidad él le será fiel.

-Entonces dile que venga, se le harán las pruebas y si es tan bueno como dices se quedará.

-Gracias mi señora.

Noel le agradece besando su mano, algo que Luciel nota y corre a abrazarla, no quiere que nadie le quite a su madre, tendrá que hablar muy seriamente con su padre.

Aina se va con Luciel pensando en Noel, el en la novela no tiene un buen final en realidad es trágico, cuando la princesa se ve acorralada, lo contrato para así poder tener más tiempo, cuando se supo que ella robaba dinero, Noel fue culpado y sentenciado a trabajo forzado en las minas, una persona abogó por el pero no pudo hacer mucho, esa persona era alguien especial para él.

-**Está vez no, ambos estarán juntos, todos estaremos juntos**

Aina sigue con los preparativos ella está feliz, en la ciudad están poniendo las luces, pronto todo se verá iluminado, no como en su mundo, pero ella es feliz con eso.

-Noel, que te parece.

-Muy bonito, en la noche se verá mejor.

Todos en la ciudad se sorprenden, ella es bonita, la gente está feliz por poder hacer el festival más grande.

-Señora, debe encargar un vestido.

-Si ya lo hice, desde que mandé hacer los vestidos de las mucamas

-Y para el duque?

-El que se encargue cuando llegue, no creo que quisiera ir a juego conmigo o si, no no creo.

-Vamos, debemos seguir organizando el baile y la fiesta de té, quiero hacer un bazar para recaudar fondos para el orfanato.

Así ambos regresan a la mansión, tardarán en poner todas las luces y ella quiere verlo en todo su esplendor.

Después de unos días, Aina junto con Luciel por fin veía las calles adornadas y justo para el festival, las invitaciones estaban entregadas y todo listo, solo falta que llegue el duque, del cuan lo único que sabe es que viene en camino, pero no sabe que día llegará.

-Dunkan espera, la noche está por caer, acampamos aquí.

-Que? No, yo quiero llegar a mi casa, quédate si quieres, te recuerdo que tú eres el que quiere ir.

-Es peligroso cabalgar de noche.

-Príncipe, hay una posada a una hora de aquí, ahí puedes quedarte, yo me voy, llegare en la madrugada, pero no pienso dormir en una posada.

Dunkan sale a todo galope, no espera la respuesta del príncipe quien solo se queda ahí y tiene que seguirlo.

Al pasar las colinas en lo alto los caballos frenan de repente, el duque no puede creer lo que ve, ahí desde lo alto el pueblo se ve iluminado.

-Eso es fabuloso jamás había visto un pueblo tan iluminado, como haces eso... Dunkan? estás bien?

-Yo, yo no sé lo que pasa estoy igual de sorprendido.

-Pero si es tu ducado, la ciudad es muy grande, no sabía que el festival era así de bonito.

El duque solo sale a todo galope, pasa alrededor de la ciudad para llegar más rápido, pero logra ver cómo están adornadas las calles, le extraña mucho, jamás había visto esa clase de adornos, al llegar a la mansión todo estaba en silencio, el mayordomo es el único que sale a recibirlo.

-Mi señor, que bueno que ha llegado.

-Por favor, lleva a descansar al príncipe a la mansión de invitados, iré a mi cuarto, estoy muy cansado.

-Si señor, como ordene.

-Ella no sabe verdad?

-No, no le dije.

-Que atiendan al príncipe, iré arriba.

El príncipe fue a la mansión de invitados, no le quedó de otra por qué Dunkan ni siquiera lo invito a quedarse en la mansión principal.

Al entrar a la mansión todo estaba en silencio, no vio los adornos porque estaba oscuro y Aina no había colocado más luces ahí, tenía pensado hacerlo ese día, pero se le hizo tarde en el pueblo.

Dunkan solo sube y ve a lo lejos el cuarto de ella, nunca han sido un matrimonio y si ella sabe que el príncipe está ahí, tal vez salga por fin de su cuarto.

Contrario a lo que pensaba Aina dormía profundamente, en la historia original, paso lo mismo, Dunkan llegó, pero Aina seguía en su habitación encerrada, sin ánimos, así que ordeno que no le dijeran nada, el príncipe solo estuvo unos días y se fue, a él le dijeron que ella estaba enferma.

Dunkan solo entro al cuarto de Luciel, pero no había nada, cosa que lo extraño, cuando vio salir a una doncella de otro cuarto.

-Mi señor, buenas noches, este es su nuevo cuarto, él duerme profundamente.

-Gracias ve a descansar.

Él entra al cuarto y solo se admira de como está adornando, la cama es más grande tiene varios juguetes y cuentos, así como adornos en el techo.

-Pero que es todo esto.

Se acerca a la cama de Luciel y él duerme.

-Ya regresé, te traje lo que me pediste, has crecido mucho.

Luciel le había pedido una piedra de luz en forma de la luna, el duque por estos dos años iba y venía de las minas casi cada 6 meses, Luciel era más pequeño y lo veía poco, antes de volverse a ir Luciel no quería que se fuera, pero tampoco le dijo que lo maltrataba y solo le pidió una luna pequeña para que la tuviera en la noche.