Nova Reik III: Ragnar

⚠️ EPISODIO NARRADO POR STAN⚠️

Tal y como le había prometido a mi madre, fui a visitar a Will —mi gran amigo de la infancia que había vuelto a la ciudad— después de clases para recoger su tarjeta de acceso. Él estaba en su nueva escuela, se notaba que su familia tenía dinero y que lo habían metido a una escuela privada.

—¡No puedo creerlo! ¡Si es el Capitán Zer! Jaja, ¿Y tú pijama del Hombre Araña? Creí que llevabas tu uniforme de héroe a todos lados, viejo —se burló Will mientras se me acercaba—. Nataly me dijo que vendrías, pero dime —me agarraba del hombro—. ¿Una chica especial en la vida de Stanley?

—¿Qué? No jaja, no, no —respondí un poco sonrojado mientras daba unos pasos hacia atrás—

—Ah, jajaja conozco esa cara, vamos, dime ¿Quién es? Tal vez la conozco

—No, no, no

Su estúpida sonrisa no desaparecía por lo que comprendía que no me dejaría hasta que le dijera un nombre, así que dije el primer nombre que pasó por mi cabeza.

—Bien, Flo-Flor Watson

—Watson, eh

—¿Qué? ¿La conoces?

—Sí bueno, su difunto novio Harry fue un practicante de la empresa familiar y cruzamos dos o tres palabras pero tranquilo, no te la voy a quitar, es tuya

—¡N-no es mi novia!, solo la ayudo a ponerse al día nada más

—Eso solo suena a una excusa, Stanley —me molestó mientras se recargaba en mi hombro— Pero ya me detengo, tengo bastante hambre y quiero ver el refugio, papá habla mucho de ese lugar, de cómo es importante el ayudar, tonterías de viejos

Fui al refugio donde trabajaba mi madre acompañado de Will, en ese camino me puse al día con mi viejo de la infancia, omitiendo, claro, el hecho de que tengo un parásito espacial en el cuerpo.

Cuando llegamos al refugio, volví a ver al padre de Will, me había olvidado de que estaba calvo, era un hombre bastante maduro que relucía por su traje de gala que siempre llevaba y no por su calvicie.

—Stan, sí que has crecido muchacho —dijo mientras me abrazaba con fuerza— A decir verdad te pareces mucho a Reik

—Sí, aunque él es mi padrastro, señor Kraksson jaja —dije riendo entre dientes—.

—Dime, ¿ya tienes trabajo? Porque puedo darte uno si necesitas

—No, no es necesario, Señor Kraksson

—Ay por favor, no me digas Señor, dime Oscar

—Viejo Kraksson, no sabes cuánto te agradezco lo que hiciste por mi madre —dijo mi hermano mayor mientras se acercaba al señor Kraksson—.

—¡Jack! Veo que tú también has crecido, cuando te vi eras una cosita muy pequeñita

—Jaja, bueno es que han pasado muchas cosas desde la última vez que fuimos a Amphy City con nuestros abuelos

—Entonces pónganme al día chicos, porque quiero saber qué pasó con los amigos de mi Will en este tiempo

Antes de poder seguir con nuestra reunión escuché en las noticias que unos maleantes con cascos nórdicos estaban causando problemas en la ciudad. Incluso escuché a las patrullas dirigirse a toda velocidad hacia el museo de la ciudad.

Aproveché que ellos estaban distraídos hablando sin notar mi presencia para dejarlos y dirigirme al museo. Aunque en el camino mientras volaba me estrellé contra Zero, debido al impacto me estrellé contra el tejado de un edificio mientras ella seguía en el aire intacta.

—¡Ay lo siento! ¡Lo siento mucho! —aterrizó frente a mí estando asustada y preocupada por mi bienestar—. ¿Estás bien? ¿Te rompiste algo? No quise herirte, es solo que no me di cuenta —me extendió la mano para ayudarme a levantarme—. Perdón

—¿Ze-Zero? —pregunté mientras me levantaba con su ayuda—.

—Ahm… Lo-Lo siento por los videos en los que dije que era mejor tú, me dejé llevar un poco además de que tus burlas hacia mi no me cayeron muy bien —se disculpó avergonzada—.

—¿Qué? Ahm… de-de acuerdo, te perdono

—G-gracias, ahora lo siento, tengo que ir al museo

—¡No, espera! —dije poniéndome frente a ella—. Vi las noticias; que no te afecte lo que dicen esos pendejos, que estés intentando cuidar ambas ciudades, es muy lindo

—Ah oh, g-gracias es muy lindo que digas eso, Stanley

—¿Qué? ¿Desde cuándo…?

—Jaja, no eres muy bueno ocultando tu identidad típico error de novato

—Ahm, Flor no es… no tienes que cuidar Moncia, no puedes con dos, déjame a mí, está ciudad

 —¿Y dejar que te creas Light Yagami? Stanley sabes que no me gustan tus métodos y que no dejaré que mueran

—Sé que no te gusta que mate a los delincuentes pero escucha, no puedes con dos ciudades, tú… tú… eres… eres…

—¿Yo qué? ¿Soy una moralista barata?, te escuché diciéndome eso con Jane

—No, digo, sí te lo dije —Flor frunció el ceño molesta al escucharme— ¡Pero no es algo malo! Y está bien que no lo hagas si no quieres, es… es humano y tú eres humana, al me-menos desde que te conocí, yo… Mm… me-me gusta más Flor que Zero o cual-cualquier apodo que tengas

—Te… ¿gustó? —susurró sorprendida—

—¡N-no de esa-esa for-forma! —respondí con el rostro tan rojo como un tomate—. Yo… yo solo quiero que se-sepas que me dejes Moncia, tú cuida a Bears City —extendí mi puño hacia ella—. Sé que podemos hacer un mundo mejor juntos, aunque… a nuestra manera

—Jun-juntos —respondió chocando su puño con el mío—

—Y… lo siento por los videos que te hice burlándome de ti, y diciendo que soy mejor que tú

—Jaja, te perdono —puso su mano en mi pecho— Capitán Komori

Flor me dio un empujón que me hizo salir disparado del tejado, por suerte logré extender mis alas de sangre antes de impactar contra el cementerio.

—¡Solo si me alcanzas! ¡Capitán!

Usando mis alas pude seguirle paso y volar a su lado por la ciudad, parecíamos dos mariposas volando juntas y girando entre ellas ignorando el alrededor.

Cuando llegamos al lugar los encapuchados nos lanzaron hachas hechas con hueso, con mis alas logré protegernos a ambos. Aunque al parecer no era un asalto cualquiera, no, era algo más. Del interior del museo alguien lanzó una lanza que atravesó mis alas y me clavó en el suelo con ella.

—¡¡Stanley!! —gritó asustada para después taparse la boca debido a que se dio cuenta de que gritó mi nombre real en lugar de mi apodo—.

—Jaja, Odín no mentía —una mujer vestida con la piel de un lobo salió del museo con una lanza dorada en sus manos—. La bestia Fenrir y la hija de Darién Kal, están en la Tierra

—¿Qué? ¿Cómo…? —dijo Flor al escuchar el nombre de su madre biológica—.

—Me presentó, mi nombre es Mikaela Morales, y he venido para cazar a dos presas hermosas, tal vez tú, linda, me traigas buen dinero si te vendo al zoológico de Andrómeda