Amor Después Del Amor

Mantenemos nuestra relación en secreto, aunque yo creo que en la empresa ya se rumora algo, pues nos ven siempre juntos y felices, cuando regresó su padre encontró todo bajo control y me agradeció estar tan cerca de su heredero, si supiera de nuestro romance no estoy segura de que le hiciera tan feliz nuestra cercanía.

Me la paso tan bien con él que todo se da de manera natural, yo pensaba que era un niño mimado, que ni café sabía hacer, pero me ha enseñado sus dotes culinarias en más de una ocasión, pues nos hemos dado nuestras escapadas de fin de semana a una cabaña lejos de todo, donde me consiente como si fuera su novia, pero yo aunque disfruto mucho su cariño, aún no me siento preparada para abrirme al amor, y la diferencia de clases aunada a la edad nos juega en contra. De todas formas disfrutaré esta hermosa aventura mientras dure. Espero que él esté en la misma sintonía, porque algo tan lindo como lo que tenemos, libre y sin etiquetas, no merece terminar lastimándonos.

Cuando les conté a mis queridas amigas, no lo podían creer, y se burlaron de lo rápido que encontré remplazo para mi ex, de hecho ahora ya no me siento sola, he tomado el consejo de Citlalli, y cada semana sin falta le hablo a mi mamá para decirle que estoy bien y para que me cuente como van las cosas en casa, sé que mi papá es muy obstinado, así que no intento ir, pero estoy al tanto de ellos.

La empresa va viento en popa, y Don Rubén ya casi no aparece, entre Arturo y yo llevamos todo lo mejor posible.

Hace unos días, que estoy pensando en titularme de una vez, de hecho Vale me investigo en la universidad, que hay unos cursos sabatinos de titulación, la duración es de 6 meses, sé que será algo demandante, pero estoy dispuesta a hacerlo. Solo me falta hablarlo con mi adorable jefe, porque ya no podríamos salir los viernes, y ya se nos ha hecho costumbre andar el fin de semana juntos.

Cuando al fin tomo valor para plantearle lo del curso, me toma de las manos y sonriendo me dice que me apoyará en todo lo que quiera hacer, que no le tengo que pedir permiso para nada, no soy tu ex marido. Y vaya que no lo es, es completamente diferente, uno flojo y desobligado, el otro trabajador y responsable, uno enojon y quisquilloso, el otro protector y cariñoso, y así podría seguir comparando todo diferentes qué son, y yo tontamente me enamoré de Josue y sin más que la ilusión del primer amor, porque fue así, y sin haber tenido otra relación para poder comparar, me case con una persona que no conocía bien, porque el también me engaño mostrando siempre otra cara mientras fuimos novios, aunque siempre hubo señales de su verdadero carácter, algunas ocasiones desaparecía para después poner excusas inverosimiles. Te manipulaba con gracia y encanto, pero al final era egoísta y posesivo. Un narcisista que siempre volteaba las cosas para inclinar la balanza a su favor.

Con Arturo todo es diferente, espontáneo, fresco, seguro, es alguien en quien puedes confiar y que te apoya y te anima.

Este fin de semana tenemos que aprovecharlo, iremos en un viaje relámpago a la playa, tengo tantas ganas de tomar el sol y nadar en el mar, y claro con la mejor compañía.

Nuestro vuelo estuvo muy bien, y al llegar al hotel nos recibieron con un cóctel de bienvenida, como dos adolescentes, en cuanto quedamos a solas aprovechamos para darnos toda la pasión contenida durante la semana, demostrando con caricias lo que habíamos extrañado el cuerpo del otro, pues aunque nos vemos a diario, no nos tocamos, para poder trabajar sin tensión.

Pasamos la noche de una deliciosa manera, por la, mañana nadamos un poco y descansamos tomando el sol, por la noche salimos a divertirnos a un club, bailamos y bebimos hasta tarde, regresamos a darnos cariño y dormir abrazados. El domingo debíamos regresar, antes de hacerlo, me pidió que lo acompañará a caminar por la playa. Tenía el semblante preocupado, así que no supe qué pensar. Inicialmente, me habló de trivialidades, después me dijo que había disfrutado mucho el viaje, yo sentía su nerviosismo, pero lo dejé que tomara su tiempo para decirme lo que realmente quería. Llegamos a un lugar apartado, y nos sentamos en una sombra bajo una palmera. Él se sentó recargado en el tronco y abrió sus piernas para qué me sentará entre ellas, así que me abrazó por la espalda y recargo la barbilla en mi hombro, para poder hablarme justo en el oído.

Preciosa, ambos sabemos lo que estamos haciendo y creo que no queremos lastimar al otro, verdad? Asentí con la cabeza. Entonces seremos claros y directos para evitar eso, nuevamente asentí, después de un largo silencio en el que yo me ponía cada segundo más nerviosa, me dijo que por el bien de los dos lo mejor era que dejáramos de salir. Me quedé en silencio, sopesando cada palabra, tenía toda la razón, y este viaje caería el broche de oro para tan bonita relación. Me giré un poco para verlo a la cara, estaba muy serio,, pero en sus ojos podía ver unas lágrimas que amenazaba con rodar por sus mejillas. Estoy de acuerdo. Dije al fin. Pensando en lo que implicaba tal decisión, y lo besé para que el momento fuera menos incómodo. Él respondió a mis labios de manera tierna, después de unos minutos de silencio nos pusimos de pie para volver.

Por el camino me tomó de la mano, y al llegar nos dispusimos a arreglar nuestras maletas. Terminando me tomo en sus brazos y me hizo suya por última vez, con una intensidad que sabía a despedida. Cuando alcanzamos el clímax me abrazó y apenas en un susurro dijo, me estoy enamorando, y eso es lo que me asusta, yo no estoy lista para volver a amar, agregue con pena, si lo sé y lo entiendo, respondió, por eso es que es mejor dejar todo hasta aquí.

Será realmente lo mejor. Así podemos conservar los buenos recuerdos.