Amelia fue obligada a sufrir torturas interminables durante 3 largos años, luego de que su prometido la lanzará a un barranco y se rompiera las dos piernas en el acto.
Su media hermana había planeado todo meticulosamente, encerrandola en un buque para divertirse todos los días con su sufrimiento.
Al final, la chica terminó siendo asesinada por el hombre que había amado durante más de 8 años. Deseando nada más que la muerte, Amelia finalmente encontró la paz, sin embargo, contrario a lo esperado, había viajado más de 1500 años en el pasado y reencarno en una mujer con su mismo nombre y rostro similar.
Extrañamente, también estaban su media hermana y su ex prometido, así como sus padres, pero ¿Porqué apareció en su vida un joven al que nunca había visto?
Noah será su futuro esposo, pero ¿Puede ella volver a amar otra vez luego de sufrir por culpa de su último amor?
-Noah, enséñame a amar una vez más.
-Por eso soy tu prometido ¿No? Destruiré el mundo si tu me lo pides.
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Un regalo.
Amelia disfrutó profundamente las extrañas calles de la capital, había puestos de comidas por todos lados, los edificios eran en su mayoría de madera y solo contaban con dos o tres pisos, grandes y majestuosos pabellones que resultaban elegantes a pesar de su vejez.
Ella fingió no estar sorprendida, sin embargo, trato de disfrutarlo a escondidas.
El carruaje se detuvo en una gran tienda de color azul y blanco, luciendo elegante y antigua, la palabra Armería colgó desde lo alto de la puerta con un color dorado muy hermoso.
Amelia frunció los labios y miró a Nany con ojos de cachorro herido ¡Ella quería ir a comer algo delicioso primero! Con tantos puestos de comida ¿Cómo podía no disfrutarlos?
-Señorita, tenga presente porque salimos en primer lugar.- Le recordó Nany con respeto y seriedad.
Ante esas palabras, Amelia suspiró y camino hacia la tienda seguida por Nany y dos guardias de la Mansión del Primer Ministro, sin embargo, antes de que pudiese poner un pie dentro, una figura femenina apareció delante de ella.
La expresión tranquila de Amelia se volvió fría y sus ojos perdieron cualquier rastro de emoción ante la mirada de su media hermana.
-Oh ¿No es esta mi querida hermana pequeña?- Preguntó Sabrina con una sonrisa gentil, sin embargo, esta no llegaba a sus ojos fríos.
Ya sea fuera o dentro de la Mansión del Primer Ministro, ninguna de las dos trató de ocultar su enemistad, para muchos, ver a las hermanas actuar como enemigas juradas era normal.
-¿Hermanita? No bromees así, ni siquiera sé si realmente naciste de la semilla de mi padre.- Dijo Amelia con una sonrisa despreciable, está casi segura de que esta joven delante de ella no era hija de su padre, así fue en su vida pasada y así seguirá siendo en esta.
Sabrina recibió un duro golpe en su punto más débil y doloroso, su sonrisa se borró y su expresión se volvió indiferente -Lo dice la hija de la mujer que fue traicionada, que lindo, tu prometido vendrá mañana ¿No te preocupa que te traicione al igual que nuestro padre lo hizo con tu madre?- Su tono fue muy amable, pero sus palabras estaban llenas de veneno.
Los ojos de Amelia brillaron con una luz despiadada, apretó sus manos en puños debajo de sus mangas y dejó salir una pequeña risa melodiosa.
-Noah es un joven demasiado quisquilloso como para jugar con mujeres, incluso si tú te desnudas delante de sus ojos, solo le darías repulsión y náuseas...- Defendió Amelia con altivez, levantando la barbilla de forma arrogante hacia su hermana mayor.
-... Pero, parece que tu cerebro se ha reseteado después de pasar tanto tiempo con tu enloquecida madre...- Continuó Amelia, ella se rio con diversión y paso al lado de su hermana, golpeando intencionalmente su hombro derecho.
-¡Eres una..!- Exclamó furiosa Sabrina mientras extendía la mano para agarrar el cabello de su hermana, sin embargo, Amelia se volvió a tiempo y le atrapó la muñeca.
Amelia no pudo evitar sonreír con burla, esta chica... seguía siendo exactamente igual en esta vida, tan altanera, gamberra y perra como siempre. Y sobre todo, no sabía valorar lo que ya tenía.
Ella no había deseado discutir con esta hermana, pero esta chica no se lo dejaba fácil, si en el pasado lo toleró, fue porque quiso ganarse el amor de esta hermana suya, y cuando finalmente no fue capaz de tolerarlo, ese desgraciado de Martín hizo todo lo posible para evitar que se defendería.
La chica no pudo evitar mirar los lindos dedos de Sabrina, recordando sus dedos cortados, una luz cruel pasó por sus ojos, pero desapareció en cuestión de segundos.
En aquel momento, de sus manos solo quedaron las palmas magulladas.
-No te imaginas cuánto me encantaría romper cada uno de tus dedos, parecen suaves y delicados ¿Su sonido al quebrarse debe ser melódico?- Amelia miró la mano de Sabrina con intensidad, y expresión se volvió indescifrable.
Sabrina sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al ver los ojos sin vida de su hermana, por un momento le pareció ver a un muerto. Asustada, la chica tiró de su mano con fuerza, haciendo que Amelia la soltará, se dio la vuelta y se alejó a paso apresurado con su sirvienta, quien no dijo nada de principio a fin.
-Señorita ¿Qué fue eso de hace un momento?- Preguntó Nany con miedo, mirando a Amelia con algo de temor en sus ojos, por un momento, desconoció completamente a la chica delante de ella y eso la asustó.
-Nada.- Respondió Amelia con indiferencia, volviéndose para continuar su camino al interior de la tienda.
Los dos guardias y Nany se miraron con consternación antes de seguirla. Aun así, se alegraron de que ambas chicas no pelearan en la calle a como normalmente lo hacían en la Mansión.
Amelia perdió completamente el interés de seguir buscando un regalo para su futuro esposo, ella se sentó en la pequeña banca para clientes al lado de la ventana y observo al dependiente acercarse a ella con una expresión halagadora.
-Mi Señorita busca un arma adecuada para su futuro prometido ¿Tiene algo adecuado para un joven de 15 años que ame la guerra?- Al ver que Amelia no dijo nada, Nany se adelantó con una sonrisa cordial.
-¿Un joven de 15 años que ame la guerra? ¿Podrías decirme a que familia pertenece? Tenemos muchos clientes masculinos, talvez ya seamos conocedores de los gustos de esa persona.- Pregunto y expresó el encargado con una sonrisa formal, mirando a Nany con curiosidad.
-Es Noah Hua.- Dijo Amelia con frialdad, mirando de reojo al dependiente.
-¡El Señorito Noah! Por supuesto, él es uno de nuestros mejores clientes, el Joven Maestro Noah usa con preferencia las espaldas y cuchillos, son su especialidad, casualmente ayer nuestro herrero terminó dos impresionantes espadas de la mejor calidad ¿Gusta mirar?- Preguntó emocionado el hombre de mediana edad, mirando expectante a Amelia.
-Por favor.- Expresó la joven poniéndose de pie antes de seguir al hombre de mediana edad.
de la sirvienta pero estoy como Amelia me intriga la vida de Nany por qué sabe mucho aún siendo joven no es tan mayor y al parecer tuvo marido o hijos pero algo oscuro pasó para tener esa cara habrá muerto o los habrán matado hay una gran historia de dolor tal vez con Nany por lo menos está segura con ella y a ver si Noah encuentra pistas contra las serpientes y al parecer Noah ya no piensa como un niño ya un adolescente con sus hormonas alborotadas que se pone nervioso al tener a Amelia cerca jeje ya me imagino que el ya tiene pensamientos que lo ponen nervioso
para atrapar a Noah pero se ve que el tampoco aceptara la derrota tan fácilmente aunque me dió risa que su risa malvada le salió chistosa que hasta a Noah le salió mejor jajaja pero ya su madre que desea que sea una sumisa con Noah la atrapará está bien su relación prefiere que esté triste o rechazadola este Noah no le molesta a ella no deberia más por que es la convivencia de los dos