Diana León, una joven de 24 años que lucha día a día por sus sueños. Ilusionada con el amor.
Marcus Smith, un joven de 27 años, hijo de familia adinerada, trabajador, mujeriego y odia el compromiso.
Sus caminos se verán cruzados con una incómoda situación, alguien los ha casado por error y los jóvenes deberán asumir esa responsabilidad sin ninguna otra opción.
Podrán Marcus y Diana sobrellevar la situación sin involucrarse sentimentalmente?
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Capítulo 11
Diana
Ha pasado un mes de la muerte de don Samuel, doña Eva poco a poco está superando la muerte de su esposo. Hace dos semanas ha decidido retomar sus actividades laborales.
Yo he comenzado a trabajar en su casa de modas y me gusta mucho.
La señora me ha nombrado como su asistente personal, me encargo de revisar y clasificar sus diseños.
Aquí he conocido a Samanta, su secretaria, es una chica muy buena onda conmigo, desde el primer día comenzamos a hablar y tenemos muy buena relación.
A Marcus lo he visto muy poco, luego de aquel beso, él al parecer me ha estado evitando, a pesar de que dejamos las cosas claras. Y las veces que él fue a casa de la señora Eva, yo no salía de mi cuarto hasta que él se iba.
Eva me ha dicho que estaban teniendo problemas financieros en la empresa de don Samuel, y que por eso Marcus estaba algo preocupado.
Ahora mismo estamos en la casa de modas de doña Eva, es el horario de la comida, por lo que Samanta y yo vamos hacia al piso donde se encuentra el comedor.
- Espero que alcancemos una mesa disponible, hoy es ultimo día de la semana y todos quieren hacer turno completo, por lo tanto nadie sale a comer afuera - dice Samanta mientras salimos del ascensor.
- Pues al parecer llegamos tarde - digo viendo todas las mesas ocupadas.
- Ay no! Vayamos a ordenar algo y volvamos a la oficina, no tenemos opción - dice ella mientras nos dirigimos hacia el lugar donde ordenan la comida.
Al llegar allí, sin querer me choqué contra una chica que estaba retirando su comida.
- Oye, ten cuidado - dijo ella irritada.
- Lo siento - dije apenada.
- Olivia - dijo Samanta al verla. Al parecer se conocían.
- Sam - respondió la chica de piel morena y cabellos largos, que ahora se que se llama Olivia.
- Oye que gusto verte, disculpa a mi amiga Diana, en verdad no te vimos - dijo Samanta.
- No importa, está bien - respondió Olivia mientras me regalaba una sonrisa.
- Oye, no sabes si hay alguna mesa disponible? - preguntó Samanta.
- No, pero yo estoy sola, si gustan pueden sentarse conmigo - propone Olivia
- De verdad? Te agradecemos mucho - dice Samanta.
- Por favor, vengan conmigo - dice Olivia y nos dirigimos a una mesa donde nos sentamos las 3.
Allí estuvimos compartiendo el almuerzo, yo solo observaba y oía como ellas platicaban y reían a gusto.
- Y dime Diana, eres nueva aquí? No te había visto antes - dice Olivia viéndome.
- Sí, de hecho hace menos de un mes he comenzado a trabajar aquí - digo sonriendo.
- Y dime, en qué área estás? - pregunta de nuevo dando un sorbo a su jugo.
- Soy asistente personal de la señora Eva - respondo.
- Cómo? Llevas un mes aquí y ya eres asistente personal de la dueña? - dice Olivia riendo.
- Así es - digo encogiendo mis hombros algo desconcertada.
- Es que es algo así como su suegra. Ella es la esposa de Marcus, bueno solo de papeles pero su esposa en fin - dice Samanta.
De pronto la sonrisa de Olivia desaparece.
- Eres tú? - pregunta viéndome fijamente a los ojos.
- Así es, pero son solo papeles - digo casi en un susurro.
- He oído hablar de ti. Todos te ven como la mujer que ha logrado atar a Marcus Smith - dice ella sonriendo.
- No es así, es decir, él y yo no tenemos una relación. Aunque ellos en un principio querían que pareciera que sí, pero luego de la muerte del señor Samuel ni siquiera nos hemos molestado en aparentar ser un matrimonio, creo que el único interesado en mantener esa imagen era don Samuel, que en paz descanse - digo en voz baja para que nadie alrededor pueda oír.
- Y piensan en divorciarse ahora ? - pregunta Olivia.
- Lo haremos, Marcus me ha dicho que intentaría la manera de romper con esa farsa, creo que le urge sobre todo luego de... -quedé pensando un momento en aquel beso que aún estremecía todo mi ser de solo recordarlo.
- Luego de qué? - pregunta Olivia de forma curiosa.
- Luego de la muerte del señor Samuel - digo tomando un sorbo de mi jugo.