Hector Lozano, el arquitecto detrás del deslumbrante diseño del hotel turístico, la noche de su inauguración, conoce a la alegre y singular Maria Isabella Flores, quien lo cautiva con su belleza exótica y su aura misteriosa, aparentando una gitana perdida en ese mundo de lujos. Fascinado Hernan se aproximó a ella para conocerla y sin predecirlo pasa la noche más apasionante como nunca tuvo en su vida. Al día siguiente, cuando el alcohol bajo, descubrió que esa gitana es la hija menor del dueño del hotel que el diseño. Ambos al saber quienes son, tratarán de llevar la situación como dos adultos, olvidar lo que pasó y culpar al alcohol por ello, pero la química que existe entre ambos los lleva a recaer mas de una vez en la tentación de estar juntos. Al enterarse el padre de María Isabella que estuvo con Hernán Lezcano, los obligará a casarse para salvar el honor de su hija. Ambos deberán enfrentar una situación que solo inicio como una aventura de una noche y afrontar las consecuencias
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7- Razón o lo que demandé el corazón
Narra Hector
Isa me pone a funcionar todas mis emociones, me eleva el lívido cuando me domina como quiere y me envuelve en su lujuria, me altera al no medir el lugar ni el momento cuando me tuvo como quiso en su cuarto, me asusta al lanzarse desde su balcón al mio, me saca de quicio al meter su mano en mi trabajo que es sagrado para mi, pero sus ideas que son garabatos me hacen tener otra perspectiva por lo que siento admiración por su ingenio.
No podía estar así, siempre he sido tan centrado, mi única pasión ha sido mi trabajo. Tenía una relación hace años con Julieta, aunque siempre me corta, a los pocos días vuelve llorando disculpándose que fue un arrebato del momento. A lo mejor me acostumbré a esa rutina, y al sentir pereza por iniciar una nueva relación, nunca desistí de ella del todo.
Para salir con ella pasamos por muchas salidas, nos conocimos, antes de compartir un momento íntimo.
Pero con Isa paso algo diferente, fue explosivo, arrollador, como una avalancha que no pudimos esquivar, nos llevó por delante enterrandonos en esta lujuria que no me explico como podía ser.
Ella es tan diferente a mi, soy serio, no me presto a las diversiones nocturnas, calculador, meticuloso, cuidadoso con mis acciones, algunos hasta dirán que soy gruñón.
Pero apareció Isa, sacándome a empujones de mi espacio, llevándome a su lugar desenfrenado y apasionante que la identifica a toda ella, que es pura dinamita, una mujer que dónde pisa llama la atención, cordial, simpática, alegre, ella es luz y yo oscuridad.
Somos dos polos opuestos, que se atraen.
Pero la realidad es que ella es la hija de mi cliente, no puedo estar con ella, debo ser profesional.
Y aún no puedo descifrar lo que siento en realidad con ella, esto era nuevo para mí.
-Enzo... Quisiera consultarte algo. Le digo a mi amigo al no poder lidiar con esto que me pasa con Isa, tal vez un consejo de él me ayude, al tener más experiencia de andar con muchas mujeres.
-Tu dirás. Me dice tomando su café mientras mira a las huéspedes.
"¿Cómo inicio?", me pregunte mentalmente.
No quería ser obvio que se trataba exactamente de mi, porque no podía expresar a viva voz que estaba de cabeza por una joven, mucho más de lo que quería reconocer.
-El caso es que, no exactamente se trata de mi ... Sino que un conocido, que es de nuestra edad, se metió con una muy joven... Y resultó ser la hija de su jefe... Y no solo eso... Fue el primero... Y no sabe como lidiar con eso... Me pidió consejo... Pero no supe que responder. Le digo solo para ver su reacción.
-Yo en su lugar le exprimiria hasta el último jugo a esa manzana nueva... Dicen que una joven te regresa la vitalidad... Te vuelve joven... Tan solo no lo divulgaría... Porque así como para él es vitalidad... Para ella experiencia... No lo tomara en serio... Solo disfrutará hasta que adquiera experiencia y así estar con el que realmente quiera. Me dice mirando a una joven sentada en el lobby.
-Eso crees. Le pregunto.
-Si se enamoro de ella es un idiota... La jóvenes no toman nada en serio... Solo se lanzan a disfrutar de los placeres... Y si fue el primero... Te aseguro que solo busco a un experimentado para ser desvirg@da. Me dice haciendo seña hacia la joven con una sonrisa coqueta.
-¿Seguro?. Le pregunto.
-Preguntale como pasó... Si fue de una arrollador, lujurioso su encuentro con un simple cruces de palabras... O más trabajado... Con encuentros... citas... Y si fue como te dije el primero... Es Posta que solo lo uso para que la desvirgu3 y así adquirir experiencia y no parecer torpe con quién tenga en su radar. Me dijo.
Eso que me dijo me dejó pensando. Me arregle para la cena, convencido que debía ser más razonable en el asunto con ella, dejar las cosas como estaban antes que avance mas, tuvimos suerte de no ser descubiertos.
Al dirigirme al salón donde se celebraría la cena por el compromiso de su hermana mayor escuché en una habitación cosas que se caían y gritos, era la voz de ella, por lo que ingresé de una, viendo al prometido de su hermana queriendo besarla a la fuerza, y más me provocó bronca ver como su mano atajaba las muñecas de ella que luchaba por no dejarlo aproximar.
No dude lanzándolo al suelo propinandole una trompada en su mejilla derecha, presionandolo contra el piso con mi rodilla en su pecho que lo dejó atorado.
Me incorpore hechandolo con furia, él hizo el amague de querer pegarme pero ví que solo bajo el puño saliendo del cuarto.
La abraze calmandola, temblaba como hoja en mis brazos, su voz ahogada expresando que ya no quería asistir, pero sabía la importancia de la imagen que debía dar, o sería vista siempre como la rebelde.
Recordé la conversación que tuvo su padre conmigo antes de ir a cambiarme.
(*Flashback)
-HECTOR... SE QUE MI HIJA FUE CON USTEDES... ¿QUÉ HICIERON?... ¿QUEDÓ CON USTEDES O SE MARCHO A OTRO SITIO?. Me indagó serio.
-Fuimos a almorzar... La llevamos a almorzar, ella expresó que tenía hambre y no la habían traído la comida a su habitación... Eso fue todo, ha por cierto fuimos de paseo al bañado porque quería conocer y de ahí vinimos directamente acá señor. Le conté.
-ASI QUE ESO NADA MAS HICIERON... LE AGRADEZCO QUE LA CUIDO... ELLA SUELE SER MUY IMPREDECIBLE... NUNCA SE LO QUE REALMENTE VA A HACER... Y NO ME GUSTARIA QUE ALGUIEN QUIERA APROVECHARSE DE ELLA... ES MUY INEXPERTA EN RELACIONARSE CON LOS HOMBRES... NO SABRA DIFERENCIAR A LOS QUE LA QUIERAN BIEN O SOLO SE QUIERAN APROVECHAR... POR ESO ME OCUPO DE ELEGIR CON QUIEN DEBE ANDAR... ESTA CENA ES IMPORTANTE QUE ESTE... DEBEMOS DAR UNA IMAGEN POR EL BIEN DE TODOS... Y SU AUSENCIA PODRIA SER VISTO COMO UNA OFENSA... POR LO QUE NO TENGO MAS REMEDIO QUE HACERLA ASISTIR... SI ESTAS PROXIMO PUEDE QUE SE COMPORTE... JUSTO JHON SE DESCOMPUSO... ALGO QUE CONSUMIO LE CAYO MAL... ASI QUE CUENTO CON TU PRESENCIA. Me dijo serio.
(*Fin del Flashback)
La convencí de asistir a la cena, ella lucía muy hermosa, más de lo que podría imaginar, de por sí cuando anda de manera natural, con su estilo de peinado al viento, luciendo siempre ropas que apenas cubren su figura, esa frescura que radia de ella la hacen ver atractiva, pero ahora estaba hecha una belleza sin precedentes.
Durante la cena al estar a su lado, suspiraba tratando de contener mis deseos de poseerla o mirarla demasiado, lo que note que el que vendría ser su cuñado no le quitaba los ojos de encima, no se tomaba el trabajo de disimular nada, cuando noto que lo fulminaba con la mirada reaccionó, disimulando mantener una conversación con el padre de Isa. La escusa que puso por el golpe en su mejilla me causo risa, invento que se cayó en el baño.
Al concluir la cena Isa seguía alterada, estar ante el que quiso aprovecharse de ella la tenía sacada de su cordura, me ofrecí a no dejarla sola para que esté calmada, pero su padre le llamo aparte.
Los nervios me estallaban al preguntarme de que le quería hablar, si se abra enterado de algo, si es que alguien noto nuestra proximidad.
-Note como le mirabas al yerno del Señor. Me dijo Enzo.
-Asi. Le respondo.
-Crei que en cualquier momento te lanzabas y le arrancabas la yugular. Me dice.
-Trato de besar a la fuerza a Isa... Por suerte cruzaba en ese momento y no concreto nada. Le comento.
-¡¿QUÉ?!. Me preguntó sorprendido.
-Entonces el rojo de la mejilla fue por vos y no una caída. Dijo Sergio.
-Asi es. Le respondo.
-Es un maldito desgraciado... Se cree intocable por la posición que tiene. Comenta Enzo.
-Por eso Isa estaba sería... No tenía el brillo que tuvo con nosotros. Reflexiona Sergio.
En eso me sonó el celular y veo que es una videollamada de Julieta.
-El diablo llama. Me dijo Sergio.
-Asi es. Le respondo.
-¿Le vas a responder?. Me preguntó Enzo.
En eso veo que sale ISA y me hace un gesto con la cabeza que se iba arriba.
-No... Ella cortó conmigo y me lanzó el anillo de compromiso. Le cuento.
-Eso si... Pero como siempre le haces caso. Comenta Sergio.
-Deberias probar estar con otra... Así te saca ese hechizo que tienes por Julieta... Te trata peor que trapo de piso... Te maneja como quiere. Me dice Enzo.
Mientras ellos hablaban ví que Isa se fue en el ascensor.
-En una de esas tengas razón. Le digo.
-Claro que la tengo... No puedes andar arrastrado por una mujer así, que no te valora... Eres un arquitecto exitoso. Me dice Enzo.
-Lo voy a pensar ... Si me disculpan. Le digo terminando mi trago.
-De seguro irás a hablar con ella... No seas débil... No lo hagas. Me dice Sergio.
Me aleje de ellos que creían que hablaría con Julieta, en otra circunstancia lo haría, pero ahora estaba Isa y no podía negar que sentía un imán por ella.
Me dirigí al ascensor y apreté el botón del segundo piso, no podía dejar de pensar que no era correcto, pero a la vez quería estar con ella, no podía sacarla de mi mente, quería volver a tenerla como una última vez, pero soy un cobarde y apreté el botón de mi piso. Antes de salir apreté el número tres, al final me decidí en ir a verla.
Llegué a su piso, me pare ante su puerta, indeciso si golpeó o no. Hasta que escucho ruidos adentro de nuevo como si algo se cayera ingreso de golpe.
-Me asustaste. Dijo ella agachada juntando unos vidrios se le cayó un perfume.
-Deja... Te puedes cortar. Le dije, pero fue tarde.
-Auch. Se quejo.
Se cortó su dedo. Le tome la mano envolviendo mi pañuelo en ella.
-Debes tener cuidado. Le digo.
-Lo iba a guardar... Pero la tapa no estaba bien puesta. Me dice con la voz aguda.
-Por suerte no están profundo... De todos modos debes ponerte agua oxigenada. Le aconsejaba y siento que posa un beso en mis labios.
-Isa... Solo me usas como experiencia. Le consulto, no sé porque me molestaba eso, pero quería sacarme la duda.
-Te molesta. Me consulta aflojandome la corbata.
-Es que...
-Y tú no haces lo mismo... No nos preguntamos nada, ni el nombre ( Me besa el cuello)... Ni nada sobre nosotros (Desciende con sus besos por mi abdomen)... Solo supe tu nombre por mi padre. Me dice llegando a desabrochar mi cinturón.
-Esa es la otra razón... Si llega a saberlo...
-No tiene que saberlo. Me dice apoderándose de lo mío enérgica haciendo que olvide lo que le iba a decir.
Me elevo a la estratósfera, me saco el aliento, mordí mi puño para no gritar de placer, no quería que justo cruce alguien.
La elevo apoderandome de sus labios, sumergiéndome de manera enérgica, deseoso por sentirla, nos perdimos en la lujuria.
La gire invadiendola de atrás mientras trataba de desatarle ese corset que lo tenía tan ajustado a su fisonomía, ella reía al escuchar mis improperios al sentir que mi esfuerzo era inútil.
Ella saco de su cajón un pequeño estuche que tenía una tijera pequeña.
-Estas segura. Le consulte.
-Si... Liberarme. Me pidió agitada.
Le corté las cintas liberandola y a la vez pude sacarle esa falda, lo lance al piso, podía sentir su piel de seda a mis anchas.
Cada vez que la contemplaba me maravillaba de su exquisita figura.
Dimos rienda suelta a nuestra desenfrenada demostración de lujuria y deseo, la estruje como dijo Enzo, aunque temía que en poco tiempo se implante esa semillita de amor en algún lugar de mi corazón, me conocía demasiado, podía aparentar frío, pero era muy apasionado en temas de relaciones, por lo que evitaba las relaciones fugaces, como las que acostumbra Enzo.
Llegamos al climax mirándonos extasiados de lujuria, en eso escucho que llaman a la puerta.
"Isa abre", era la voz de su padre.