AMOR GITANO #GRUMPY & SUNSHINE
NARRA HECTOR
La noche estaba poblada de estrellas en el firmamento, la luna en forma de medialuna con una estrella más brillante que el resto en la punta.
La brisa fresca acoplaba el calor de esa localidad del Bañado.
Estaba en la inauguración de uno de los cuantos hoteles que diseñe para el turismo, me sentía orgulloso ante la deslumbrante obra arquitectónica, que inicio en un papel y ahora era una realidad.
Con amplio campos de recreación, tanto de tenis, como de voley y fútbol. La enorme piscina que no puede faltar para que los huéspedes se refresquen.
Fue construido cerca de la naturaleza, esa frondosa vegetación que permitía a los turistas apreciar la fauna y flora de este lugar tan al norte, de este hermoso país, que ofrece todas las variables de climas.
Me aprovecho de los diferentes climas, para construir en puntos estratégicos los hoteles.
Soy un empresario muy exitoso en hotelería, sin dejar de lado mis titulos en diseños arquitectónicos, por lo que lo que me imagino, lo hago realidad.
Cómo ese hotel que es el que más me gusta y está suspendido en el aire cerca de una montaña, cuyas paredes y pisos de vidrio dan la sensación de flotar en el aire. Una verdadera belleza arquitectónica.
Ahora estoy en este lugar que el calor es muy abrazador, por lo que se diseño de una manera que la frescura en el interior sea la que reine, en la temporada de verano y en la de invierno te abrigue.
Me encanta el aroma a las flores del jacaranda y azares que adornan el jardín del hotel.
Se armó una gran fiesta, hay un grupo de malabaristas, magos, trapecistas y las singulares gitanas que adivinan tu suerte.
No creo en nada de eso, pero todo sea para entretenimiento de los invitados.
Camino acompañado por mis amigos Sergio y Enzo, los considero mis manos derechas, uno es ingeniero en construcción y otro es organizador de eventos, son mis socios.
-Vamos a ver a las bailarinas. Me incentivan.
-Vamos... Podemos relajarnos un momento. Insiste Sergio.
Nos sentamos en una de las mesas acomodadas en el patio con una sombrilla que nos cubre del rocío de la noche, ante nosotros danzan las gitanas con sus movimientos sensuales y sus parejas de baile.
Nos sirven unos tragos y aperitivos. Suspiro mirando sin mirar, al recordar a mi novia que siempre se queja porque no estoy con ella como quisiera. Siempre me corta y luego vuelve. Y está vez me lanzo el anillo de compromiso porque debía volver a viajar.
Al levantar la mirada veo una joven con un tipo pañuelo que adornaba su cabeza, tenía su larga cabellera suelta al viento, sus manos llenas de anillos y sus muñecas con varias pulseras, lucía un vestido de una tela fina casi transparente llena de flores en tonos rojos y azules.
Miraba directo hacia mi, nuestros ojos se encontraron, veo que se incorpora de su asiento revelando su abdomen descubierto adornado con una cadena fina llena de diges e inicio su baile, era como si bailará para mí, sus movimientos eran muy ardientes, enérgicos.
Con su baile todos se levantaron al sentirse atraídos para unirse a ella, por más que la rodeaban sentía que seguía su mirada posada en mi.
Terminó la música y se retiró, la seguí con la mirada para saber adónde iba.
Ella ingreso en una carpa que había en un sector. Aprecie el enorme cartel que decía se "Lee la mano".
Me ví caminando hacia ese sector sin decir una palabra a mis amigos que estaban entretenidos con el espectáculo de las demás gitanas.
Ingresé inhalando profundo un aroma a incienso que me relajaba y hacía sentir cómodo.
La ví sentada observando unas cartas que posaba en la mesa que tenía ante ella, al verla más de cerca su belleza era indescriptible, sus ojos color canela, su piel tostada, sus labios rosados, su nariz fina y delgada.
Me senté ante ella sin esperar invitación, nuevamente nos miramos a los ojos, ella me pidio mi mano y le enseñe las dos, tomo mi derecha, deslizo su dedo índice por mis líneas provocando un cosquilleo en todo mi cuerpo, como si me acariciara completo.
Apreté los labios evitando exhalar algún sonido, temia que suene un gemido del placer que me provoca su toque.
-Cariño. Me dijo mirándome directo. - No crees en nada de esto... Eres muy seguro de ti mismo... De los que consiguen lo que quieren... De lo que no esperan a que le caiga nada del cielo... Sino van por ellos... Así que dime a qué viniste en realidad. Me dice.
-Eres la que adivina... Deberías saberlo. Le respondí.
Ella curvo sus labios en una leve sonrisa.
-Te espera tu prometida en casa... Deberías regresar con ella... Hay uno que la ronda... No descansará hasta tenerla. Me dijo.
-Me podrías decir algo para que crea. Le digo.
Ella me sostiene entre sus dos manos mi derecha, las siento caliente, veo que estira su cuello inflando su pech@ de aire y expulsa de manera pausada.
-Dime qué quieres saber. Me dice.
-Si logras decirme algo que solo se yo y nadie más... Te creeré. Le dije.
Ella se inclino hacia mi mirándome a los ojos, no pude evitar curiosear sus lomas que sobresaltan a mi vista por su pose. Me tocó el rostro de una manera tan suave, no suelo dejar que lo hagan pero con ella no es el caso.
-Es muy lindo el anillo de compromiso... Aunque a ella no le gusta la piedra muy grande. Me dice enseñándome el anillo de diamantes que celosamente guardaba en mi bolsillo del lado de adentro de mi saco.
-Pero ¿cómo? Le digo al querer sacarle, ella me hizo el amague, me guíño un ojo y me lo regreso, retirándose a su lugar.
Revise si no me robó el anillo, estaba ahí, no lo había tomado.
-Asi como la fortuna te sonríe... Es alto el precio que vas a tener que pagar... Deberás elegir entre el amor o la fortuna. Concluyó.
-¿Qué quieres decir?. Le pregunto.
-La riqueza te volvió arrogante, engreído, prepotente, orgulloso... Olvidaste las sabías palabras de tu anciano abuelo... Pero llegará el día en que lo recordarás y ahi recién serás el hombre más millonario sin un peso en el bolsillo. Me dijo.
-No tiene sentido lo que dices... Millonario sin un peso... No tiene lógica... Pero comprobé que haces un buen trabajo... Sirve para entretener a las masas. Le digo incorporándome para salir de ahí, sentía que me asfixiaba.
" No acertó en la predicción, mi novia me había cortado"
Llegué hasta la mesa donde estaban mis amigos y me puse a beber con ellos, lo que me dijo esa gitana me dejó inquieto por alguna razón, "que tontería", pensé al final, todo lo hacía por los huéspedes, siempre enseñando las culturas que conviven de cada lugar que hago un hotel.
Al terminar de beber decidí retirarme a descansar, había estado sin dormir desde muy temprano.
Mis amigos siguieron no querían perderse nada.
Camine dirigiéndome a la habitación donde tenía asignado para descansar y por el pasillo me choque con la joven gitana.
-Lo siento. Le dije con la lengua trabada.
-No se lo ve bien... Deje que lo ayude. Me dice.
-No hace falta. Le digo y casi me caigo, si ella no me atajaba estaría en el piso.
-Apóyese en mi. Me dijo y me sostuve por ella.
-Solo esta vez... No suelo tomar... No se que me llevo a hacerlo. Le digo.
-Ella miro el número de la llave dirigiéndose a la puerta, la intrudujo, abrió ayudándome a pasar, me hizo sentar en la cama, me quito los zapatos y el saco, me acomodo la almohada en la espalda.
-Descanse. Me dijo antes de irse y la ataje.
-Quedate... Cuentame como lees la mano... Siéntate aquí. Le indique a mi lado.
Ella suspiro asintiendo y se sentó a mi lado, le sostuve la mano.
-Eres muy bonita. Le dije.
Ella sonrió mirándome a los ojos.
-Debe dormir... Mañana le espera un gran día. Me dijo.
-Contesta a mi pregunta. Le pido.
-Mi abuela me enseñó... Pasa de generación en generación. Me cuenta.
-Es un truco... O hay algo de cierto. Le digo.
-Ya que mañana no recordaras esto... Te dire...En mi caso no es un truco... Pero me pasa algo malo... Nunca logro ver algo alegre o feliz... Y ahí disfrazó las frases para que no caiga mal. Me dice.
-Eres una embustera... Por decirlo de algún modo. Le digo.
-Hieres mi corazón... Y es muy sensible. Me dice con una cara en un gesto muy tierna.
No puedo evitar sentir atracción por besar sus labios, me aproximó saboreando de una manera delicada, ella me toma el rostro profundizando el beso, nuestras lenguas se estrellan entre ellas, su labio inferior es tan apetecible, mi mano poso en su cintura que es fina y suave al tacto.
En unos segundos el calor invade nuestros cuerpos, la siento sobre mi sin dejar de besarla, la estrujó entre mis manos su espalda, sus glúteos, me despoja de mi camisa en un jalón, es enérgica en su proceder, giro sobre ella dejándola bajo de mi figura que la cubre completa, es pequeña, pero se amolda muy bien a mí, extraigo una protección de mi billetera, ¿hace cuánto lo tenía? que no se si aún funciona, relojeo de paso la fecha, ella me sonríe al verme leer, me lo quita de la mano y extrae del paquete envolviendo con el látex mi hombría de una manera tan suave que me eriza la piel, le extraigo su diminuta ropa interior sumergiéndome en ella sin dejar de besarla con deseo, la siento tan ajustada, tan apretada que me hace crecer mas.
No me explicaba como era posible que ella me provoque esto, a la primera, a pesar del cansancio estoy altivo, firme, disfrutandola completa, su sabor es tan exquisito, su aroma a flores en su piel me envuelven en una lujuria incontrolable. Sus firmes y redondos glúteos, me encantan estrujar en mis manos, mientras estoy en un ida y vuelta sintiéndola completa. Ella gira sobre mi, quedando sentada, se despoja de sus prendas revelando su hermoso cuerpo, sus lomas tienen un tono claro al estar ocultas del sol, sus puntos rosados están firmes y los saboreo uno a uno. Sus gemidos me elevan más. Se mueve enérgica, no se detiene, en mi cabeza explotan juegos artificiales de placer. Giro sobre ella, no quiero que esto termine, le mido el ritmo, porque su manera de hacerlo me enloquece peligrando a que termine antes.
Siento que me arde todo el cuerpo, y sin poder detenerlo el volcán entra en erupción.
Me desplome sobre su fisonomía sin dejar de saborear sus labios, fuimos muy enérgicos, eso era raro en mi que siempre era de ir despacio, pero con ella algo despertó, como un león enjaulado que se libera para devorar a su presa.
Sus manos en mi cabello que sostiene, por más que estire me enloquece.
-Tienes otro. Me pregunta por la protección y niego era el único que tenía.
-Que lástima. Me dice dándome otro beso y retirándose de mí.
-Ya te vas. Le digo tratando de recuperar el aire al ver que se cambia de nuevo.
-Como alma que lleva el diablo. Me responde posando un beso en mis labios.
-Te molestaste. Le pregunto.
-No cariño... Me encantó... Pero no debo estar aquí... Se supone debía estar en mi cuarto durmiendo. Me dijo.
-No soy de hacer esto... No acostumbro a estar con mujeres. Le aclaró.
Ella sonrió aproximándose a mi.
Me beso de manera intensa posando mi mano en su loma.
-Lo se... Yo tampoco acostumbro a estar con hombres ... No debería sin la aprobación de mi padre. Me dice.
-¿Cómo quedamos?. Le consulto.
-Un cierre de esta noche muy especial... Cada vez que la luna cuarto creciente este en el firmamento, me recordarás. Me dijo entregándome un dije en forma de medialuna.
Me dió un último beso antes de salir. Sus labios saben tan bien y su tono es tan provocativo.
Quedé sonriendo como un tonto olvidando todas mis responsabilidades.
Me dirigí a darme una ducha y me deshice de la protección lanzándolo por el inodoro.
Me acosté a dormir abrazado a la almohada donde ella se recostó y aún estaba su aroma.
(* HECTOR LOZANO: 38 años, cabellos negros, ojos color miel, bronceado, 1.75 metros de estatura, trabaja en el rubro de construcción de hoteles )
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Comments
Mariela Alejandra Gonzalez
wau!! que comienzo!!!!
2025-02-14
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Nairobis Cardozo Portillo
❤️❤️❤️😍😍😍
2025-02-09
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