Imagina tener la oportunidad de reiniciar tu vida, de borrar el pasado y empezar de cero. ¿Qué harías? ¿Cómo te reinventarías?
Me encuentro en ese punto, con la posibilidad de comenzar de nuevo. Me pregunto qué camino tomaría, qué decisiones cambiaría y qué oportunidades aprovecharía.
¿Me esforzaría por reconstruir mis relaciones, o me enfocaría en construir nuevas? ¿Seguiría los mismos pasos o tomaría un nuevo rumbo?
La posibilidad de empezar de nuevo es emocionante y aterradora al mismo tiempo. Pero estoy listo para enfrentar el desafío y ver hacia dónde me lleva este nuevo comienzo.
NovelToon tiene autorización de Kawai16 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Una visita maravillosa
Mi mamá me explicó que había conocido a los padres de Rin hace poco y que se habían llevado muy bien. En un gesto amable, los invitó a nuestra casa para el día de hoy, pero resultó que tenían un compromiso inesperado y no podían venir.
Para no quedar mal con mi madre, decidieron enviar a su hija Rin en su representación. Así que Rin estaba sentada en mi sala, sonriendo y charlando con mi madre como si fueran viejas amigas.
Me sentí un poco más relajado al entender la situación, pero todavía estaba tratando de procesar la coincidencia de haberme encontrado con ella en el mercado y ahora estar sentada en mi casa. Mi madre me hizo un gesto para que me acercara y me uniera a la conversación, así que respiré hondo y me acerqué a ellas.
La charla fluía con naturalidad, y pronto me encontré riendo y participando en la conversación como si Rin fuera una vieja amiga. La conexión entre nosotros era palpable, y me di cuenta de que estaba disfrutando de su compañía.
De pronto, mi mamá me dijo que iba a preparar el almuerzo, así que me quedé solo conversando con Rin. La charla fluyó con facilidad y descubrí que también tenía 18 años, igual que yo. Me contó que planeaba postular a una universidad, pero que si no lograba ingresar, consideraría postular a un instituto.
Me sorprendió su respuesta y me sentí intrigado. "¿Cuál es el instituto?", le pregunté, curioso. Rin me respondió con una sonrisa y mencionó el nombre del instituto. Me quedé atónito, era el mismo lugar donde yo pensaba estudiar.
La conversación siguió fluyendo y descubrí que teníamos intereses y metas similares. Me sentí atraído por su personalidad y su forma de pensar. La conexión entre nosotros era cada vez más fuerte y me di cuenta de que estaba disfrutando de su compañía más de lo que esperaba.
Mientras conversamos, no podía dejar de mirar sus ojos marrones, bellos y profundos, y su cabello dorado, que brillaba con un resplandor natural. Era realmente hermosa, y me encontré cada vez más atraído por su presencia.
De pronto, me encontré perdido en su belleza, sumido en un mar de sentimientos y sensaciones que no podía controlar. Pero ese momento de ensueño no duró mucho, porque todo se rompió con el llamado de mi madre, anunciando que el almuerzo estaba listo.
La voz de mi madre me devolvió a la realidad, y me di cuenta de que había estado mirando fijamente a Rin durante un buen rato. Me sentí un poco avergonzado, pero Rin simplemente sonrió y se levantó de su asiento, indicando que era hora de ir a comer. Me levanté también, y juntos nos dirigimos a la mesa, donde mi madre nos esperaba con una deliciosa comida preparada especialmente para nosotros.
Y luego de terminar de almorzar, ayudé a limpiar la mesa y los platos, y para mi sorpresa, Rin se ofreció a ayudarme. La verdad es que me sorprendió un poco, pero me sentía feliz de compartir ese momento con ella.
Mientras limpiábamos, seguíamos charlando y riendo, y me di cuenta de que la conexión entre nosotros era cada vez más fuerte. Me gustaba su sentido del humor, su forma de ser y su belleza, tanto interior como exterior.
Una vez que terminamos de limpiar, mi madre nos sugirió que saliéramos un rato al jardín, ya que el día estaba soleado y agradable. Rin aceptó con una sonrisa, y juntos salimos a disfrutar del sol y la brisa fresca. Me sentía contento de tenerla a mi lado, y sabía que ese día sería un recuerdo inolvidable para mí.
La noche comenzaba a caer, y con ella, Rin se preparaba para despedirse. Con una sonrisa, se despidió de mi madre y mi padre, que había llegado recientemente del trabajo. Yo la acompañé a la puerta, disfrutando de cada momento que pasábamos juntos.
Al llegar a la puerta, nos detuvimos un instante, mirándonos a los ojos. Me despedí de ella, prometiendo que pronto saldríamos de nuevo juntos. Su sonrisa iluminó la noche, y yo me sentí lleno de una sensación de conexión y pertenencia.
Mientras cerraba la puerta, no pude evitar sonreír al recordar el día que habíamos compartido. Había sido un día lleno de risas, conversaciones profundas y momentos de conexión. Me sentía afortunado de haber conocido a Rin, y sabía que nuestra amistad era algo especial.
Mi madre se acercó a mí, con una sonrisa en su rostro. "¿Qué te pareció Rin?", me preguntó. Le respondí con sinceridad, "Me pareció increíble. Me gustó mucho su compañía". Mi madre asintió, contenta de que hubiéramos conectado de esa manera.
Me retiré a mi habitación, con la mente llena de pensamientos sobre Rin y el día que habíamos compartido. Sabía que quería volver a verla pronto, y estaba ansioso por saber qué otras aventuras nos depararía el futuro. La conexión que habíamos establecido era fuerte, y yo estaba emocionado de ver cómo crecería.
Al llegar a mi habitación, me dejé caer de frente en la cama, abrumado por el cansancio. El día había sido emocionante y lleno de nuevas experiencias, y mi cuerpo y mente estaban pidiendo descanso. Le había pedido a mi madre que si me encontraba dormido, me dejara así, ya que no quería cenar más tarde. Estaba lleno y satisfecho después del delicioso almuerzo que habíamos compartido con Rin.
Sin esperar más, el sueño se apoderó de mí, envolviéndome en un abrazo cálido y reconfortante. Me sumergí en un mundo de ensueño, donde las imágenes de Rin y nuestro día juntos bailaban en mi mente. Me sentía en paz, sabiendo que había encontrado a alguien especial, y que nuestro camino se cruzaría de nuevo pronto.
El cansancio y la felicidad me llevaron a un sueño profundo y reparador, lleno de sueños y esperanzas para el futuro. Me dejé llevar por el sueño, sabiendo que mañana sería un nuevo día lleno de posibilidades y aventuras. La oscuridad de la habitación se llenó con la tranquilidad de mi respiración, y mi corazón latía con una sensación de calma y serenidad.